TV Blog de Harguindey

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La televisión es la reina de la casa. Lo que se pretende en este espacio es comentar la actualidad televisiva más inmediata, los programas del día, desde cualquiera de los que se definen como “telebasura” a las retransmisiones deportivas, los espacios informativos, documentales, las películas o las series. Son los comentarios y recomendaciones de un telespectador común.

Sobre el autor

Ángel Sánchez Harguindey

Ángel Sánchez Harguindey perteneció a la plantilla de El País desde su fundación en 1976. Fue jefe de la sección de Cultura, responsable del suplemento cultural Babelia, redactor jefe de El País Semanal, redactor jefe de la sección de Opinión y Adjunto a la Dirección.
Ha publicado el libro "Memorias de sobremesa. Conversaciones con Rafael Azcona y Manuel Vicent" (Editorial Aguilar)

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Inteligencia política

Por: | 30 de mayo de 2017

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Son esas pequeñas cosas de la vida, aunque no las que cantaba Serrat. La vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, por ejemplo, destacó hace unos días en Huelva la necesidad de reconocer "la inteligencia política" del presidente del Ejecutivo para "juntar a muchos en el bien común que marcan los Presupuestos". Bien. La "inteligencia política" de Mariano Rajoy queda fuera de toda duda, sobre todo cuando deja muestras de la misma en actos como en una reunión en Mallorca con el PP lugareño en la que afirmó sin la menor vacilación que: "Me han puesto una moción de censura. Y hay dos posibilidades: que la gane el que me la puso, en cuyo caso él sería presidente, y que no la gane, en cuyo caso tendría que seguir yo". Al parecer en el Real Academia de Ciencias Políticas han decidido crear un grupo especial de expertos para analizar el corpus teórico del presidente Rajoy. Al César lo que es del César.
Sobre la "inteligencia política de juntar a muchos en el bien común que marcan los Presupuestos" cabe hacer alguna reflexión, por ejemplo la facilidad con la que el Gobierno del PP pasa de demonizar a los nacionalistas a considerarlos unos benditos aliados. El sonsonete de que son los abanderados de la unidad de España se aparca momentáneamente hasta conseguir que, sin ir más lejos, el PNV decida apoyar dichos Presupuestos a cambio de pequeñas concesiones: el cupo vasco se ha fijado para los próximos cinco años en 956 millones de euros, 569 menos que el de 2016. La administración central también compensará a Euskadi con 1.400 millones de los 1.600 que le reclamaba por discrepancias desde 2007 en concepto de Cupo. El acuerdo incluye 3.800 millones de euros para la alta velocidad. Además, se impulsarán las plataformas logísticas en Lezo (Gipuzkoa), con unos 100 millones y la Intermodal de Jundiz, en Álava, con otros 120 millones de euros, entre otros trabajos, y una rebaja en la tarifa eléctrica a las empresas vascas y comunidades en torno a los 50 millones de euros anuales, reivindicaciones que no dudamos sean legítimas y justas en cuyo caso tampoco se entiende que se concedan en vísperas del debate de los Presupuestos Generales. Lo mismo ocurre con el disputado voto de Nueva Canaria que, finalmente, decidió apoyar las cuentas generales a cambio, eso sí, de 204 millones de euros y la subvención del 75% al transporte de pasajeros entre las islas. Hay, efectivamente, mucha inteligencia política pero no precisamente del Gobierno.

Incompetencia

Por: | 29 de mayo de 2017

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Ayer, domingo, el diario EL PAÍS, publicaba una encuesta sobre la cuestión catalana. El primer párrafo de sus resultados es demoledor: "Una amplia mayoría de españoles, el 77%, considera que el Gobierno de Mariano Rajoy no ha gestionado de forma adecuada la crisis territorial con Cataluña, que atraviesa uno de sus momentos más complejos tras el bloqueo del diálogo institucional y con la Generalitat dispuesta a una declaración unilateral de independencia, según el borrador de le ley de ruptura que avanzó este periódico. Este porcentaje se dispara hasta el 96% entre los ciudadanos catalanes, según una encuesta de Metroscopia. La censura al Ejecutivo es generalizada entre los votantes de todos los partidos, incluidos los del PP". Dicho de otra manera: algo más de tres de cada cuatro ciudadanos considera que Rajoy es un incompetente. La guinda la pone otro sorprendente dato: "Un 53% de los votantes populares en España estima que Rajoy ha actuado de forma incorrecta ante la crisis, un porcentaje que crece hasta el 57% entre quienes dan su apoyo a esta formación en Cataluña".
¿Y cual es la respuesta de Rajoy y Puigdemont a estos demoledores datos? La misma de siempre: amenaza del palo y tente tieso por parte del Gobierno, y fuga hacia adelante por parte del Govern. Para el palo y tente tieso, básicamente judicial, el Gobierno remató el pasado jueves con el nombramiento de la magistrada Concepción Espejel, considerada afín al PP, como presidenta de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional "la conquista conservadora de los puestos políticamente más sensibles del Poder Judicial. A las "dos colinas" de las jefaturas de la Fiscalía Anticorrupción y la Fiscalía de la Audiencia Nacional, tomadas el pasado marzo por Manuel Moix y Jesús Alonso, supuestamente más cómodos para el Gobierno que sus antecesores, Antonio Salinas y Javier Zaragoza, se une el control de la sala encargada de enjuiciar casos de corrupción como Gürtel, Púnica o Lezo y de resolver los recursos contra las resoluciones dictadas por los jueces de instrucción de la Audiencia Nacional".
La fuga hacia adelante del Govern se plasma en las maniobras en la oscuridad para modificar el reglamento del Parlament que permita aprobar en un día y sin debate la ley de Transitoriedad catalana, un borrador de ley que ha sido calificado de totalitario por todas las asociaciones de jueces y de delirante por el sentido común. Añadan un dato mas de la encuesta de Metroscopia mencionada al comienzo: el 66% de los catalanes estima que el proceso para la secesión no está bien encaminado en la actualidad. Dicho de otra manera: dos de cada tres catalanes considera que el Govern de Puigdemont es un incompetente.
¿Y la ciudadanía?. La respuesta es una pregunta: ¿Qué hemos hecho nosotros para merecer esto?.

Melodrama

Por: | 28 de mayo de 2017

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Douglas Sirk, que como buen realizador estadounidense era alemán, fue el rey del melodrama. Lo tenía muy claro: "El cine es sangre, lágrimas, violencia, odio, muerte y amor". Trasladado a la televisión, Quirke, la serie británico-irlandesa que se estrenó en el canal de internet Filmin en 2015, y que ahora se puede ver en Movistar, sería un ejemplo perfecto de la definición de Sirk.
Con un Gabriel Byrne, el actor que hizo del hieratismo una extraordinaria escuela de interpretación, y arropado por actores de la talla de Michael Gambon o la joven Aisling Franciosi, la miniserie de tres capítulos de 90 minutos cada uno de ellos, se basa en las adaptaciones de tres novelas de Benjamin Black, el seudónimo que utiliza el excelente John Banville para sus novelas del género negro, protagonizadas todas por Quirke, un patólogo al que su escepticismo sólo se ve superado por su tendencia al alcoholismo.
Situada en el Dublin de los años 50 del siglo pasado, muestra un tiempo y un país en el que la desigualdad social y la hipocresía moral de los poderosos será desvelada por la tenacidad de Quirke, un forense dispuesto a analizar no sólo la causa de la muerte sino la identidad del posible culpable. Orfanatos, abortos clandestinos, negocios crueles eclesiásticos con recién nacidos robados, idilios apasionados..., todo en Quirke es extremo, como en los buenos melodramas que el tan citado Sirk definió espléndidamente: "El melodrama tiene que producir ante todo emociones, más que acciones. Sin embargo, la emoción es una suerte de acción, es una acción en el interior de una persona". La serie cuenta con el inteligente contrapunto de la templanza de un detective aficionado en el que su inalterable personalidad es su santo y seña. Exceso y mesura. Y, probablemente, esa tendencia a lo excesivo es lo que justificó la admiración que por Douglas Sirk sentían realizadores tan distintos como Rainer Werner Fassbinder, Jean Luc Godard o Pedro Almodóvar.
La cansina por inútil distinción entre fondo y forma se pudo comprobar con la visión del reportaje La maldad, primer capítulo de la tercera temporada de la serie Tabú (#0) de Jon Sistiaga. Frente al exceso formal, la contención, lo sobrio. Dos formas narrativas perfectamente justificadas en cada caso con un denominador común: la vileza del ser humano.

De robagallinas y corruptos

Por: | 26 de mayo de 2017

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Fue una frase gloriosa. Carlos Lesmes, presidente del Tribunal Supremo y del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), pronunció en octubre de 2014: "Tenemos un modelo de organización criminal que está pensado para el robagallinas pero no para el gran defraudador, no para los casos como los que estamos viendo ahora donde hay tanta corrupción". Espectacular. España por fin tenía al frente de los dos órganos más importantes de la Justicia a un hombre sensato, que veía las cosas como son y no como les gustaría que fueran a los grandes defraudadores.
Ayer, el mismo CGPJ que preside Lesmes decidió nombrar presidenta de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional a Concepción Espejel Jorquera (ver foto) por 11 de los 21 votos posibles. La "Concha" para su amiga María Dolores de Cospedal, fue obligada junto al magistrado Enrique López, por el conjunto de magistrados de lo Penal de la Audiencia Nacional Nacional en octubre de 2015 a excluirse de los tribunales que juzgarán el caso Gürtel y el de "los papeles de Bárcenas", debido a la afinidad con el Partido Popular de la magistrada. Ahora, casi tres años después de la gloriosa frase del justiciero Lesmes, nuestro Robin Hood de la justicia, será la presidenta de esos mismos magistrados.
"La nueva presidenta tendrá amplios poderes para organizar la sala de lo Penal de la Audiencia. Entre sus competencias figuran la posibilidad de presidir cualquier vista oral que se celebre en su jurisdicción -como hizo en su día Javier Gómez Bermúdez con el juicio de los atentados del 11 de marzo de 2014- . También puede hacer que cualquier asunto pueda dirimirlo el pleno de la Sala de lo Penal, formado por una veintena de magistrados".
"La semana pasada", informa EL PAÍS, "el mismo CGPJ que ha nombrado presidenta a Espejel designó a López para ocupar una de las dos plazas de magistrado de la nueva Sala de Apelaciones de la Audiencia Nacional. Puede decirse, de este modo, que meses después de ser excluidos por su afinidad al PP de unos determinados casos que afectaban a este partido, ambos han sido ascendidos por el CGPJ". Dicho de otra manera: los "robagallinas" lo van a seguir llevando crudo y, probablemente, los grandes defraudadores y los involucrados en los casos donde Lesmes veía tanta corrupción, lo van a llevar algo mejor, como con más señorío, pues buena es Concha.

P.D.- Un saludo revolucionario a la Comisión de Honores y Distinciones del Ayuntamiento gaditano, presidido por José María González, Kichi, que ha tenido a bien conceder la Medalla de Oro de la ciudad a la Virgen del Rosario, patrona de la misma. El júbilo es aún mayor al saber que se concedió con el apoyo de los ediles de Podemos, el PSOE, el PP y Ciudadanos y la abstención de Izquierda Unida. Una sugerencia: que se la imponga el exministro del Interior Jorge Fernández Díaz, que ya tiene práctica en eso de condecorar a vírgenes.


Sentimientos

Por: | 25 de mayo de 2017

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The Game, una mini-serie de seis capítulos producida por la BBC y que se estrenó hace un par de años en España a través de internet (Wuaki.tv), se puede ver ahora su primera temporada en Movistar. Es una nueva demostración del buen hacer de la televisión pública británica y, además, un brillante ejercicio de sus guionistas Sarah Dollard, Debbie O'Malley y Toby Whithouse en los que apenas se incluyen algunos ramalazos sentimentales.
La trama gira en torno a las andanzas de un selecto grupo de agentes del servicio británico de inteligencia en tiempos de la guerra fría. Es, pues, un territorio dominado por Graham Greene y John Le Carré, continuadores de un género que contaba con notables precedentes como Eric Ambler, Somerset Maugham o Helen MacInnes, todos ellos con un concepto en el que la intriga se alejaba de la violencia y la trepidante acción de los Fleming o Forsyth. El talento frente al músculo con una Unión Soviética sinónimo de la maldad. Años más tarde, los enemigos serán los fanáticos de la yihad aunque como en el caso de Homeland, la frontera entre el bien y el mal se difuminan. El maniqueismo cotiza a la baja salvo para los nacionalismos terrenales o celestiales.
Rafael Azcona decía que no escribía de sentimientos porque no sabía qué eran. En las series españolas, sin duda, hay mucho experto sentimental, incluso en los informativos. Que en una de las mejores series que se programan en la actualidad (La casa de papel, Antena 3) su autores no puedan evitar secuencias en las que un atracador trata de convencer a una de las rehenes de que no aborte, o en otra en la que otro atracador le explique a la misma rehén en qué consiste ser padre, parecen concesiones a un sentimentalismo barato que, al parecer, es rentable desde el punto de vista de la audiencia. Que en la programación de la 1 no se interrumpa la misma para informar del brutal atentado de Manchester, a diferencia de las otras cadenas generalistas; que en El cascabel (13tv), su presentador ante las primeras noticias del desastre se muestre intrigado sobre si el atentado fue en el campo del United o del City, o si en 24 horas se limiten a poner un rótulo sobre "un incidente" en Manchester y no se informe hasta una hora después que el resto de las cadenas, el sentimiento que aflora en el espectador es el del bochorno ante unos medios incapaces de cumplir con el principio más elemental del periodismo: informar.

Energía y moderación

Por: | 23 de mayo de 2017

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Hay reglas no escritas en el comportamiento humano que parecen perdurar con el paso del tiempo, y es precisamente el paso del tiempo individual el que parece justificarlas. Siempre se ha admitido que la juventud es la etapa de la rebeldía, una fase en la que lo establecido se ve como algo a superar, a abatir. La madurez se inclina hacia la moderación, y la ancianidad, al conservadurismo, siempre a grandes rasgos y salvando todas las excepciones que se quieran o se prentedan creer. Es como si hubiera una relación directa entre energía física e inconformismo de tal modo que el paulatino derrumbre de la primera conlleva una suave y constante adaptación a valorar cada vez mas la tranquilidad.
Lo describió mucho mejor William Wordsworth (ver imagen) en su "Oda a la inmortalidad".
"Aunque mis ojos ya no
puedan ver ese puro destello
Que en mi juventud me deslumbraba

Aunque nada pueda hacer
volver la hora del esplendor en la hierba,
de la gloria en las flores,
no debemos afligirnos
porqué la belleza subsiste siempre en el recuerdo."...
Trasladado al ámbito político español, el partido político más joven demuestran un evidente exceso de energía y un muy particular concepto de lo establecido. Para Podemos, al menos si se analizan objetivamente sus discursos y propuestas, lo establecido no es un Gobierno conservador e insolidario, su objetivo esencial es superar, abatir, a quienes han ocupado desde hace décadas la opción mayoritaria de la izquierda, los socialistas. Presentar una moción de censura y convocar una manifestación la víspera de las elecciones primarias del PSOE demuestra una cierta inteligencia a la hora de presionar en favor de una de las candidaturas. Anunciar que retirarían la mencionada moción si el recién elegido presenta otra, es presionar -24 horas después de elegido- al secretario general de los socialistas. Ni un día sin tregua, pero sin tregua a los socialistas. De tal modo que la evidente energía del nuevo partido utiliza tácticas que, precisamente ahora, cumplen 100 años y que sirvieron para derrocar el régimen zarista. Están convencidos de que puede "volver la hora del esplendor en la hierba". En cambio para los que ya no poseemos tal dosis de energía no nos afligimos "porque la belleza subsiste siempre en el recuerdo", y aunque de recuerdos no se vive al menos se tiene la experiencia suficiente para delimitar con más precisión lo establecido. Qué es lo prioritario y qué lo secundario. Y probablemente esa capacidad de valoración puede potenciar el escepticismo, sin duda, pero rehúye como de la peste de la manipulación de los hechos y de la memoria reciente.

¡Qué grandes sois!

Por: | 19 de mayo de 2017

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Primero dijo que asistirá encantado a declarar en calidad de testigo por la presunta financiación irregular de su partido, incluso aclaró que lo haría de la forma que lo considerara el Tribunal, en persona o por videoconferencia. Después supimos que su partido puso el grito en el cielo porque citaran a su gran guía, al faro que ilumina sus decisiones, a su gran timonel. Al fin y al cabo el que era el responsable máximo de la campaña electoral investigada no tenía porque saber que, presuntamente, se financiaba irregularmente. ¡Hasta ahí podíamos llegar! Ahora resulta que el responsable tiene que ser responsable, ¿pero esto qué es?
Décadas demostrando al mundo que España es diferente para que ahora unos jueces de chichinabo quieran equipararnos a Gran Bretaña o a Alemania. Menos mal que aún queda lo que hay que tener y los guardianes de las esencias de La Moncloa ya han pedido que su líder declare por videoconferencia, que hacerlo en persona conllevaría un gran incremento de gastos en seguridad y, al parecer, no está el horno para bollos: hay que ahorrar para pagar las indemnizaciones que habrá que dar a las empresas de las autopistas radiales de Madrid, o a los fondos que invirtieron en renovables. Con ello La Moncloa demuestra que tiene permanentemente en su mente y en su corazón el bienestar de la ciudadanía, y más concretamente el de las grandes empresas.
Que lo haga a través de la televisión demuestra sin la menor duda el apego que tiene el gran timonel por las novedades tecnológicas. ¿Cuántos Jefes de Gobierno han utilizado el plasma para sus ruedas de prensa sin preguntas? Ninguno. Y esa bienaventurada obsesión de nuestra luminaria por la investigación y el desarrollo se constata en los presupuestos generales de 2017 en los que entre los organismos que verán reducirse su presupuesto están el CSIC (624 millones, un 0,9% menos que en 2016), el Instituto de Salud Carlos III (270 millones, un 0,8% menos), el Instituto Nacional de Investigación y Tecnología Agraria y Alimentaria (54 millones, un 32,7% menos), el Instituto Nacional de Oceanografía (60 millones, cae un 7%), el Centro de Investigaciones Energéticas, Medioambientales y Tecnológicas (o Ciemat, con 87 millones de euros su presupuesto cae un 2,7%), el Instituto Nacional de Técnica Aeroespacial (o INTA, 137 millones, mantiene el mismo presupuesto) y el Instituto Geológico y Minero de España (24 millones de presupuesto, un 4,2% menos).
En la anterior legislatura asistimos a un grandioso festival de sinónimos y metáforas: a la amnistía se la llamaba regularización fiscal, o a la emigración forzosa por falta de trabajo, "movilidad exterior". En la actual hemos entrado en el imperio de las paradojas: España es el país que más va a crecer de la UE, de nuevo deslumbraremos al mundo, mientras las pensiones cada vez tienen menos poder adquisitivo, los salarios subirán la tercera parte que lo hará la economía y las inversiones en infraestructuras públicas caen un 2,2%. Del incremento de la desigualdad ya ni hablamos.

Del talento

Por: | 18 de mayo de 2017

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Cuando ya se puede ver la segunda temporada completa de la extraordinaria Billions (Movistar), es el momento oportuno para reconocer el talento de una cadena estadounidense de pago, Showtime, que desde hace 40 años ha deslumbrado al espectador por la calidad de sus producciones y la capacidad de transgresión de sus series.
Y si Dexter fue el pistoletazo de salida, el primer gran éxito, con esa perversa e inteligente habilidad de situar a un asesino en serie en el epicentro de la trama, y lo que aún resultaba más sorprendente, contando con la empatía de sus seguidores, Californication demostró que el sexo, las drogas y el rock and roll eran perfectamente compatibles con el éxito de audiencia. Como también lo era una madre soltera reconvertida en traficante de marihuana en Weeds.
Con Nurse Jackie y Shameless, la cadena dio otra vuelta de tuerca a la transgresión de lo establecido. Una enfermera drogadicta y la familia más desestructurada de la cultura audiovisual demostraron que el filón de lo socialmente incorrecto iba viento en popa. Ray Donovan, por su parte, mostraba una visión de Hollywood radicalmente distinta a la habitual en la que la violencia era la reina de la casa, una violencia que hundía sus raíces en los abusos sexuales de un sacerdote.
Pero Showtime no descuidó la producciones históricas, y lo hizo con la calidad de Los Tudor y sus cuatro deslumbrantes temporadas en las que el rigor no siempre condicionó los hechos narrados. En el reinado de Enrique VIII pasó de todo; en la serie, el entretenimiento se impuso a los historiadores.
The Affair cumplió sobradamente con las expectativas de los amantes de los drama sentimentales. De la grandiosidad de la Inglaterra del siglo XVI se pasó al intimismo de una relación amorosa en Montauk (Long Island) entre un profesor y una camarera. Con Homeland y Billions, la cadena alcanzó la excelencia. Sólo por haber producido estas dos series, Showtimes merece estar en el Olimpo. Naturalmente no todo fueron celebraciones pero el hecho de que una cadena de pago demostrara en el competitivo mercado de las televisiones que la calidad puede ser rentable estimuló al resto de la competencia en esa dirección, de tal modo que se puede afirmar rotundamente que en la actualidad marcas como HBO, Netflix o la ya citada Showtime se han convertido en los reyes del tinglado con una excelente producción.

No nos consta

Por: | 15 de mayo de 2017

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Un largo e ignominioso fin de semana en el que el fin de temporada de Salvados deja un regusto amargo de impotencia ciudadana ante uno de los hechos más injustamente prepotentes del mal gobierno: la plataforma Castor.
Cuatro ministros de Industia y Energía, Montilla, Clos, Sebastián y Soria, estuvieron involucrados en mayor o menor medida, sobre todo los dos últimos, en un proyecto que resultó un fiasco, que costó 1.300 millones de euros y que estará pagando la ciudadanía de su bolsillo particular en la factura del gas durante décadas. Cuatro ministros, sobre todo dos, que naturalmente no les consta ni se responsabilizan de un contrato que para sí hubiera querido don Vito Corleone y que sin embargo se lo llevó don Florentino Pérez.
La historia es conocida. Lo que aportó el programa de Évole es la capacidad de manipulación y mentir de nuestros entrañables dirigentes. Desde la afirmación de Pérez de que en las inmediaciones de Vinaroz no hubo ningún terremoto a las tonterías de Miguel Sebastián afirmando que en una sociedad moderna a veces hay que invertir en lo que no es rentable, citando a el Ejército como ejemplo. De Soria y su absurda tendencia a mentir sobre lo obvio no merece la pena malgastar un minuto.
El método para llegar hasta aquí es simple. Sólo hace falta plegarse a todo cuanto digan los bancos y las grandes empresas: se presenta un proyecto con un coste de 400 millones. Unos meses después, y antes de que se inicie, el proyecto triplica sus costes. La empresa encargada de llevarlo a cabo pide una serie de créditos a los bancos para su realización. Los bancos consideran que el proyecto es muy arriesgado e imponen una cláusula por la que incluso en el caso de negligencia o dolo ("engaño, fraude o simulación llevados a cabo maliciosamente con la intención de dañar a alguien") por parte de la empresa, la Administración devolverá en 35 días todos los créditos. Se acepta y se firma.
Los terremotos frente a las costas de Castellón y Tarragona se suceden continuamente. Son de baja intensidad pero la ciuadadanía lo nota y aumenta la inquietud. El Gobierno decide paralizar el tinglado y pese a que hubo engaño (de 400 millones se pasó a 1.200 millones en un año) y negligencia (no se calcularon los riesgos de movimientos sísmicos), se pagó religiosamente a las empresas intervinientes. Posteriormente el Massachusetts Institute of Technology elaboró un informe en el que concluye que la plataforma de gas Castor representa un peligro y recomienda su cierre. ¿Solución definitiva?: que los 1.700 millones de euros que finalmente costó la aventura de la que nadie se responsabiliza, faltaría mas, la paguen los ciuadadanos en el recibo del gas has el 2044, es decir, que en lugar de que sean las arcas públicas las que rescaten a la empresa sea directamente el presonal. Todo sale de los ciuadadanos, es verdad, pero de esta forma no consta en el déficit público. Y un último dato: como el pago total se demorará casi 30 años, el rescate final nos costará a todos 4.730 millones de euros, según cálculos de la OCU. Pasen ustedes un feliz día.

Un disparate

Por: | 14 de mayo de 2017

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John Huston respondió en una entrevista que a veces trabajaba en películas de ínfima calidad (llegó a actuar incluso en una de Chuck Norris) "porque le permitían pagar las deudas". En esta serie de 2013 que se ha programado en varias cadenas autonómicas y locales y que, ahora, se puede ver en Movistar, deberían estar endeudados todos. Si como se ha dicho, What Remains surgió de una idea expuesta en cinco o seis líneas está claro que los guionistas españoles tienen un filón en las conversaciones entre Ignacio González y Eduardo Zaplana o entre el primero y su hermano Pablo. Hay de todo: blanqueo utilizando a un padre nonagenario, chantajes con cintas grabadas, maniobras en la oscuridad para favorecer negocios y nombramientos... hasta chistes como el de ese Fiscal General demonizando las filtraciones cuando las mismas llevaban el membrete del gabinete de prensa de la Fiscalía. Lo dicho: un filón.
Sinopsis de What Remains, serie de cuatro capítulos producida por la BBC y que se tradujo por Lo que queda en el desván, aunque non se sabe por qué: "Al cansado detective Len le queda una semana para retirarse, pero antes deberá resolver un último caso. Cuando el cuerpo de Melissa Young es encontrado en el desván de unos apartamentos, el veterano detective se une a la investigación para desvelar el misterio que rodea su muerte. Empezará entonces un intenso interrogatorio a toda la comunidad de vecinos. La determinación del detective será clave para evitar que el nombre de la joven caiga en el olvido".
Digamos antes de nada que la determinación del detective Len para evitar que el nombre de la joven caiga en el olvido fue una de las más lamentables decisiones de su larga carrera. Mejor habría sido que hubiera caído eternamente en el olvido. Por otra parte, no deja de tener un cierto regusto el comprobar que la BBC también es humana y, por lo tanto, capaz de producir un disparate de este calibre.
La acción transcurre en una casa de cinco apartamentos en cada uno de los cuales viven unos descerebrados y algún que otro psicópata, una especie de 13, Rue del Percebe gore. La trama es como una cebolla en la que en cada una de sus capas surgen unos personajes más desquiciados que en en la anterior hasta llegar a un desenlace coherente con el absurdo argumento.

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