¿Realidad, ficción? todo se entremezcla. Un botón de muestra: "Defex, la empresa semipública de armas hundida a golpe de comisiones", publica hoy El País. Por su parte y en el verano del pasado año, La 1 de TVE estrenaba la miniserie británica "El infiltrado"basada en una novela de Le Carré, con un Hugh Laurie traficante de armas y generoso contribuyente a las fortunas personales de los políticos corruptos.
"La empresa española semipública que está siendo investigada por corrupción en la Audiencia Nacional, ha decidido dar un paso adelante y pedirle al juez que la considere perjudicada y la deje ejercer la acusación particular. Quiere acusar a los que fueron sus tres máximos directivos de haber montado un “complejo puzle delictivo” a espaldas del consejo de Administración para desviar “elevadas sumas de dinero”. El escándalo de pago de mordidas en países africanos y blanqueo de dinero en paraísos fiscales ha acabado con la compañía, que está en liquidación", un escándalo que se destapó en 2014 con la detención de diez personas, entre ellas Beatriz García Paesa, sobrina del afamado delincuente internacional Francisco Paesa. Al parecer los Paesa son los responsables del blanqueo del dinero en un tour que desde Luxemburgo llegaba a Suiza no sin antes pasar por Hong Kong. Es lo que tiene saber idiomas.
Un ejemplo de su semipública actividad: de un contrato de 152,9 millones de euros de ventas de material policial a Angola unos 100 millones (las dos terceras partes) se destinaron a sobornos y comisiones. Y un dato: Pedro Morenés, actual embajador de España en Washington, era el ministro de Defensa cuando estalló el escándalo. Conviene recordar también que desde el 26 de agosto de 2005 y hasta el 30 de marzo de 2009 fue consejero de la entidad Instalaza, S. A., la principal fabricante española de bombas de racimo pues como todo profesional que se precie alternaba en su curriculum la actividad privada en fábricas de armas con la política en el Ministerio de Defensa. Casualmente Instalaza S. A. es una de las principales accionistas privadas de la empresa Defex, de la que el 51% corresponde al Estado. Menos mal que hace un par de años, el Presidente Rajoy afirmó sobre la corrupción que "esto se acabó y aquí ya no se pasa por ninguna". Un año después de tan rotunda declaración nombraba a Morenés embajador en el principal país fabricante de armas, Estados Unidos. Tout va bien, que dirían los Paesa.