"Los representantes de los Consejos de Informativos de RTVE, que representan a los periodistas de la radio y la televisión estatal, han expresado su "indignación" por las maniobras del PP para frenar el desarrollo de la ley arobada el año pasado para recuperar la independencia de la corporación RTVE y el pluralismo en la elección parlamentaria de sus órganos", informaba El País de hace cuatro días. ¿De qué maniobras se hablaba?, pues la iniciativa del PP de solicitar nuevos informes jurídicos, una medida que implica dinamitar el calendario que habían pactado los socialistas, Ciudadanos y Podemos para nombrar a la nueva cúpula del ente antes del verano. Las triquiñuelas legales de los trileros profesionales.
Veamos una aplicación práctica de lo que entienden los actuales directivos de RTVE por información pública: en los informativos del canalillo 24 Horas de la noche de ayer se dedicaban los primeros 18 minutos de los mismos a dejar constancia de los éxitos deportivos del domingo: la victoria del Barça en la Liga, el triunfo de Rafael Nadal en el Godó, el campeonato de Europa de Carolina Marín, algo de rugby y los goles de la jornada. En total: dos tercios de los contenidos. Mucho más circo que pan.
El último tercio comenzaba con las obviedades del ministro del Interior que afirmaba que se perseguiría a los terroristas de ETA (y suponemos que a los demás) con la misma dedicación de siempre, incluso después del 4 de mayo. Vale. Una sugerencia al ministro: ¿sabe quién ha sido el que en estos días ha sembrado el terror en las mentes de cientos de miles de ciudadanas y ciudadanos?: el magistrado de la Audiencia de Navarra Ricardo González, autor de un delirante y provocador voto particular de una sentencia incomprensible sobre La Manada. Digo más: ¿es o no es terrorismo el que el ministro de Cultura se declare cantarinamente ser el novio de la muerte?
Cubierto el cupo de "un ministro cada 20 minutos", por lo menos, en los informativos de TVE, ni una referencia a la mencionada sentencia o a las multitudinarias manifestaciones en protesta por la misma. De Cristina Cifuentes y el vacío que deja su dimisión...¿quién es Cristina Cifuentes? Aquí ni la mencionamos. Algo de Manuel Valls porque ha pedido una plataforma constitucionalista unitaria para las elecciones autonómicas catalanas, es decir, con el PP incluído, y el informe del tiempo. ¿Comprenden por qué el PP retrasa todo lo posible el cambio de la cúpula de RTVE?
Noruega sigue ocupada por los rusos aunque se mantienen ciertas formas democráticas. El primer ministro Jesper Berg conspira en la clandestinidad con los nacionalistas de Noruega Libre para expulsar a los ocupantes. Es la trama esencial de la segunda temporada de Occupied (Movistar), una excelente serie Noruega basada en una idea original del autor de novelas negras y economista Jo Nesbo en la que, además, contradice lo de que "segundas partes no son buenas". Es mejor.
En la primera temporada llega al poder el Partido Verde pues las cuestiones medioambientales, sobre todo las relacionadas con la producción de petróleo, despiertan una gran sensibilidad en la ciudadanía. Al parar su extracción petrolífera, Rusia, que ve amenazado el suministro, invade pacífica y prepotentamente el país apoyada por la inacción de una Unión Europea que tampoco está de acuerdo con una decisión noruega que complica sus intereses.
En la segunda temporada los rusos llevan ya seis meses en el país. El movimiento nacionalista Noruega Libre incrementa sus acciones violentas. El Primer Ministro Jesper Berg se fuga e intenta formar un Gobierno en el exilio. La ciudadanía está dividida entre los partidarios de Noruega Libre y los que aceptan la situación y pretenden negociar una solución sin violencia. Naturalmente esta ficción no es equiparable a ninguna otra realidad pero sí lo es en algunos apuntes sobre la evolución ideológica de quienes optan por la lucha armada en la que, antes o después, el hipotético fin justifica todos los medios. El comunicado de la disolución de ETA del pasado viernes -con los más de 850 cadáveres a sus espaldas- es la comprobación del cinismo de los fundamentalistas poseedores de la verdad absoluta y de como pretenden manipular los hechos: si la realidad no se ajusta a tu discurso, manipulemos la realidad.
Series noruegas como Borgen ya habían deslumbrado por su trama, por esa mirada profunda sobre la política y los políticos en un sistema democrático. Occupied , la serie con el mayor presupuesto de cuantas se rodaron en su país, casi 10 millones de euros, muestra la hipocresía y el egoismo de las potencias occidentales y el sórdido devenir de un nacionalismo inicialmente ingenuo hasta desembocar en el fanatismo totalitario.