Algunos detalles de la actividad política española que confirma aquel slogan franquista, y más específicamente fraguiano, de que "España es diferente":
El compañero Albert Rivera hace tiempo que no da la cara para explicar las numerosas contradicciones del partido que preside. Debe de estar dedicado full-time a responder a las numerosas felicitaciones que sin duda está recibiendo por su política de pactos desde todos los centros de poder del mundo mundial. Si los independentistas catalanes son Gandhi, Luther King y Nelson Mandela, los de Rivera han recibido ramos de Flores de Macron, Winston Churchill, Abraham Lincoln y el Cid Campeador, por lo menos. Menos mal que aún le queda Inés Arrimadas para explicar lo inexplicable: de ser la primera fuerza política en Cataluña a perder un millón de votos y no conseguir un solo municipio autonómico en un plis-plas.
El compañero Pablo Iglesias, por su parte, está dando una inolvidable lección de pragmatismo político: si no me dan un coche oficial, con cartera incluida, una vez mas le pondremos una alfombra a la derecha. Ya lo hicimos en el 2016 cuando en una hábil maniobra política conseguimos con el apoyo del PP que Mariano Rajoy disfrutara una temporada mas del palacete de La Moncloa. Es lo que tiene el ser de la izquierda fetén: si no consigo parar la sangría de votos, que se joda el personal.
El PP, eufórico por obtener los peores resultados de su historia en la Comunidad de Madrid esta dejando la ciudad como Atila dejaba los campos. En un abrir y cerrar de ojos ya ha censurado los carteles de la Fiesta del Orgullo. Esa obsesión que tienen los conservadores con el Orgullo empieza a ser de diván. Como la que tiene ese juez Serrano de Vox que ha pedido la baja a ver si en ese mes se aclara conceptualmente entre violación, gatillazo y prostitución porque lo tiene todo algo confuso: han venido a salvar a España y aún no sabemos de qué. Quieren acabar con las medidas que disminuyen la contaminación, añoran los atascos y ya han dicho que van a cerrar la Oficina de Derechos Humanos y Memoria que abrió Carmena. Ya se sabe que la Memoria siempre va en su contra y que los pobres ya tienen el derecho de incrementar las estadísticas de exclusión social o de morir ahogados en el Estrecho.
¿Y los socialistas? Pues tampoco estaría mal -como señala el editorial de El País de hoy- que los socialistas navarros explicaran con la anhelada transparencia las conversaciones que, vía Geroa Bai, podrían estar manteniendo con EH Bildu, una organización integrada legítimamente el juego democrático pero que, como sucede con Vox, defiende un proyecto político que a día de hoy es incompatible con los presupuestos de nuestra Constitución.
"España es diferente" pero no estaría mal que empezáramos a ser similares.
Hay 0 Comentarios