Si hay algo evidente en la declaraciones de nuestrs políticos es su tendencia a la manipulación de los hechos, a retorcer la realidad para inclinarla hacia sus propios intereses o a los de su partido. No hay día en el que los informativos no nos ofrezcan todo un muestrario de esa capacidad manipuladora que, a juicio de sus protagonistas, consideran es más rentable electoralmente que aceptar lo que ocurre sin interpretaciones torticeras.
Cuando el inane president Torras afirma públicamente que "no permitiré nunca que se quiera asociar un movimiento democrático [el separatismo] con el terrorismo", a raíz de la detención de los nueve miembros de los comités de defensa de la república (CDR) bajo la sospecha de preparar actos terroristas ante la inminente sentencia del procés, está adelantándose a los acontecimientos, además de perder una excelente oportunidad de demostrar que preside para todos los catalanes y no solo para los que coinciden con su ideario político. Lo propio sería esperar a ver las pruebas que se ofrecen para justificar las acusaciones.
"Dos miembros de los Comités de Defensa de la República (CDR) detenidos el pasado lunes han confesado que estaban fabricando explosivos y haciendo pruebas con ellos, según han confirmado fuentes de la investigación. Estas han precisado que los investigadores tienen grabaciones en vídeo de algunos de los arrestados haciendo estos ensayos y declaraciones de testigos que han reconocido a varios de los integrantes del grupo como los compradores de las sustancias químicas utilizadas para elaborar los explosivos", publica hoy EL PAÍS.
Cuando Rocío Monasterio (ver foto de Marta Fernández Jara. Europa Press) , presidenta de Vox en la Comunidad de Madrid (¿qué hemos hecho los madrileños para merecer esto?), afirma públicamente que con la exhumación de Franco no se respeta la libertad de una familia de enterrar a sus muertos donde quieran, está despreciando una realidad incontestable: la de las 114.000 personas desaparecidas que aún quedan en las cunetas españolas.
Cuando desde distintos ámbitos políticos y tertulias televisivas señalan que la decisión de Mas Madrid de presentarse como Mas País a las elecciones generales favorece a la derecha, olvidan de liberadamente un hecho: que la derecha gobierna en el Ayuntamiento de Madrid, pese a ser Mas Madrid la lista más votada (un 30,99%, 6,5 puntos mas que el PP) gracias a la presencia de Izquierda Unida-Madrid en Pie, una coalición de Izquierda Unida y una derivada de Podemos encabezada por Carlos Sánchez Mato, que le restó los votos suficientes para gobernar aunque no consiguió ni un solo concejal.
Se pueden manipular los hechos, se puede aplicar una memoria muy selectiva para analizar la historia inmediata o se puede considerar a la ciudadanía tonta del bote. A elegir.
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