"The sister", cuatro capítulos en HBO, demuestra que se puede hacer una miniserie con cuatro duros y mantener una cierta intriga. Tambien demuestra que la mayoría de los guionistas no conciben una historia en la que hay un muerto y un bosque sin que una gran parte de sus secuencias transcurran de noche. Es el caso de "The sister" para desconsuelo del espectador y obstáculo para el director de fotografía.
Curiosamente la series nórdicas, incluso las islandesas, en las que los encapotados cielos presagian acciones nocturnas, los asesinatos y las investigaciones se hacen en pleno día. Debe de ser alguna ley compensatoria.
Una fiesta juvenil que celebra el fin de año. Nathan considera que no merece la pena seguir más tiempo de juerga y se va. Afortunadamente para el realizador en el camino de regreso hay que pasar por un bosque y allí se encuentra con la mas guapa del lugar que también se aburría en la fiesta. Y aparece un tercero, un tarambana que cree en los fantasmas. Se produce el drama: la más guapa muere y ellos la entierran en el bosque.
Tiempo después, Nathan se casa con Holly, la hermana de la difunta que está obsesionada con encontrarla. Su marido no abre la boca sobre lo sucedido y el tarambana reaparece de nuevo para martirizar al silencioso cónyuge. Citas, paseos, discusiones y cervezas son siempre de noche, como tiene que ser en un concepto elemental de lo misterioso.
La trama sigue su curso y, ciertamente, con más interes del que se pueda deducir de este relato textual, una narración injusta al no incluir imágenes aunque sin necesidad de dejarse la vista para vislumbrar lo que ocurre con tanta nocturnidad, incluso con alevosía.