La Agencia de Inmigración y Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés) acaba de dar un giro en su política de deportaciones. Cancelará los procesos de expulsión de miles de inmigrantes ilegales detenidos para concentrarse sólo en aquellos acusados de crímenes o que supongan una amenaza para la seguridad nacional.
Datos publicados por la Univ. de Syracuse sobre el incremento de casos por inmigración ilegal.
Mientras que los Republicanos ven en esta medida una especie de amnistía, las organizaciones pro-inmigrantes la han recibido con los brazos abiertos.
El director de la agencia John Morton comunicó a sus empleados los cambios en un informe -publicado inicialmente por el New York Times (PDF). En total, los agentes de ICE revisarán hasta 17.000 casos para anular los procesos de deportación de aquellas personas que están a punto de legalizar su situación, que no tengan antecedentes o que no sean una amenaza para el país.