En 1904 Prudencio Unanue, con 17 años, dejó su pueblo natal, Villasana de Mena. Abandonó España para probar suerte en Puerto Rico. Abrió una pequeña tienda de alimentación, se casó con una emigrante gallega, Carolina Casal y, después de tener su primer hijo, marcharon hacia Nueva York.
La familia Unanue posa con el libro "Si es Goya tiene que ser bueno: 75 años de historia", de Guillermo Baralt. Foto: Cristina F. Pereda
La historia de los Unanue es una de tantas entre los emigrantes españoles y puertorriqueños que apostaron todo su futuro por una oportunidad en la Gran Manzana. Salvo por una diferencia. El negocio que abrió en el barrio hispano de Nueva York a principios de siglo para importar productos españoles se ha convertido en Goya, la empresa familiar hispana más grande de todo Estados Unidos.
Goya cumple ahora 75 años y lo celebra con el libro "Si es Goya tiene que ser bueno: 75 años de historia", un repaso a la historia de la compañía desde el viaje de Prudencio hasta la apertura de plantas de producción en Florida o Sevilla y la evolución de una empresa que, en palabras de los nietos de su fundador, "representa a todos aquellos que cruzaron la frontera persiguiendo la libertad, un futuro mejor y la promesa de progresar".
"Confíamos en que el libro sea un documento histórico que guíe a la comunidad hispana con la misma pasión que ha convertido la compañía en lo que es hoy", declaró Peter Unanue, vicepresidente de Goya, durante la presentación.
"Toda la familia Unanue, así como nuestra familia extendida, integrada por unos 3500 empleados, se siente orgullosa de poder dejar este legado histórico para el beneficio de la presente y las futuras generaciones, pues más que una marca Goya representa el espíritu de perseverancia de todos los hispanos alrededor del mundo", comentó Robert Unanue, ahora presidente de Goya Foods.
Robert Unanue también describe el libro como la historia del crecimiento de la comunidad hispana en Estados Unidos. "Si lo miramos como un álbum de fotos, se convierte en la memoria de muchas familias, trabajadores y miembros de GOYA".
Las 446 páginas de "Si es Goya tiene que ser bueno: 75 años de historia", escritas por el historiador peurtorriqueño Guillermo Baralt, serán incluídas como parte de la colección de la Biblioteca del Congreso de los Estados Unidos. "Es un relato icónico de una familia de inmigrantes, una historia como tantas otras, que refleja el maravilloso principio español de ayudarse unos a otros", explicó Georgette Dorn, jefa de la División Hispánica de la Biblioteca del Congreso.
El ejemplar pertenece ya a la colección de 135 millones de libros de la Biblioteca. Entre ellos, ya hay 13 millones de ejemplares del mundo hispanohablante, de los que 3 millones son libros en español. "Es muy importante para nosotros contar con este libro, tanto en inglés como en español, dentro de nuestra colección", afirmó Dort.
Tal y como destacó Baralt, en sólo 30 años la compañia se había transformado de una pequeña empresa que importaba aceitunas y aceite de oliva en el barrio hispano de Nueva York hasta ser una empresa internacional. Al comenzar la Guerra Civil en España, Prudencio Unanue tuvo que cambiar la importación de aceitunas y aceite de oliva por unas latas de sardinas que llegaban desde Marruecos con la etiqueta Goya. En 1936 estableció la marca Goya Foods. En la década siguiente, la oleada de inmigrantes puertorriqueños a Nueva York se tradujo en una nueva oportunidad: importar los productos esenciales de la cocina española y latinoamericana para la comunidad hispana de la ciudad.
El proyecto para contar la historia de la familia Unanue comenzó en diciembre de 2006, y ha llevado a Baralt a revisar toda clase de documentos y fotografías, entrevistas a antiguos empleados, directores regionales en Puerto Rico, Estados Unidos, República Dominicana y España; familiares, proveedores e incluso trabajadores de los campos desde donde se importaban todos los productos hasta Estados Unidos.
"La historia de GOYA es la de la familia Unanue, la de la ética de trabajo de este país", dijo Baralt. El escritor destacó además que miles de empleados de la compañía no llevan el apellido Unanue, pero comparten el mismo sentido del trabajo que impulsó GOYA hasta lo que significa hoy para la comunidad. "Leer la historia de esta familia supone comprender mejor el significado de la comunidad hispana en este país", comentó.
"Más que una recopilación de datos o una historia cronológica, se trata de un relato de sueños y esperanzas de los hombres y mujeres de este país que se comprometieron a un futuro mejor", comentó Robert Unanue.
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Alguien tiene que poner coto a la censura galopante que se está posesionando de los foros de este diario, pues se sigue ejerciendo, si cabe con más saña, contra los que, como yo, se han enfrentado a los administradores que la ejercen, denunciando sus maniobras. Esta queja se está convirtiendo en un clamor en los últimos tiempos. Mi motivo para exponerla en este espacio, y en otros de similar hechura, es porque son los únicos en los que puedo plasmar una protesta que, de otra manera, resulta imposible: cualquier queja ante los censores es tan inútil como las súplicas ante El Guardían de la Ley. Y esto es lamentable. La administración –censura férrea muchas veces- de los foros, se lleva a cabo de una manera arbitraria. No tengo nada contra este sitio. Mi comunicado no va dirigido contra él ni su autor. Es una llamada de atención allí donde el mensaje puede ser escuchado, y esta, entre otras, es una buena plataforma. No pretendo interferir en su discurso. Mírenlo como una octavilla dejada caer en su estancias, o como una pintada en sus paredes.
Publicado por: Antonio | 10/04/2011 21:13:43
Lo siento, nos expresamos donde podemos. En los tiempos de la dictadura utilizábamos cualquier medio, fundamentalmente las paredes, único espacio en blanco accesible y democrático. Hoy parece que volvemos a las mismas, por lo que tenemos que desenterrar el spray para pintar en estos espacios virtuales. Disculpen las molestias. El mensaje es el que sigue: Censores, ¿tenéis miedo a la verdad? Entonces, ¿qué clase de libertad es esta? Hay una nueva suerte de terrorismo que se funda en la censura. Los medios caminan, a pasos agigantados, hacia el pensamiento único. A primera vista, y a un lector adocenado, pudiera parecerle que practican la pluralidad, pero es un espejismo. La auténtica oposición la silencian; la oposición, digo, aquella voz que disiente y se aparta del rebaño. A esa es a la que censuran. Tal la mía y las de otros que aquí se manifiestan. Sobre este subterfugio hay sobrados ejemplos. Que le pregunten, si no, a Noam Chomsky, sobre la libertad de expresión en EE.UU. Una pantomima. Una burda coartada para sostener la mentira del Poder, su intolerancia, el estrangulamiento de la democracia real. En este país (País también, lamentablemente), fieles discípulos, les están emulando con nota. Al fin los foros no son sino un entretenimiento para que la auténtica rebelión no salga a la calle. Pero nos queda la denuncia, y esa no la podéis detener. Comenzaremos el peregrinaje por foros y páginas, denunciando, una vez más, vuestros desmanes, administradores taimados. ¡No nos callaremos! Al menos, ya que coméis de El País, debíais de haber aprendido este principio. No somos simples payasos. Con esta protesta enseñamos que no hay que retroceder por muy fuerte que parezca el enemigo, fomentamos la indignación contra el silencio. En esto basamos nuestra dignidad.
Publicado por: Antonio | 09/04/2011 12:10:30