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Periodistas de El País en EEUU

Servicio público del Gobierno estadounidense en español

Por: | 31 de mayo de 2011

Enfrentarse a la primera declaración de la renta suele ser todo un desafío. Hacerlo en otro país  y en un idioma distinto sólo complica el reto. Solicitar un visado, rellenar solicitudes para un permiso de residencia o conocer las opciones de cualquier ciudadano en el caso de un desastre natural tampoco son procesos sencillos. Hay que navegar entre la burocracia, leer numerosos documentos y, en muchas ocasiones, entender un vocabulario legal y oficial que sólo complica la situación. 

GobiernoUSA.gov

El crecimiento de la población hispana en Estados Unidos llevó al presidente Bill Clinton a firmar en el año 2000 una Orden Ejecutiva que garantizara el derecho al acceso a la información a todos los ciudadanos estadounidenses que tengan un conocimiento limitado del inglés. La Oficina del Censo estimó entonces que 26 millones de norteamericanos hablaban español, una cifra que en 10 años se ha multiplicado por dos. 

"Se trata de mostrar otra cara del gobierno y cumplir con esa función de servicio público. Al fin y al cabo los ciudadanos pagan por ella con sus impuestos", asegura Laura Godfrey, directora gerente del portal GobiernoUSA.gov. La página se convirtió en una de las prioridades de la Administración Clinton desde el momento en que empieza a crecer la población hispana, y funciona como contrapartida del portal oficial en inglés, USA.gov

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El Tribunal Supremo de Estados Unidos apoya la ley de Arizona que penaliza a las empresas que contraten trabajadores indocumentados. Se trata de un importante golpe para el gobierno de Obama, los grupos por los Derechos Civiles y la Cámara de Comercio norteamericana, que rechazaron la medida firmada en 2007.

Con cinco votos a favor y tres en contra, los jueces nombrados por el partido republicano defienden que las leyes federales de inmigración -sólo el congreso tiene potestad para establecer dichas normas- no impiden que los estados retiren licencias a aquellos empresarios que violen leyes estatales. 

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Pancarta a través de trabajadores inmigrantes. Foto: Romancing the road en Flickr

"La regulación de Arizona no entra en conflicto con las leyes federales", escribió el Juez John Roberts, encargado de redactar la sentencia. La ley fue rechazada por los jueces Stephen Breyer, Ruth Bader Ginsburg y Sonia Sotomayor. Elena Kagan, también nombrada por un presidente demócrata, se recusó de la votación por haber trabajado en esta ley cuando era fiscal general del estado. 

Tal y como explica Roberts en la sentencia, las organizaciones habían argumentado que la normativa de Arizona violaba un apartado de la Ley de Control y Reforma de Inmigración de 1986, que prohibe a los estados imponer sanciones a empresarios que contraten a inmigrantes indocumentados. Sin embargo, también avala la autoridad estatal para imponer dichas penalizaciones a través de "licencias y leyes similares", una especificación que ha hecho que esta ley llegue hasta el Tribunal Supremo. Roberts ha respaldado hoy que "la ley de Arizona instruya a los juzgados para que suspendan o revoquen las licencias de empesarios que contraten a inmigrantes no autorizados para trabajar".

El Juez Breyer, quien firmó la opinión de la oposición, afirmó que "ya sea de forma directa o a través de la incertidumbre que crea, la ley de Arizona impondrá una carga adicional sobre los trabajadores legales" y podría llevar a la discriminación en contra de algunos empleados. 

La ley, firmada en el año 2007 por la entonces goberandora Janet Napolitano -ahora Secretaria de Seguridad Nacional-, establece una penalización para aquellos empresarios que contraten a trabajadores indocumentados. Además, les obliga a participar en el controvertido programa E-Verify para comprobar si los empleados tienen permiso de trabajo. 

La iniciativa fue recibida con rechazo por parte de la Cámara de Comercio y diversos grupos por los Derechos Civiles, quienes argumentaron que los estados no deberían imponer sanciones civiles a los empresarios basándose en cuestiones de inmigración. El gobierno de Obama también se opuso, argumentando que esta materia sólo puede ser regulada a nivel federal. Como en el caso de la ley de inmigración de Arizona SB1070 firmada el año pasado por Jan Brewer, alertaron del riesgo de que los estados empezaran a regular por su cuenta.

Por eso esta última decisión del Tribunal Supremo podría suponer un respaldo para las iniciativas estatales. Otros ocho estados cuentan con normativas similares a ésta de Arizona. Y a pesar de que todavía no hay una decisión definitiva en cuanto a la ley SB1070, la corte superior de Estados Unidos alegaba hoy que los estados sí tienen libertad para tomar decisiones independientes en materia de inmigración. 

La controvertida ley de inmigración de Arizona también ha sido rechazada por organizaciones defensoras de los Derechos Civiles y por la administración Obama. Su denuncia logró que varios apartados de la normativa no entraran en vigor en julio de 2010. El mes pasado, un juez federeal y la corte de apelaciones de Arizona apoyaron la decisión de que la ley no entre en vigor al completo hasta que se resuelva el litigio. La gobernadora Brewer amenazó entonces con llevar el caso al Tribunal Supremo.

Sentencia del Tribunal Supremo aprobada hoy:

GRANTA, en español, en Estados Unidos

Por: | 23 de mayo de 2011

Si buena parte de la literatura española contemporánea parece hoy excéntrica a la europea, la de la América hispánica ha sido siempre el extremo occidente literario, otra manera de ser europeos, si se quiere, pues sus tradiciones incorporan todas las fuentes, no sólo las propias. No hay extensión territorial (ni población) semejante que comparta el mismo idioma en 'naciones' continuas". 

Es la introducción del número II de GRANTA, que recoge "Los Mejores Narradores Jóvenes en Español". Durante todo un año los responsables de la revista literaria leyeron obras de todos los países hispanohablantes para encontrar a los mejores autores menores de 35 años. Llegaron a tener 300 candidatos. "Cuando lo entregamos a los directores de la edición en inglés se quedaron sorprendidos con la riqueza y la calidad del material", explicó Valerie Miles, directora de la edición junto a Aurelio Major.

Miles recordó que según alcanzaban la selección final se dieron cuenta de que predominaban los autores argentinos y faltaban firmas femeninas. "Se lo explicamos a los directores y su respuesta fue 'sed valientes'. No queríamos cuotas. Queríamos hacer una radiografía de lo que se está publicando ahora mismo en español", comentó Miles.

"Somos todos un poco de su padre y de su madre. Y está bien así. Precisamente por ello puede que esto haga que la suma de todos, si no más grande, sea más reveladora que cada una de sus partes. Un ejemplo elocuente de literatura a cuarenta y cuatro manos, si es que antes hubo uno", escribió Javier Montes para la presentación del número en Español. Montes es uno de los seis autores españoles seleccionados en este número.

Y ése es el tesoro que guarda esta edición de GRANTA. Ésa era la apuesta. Veintidós voces, veintidós estilos y veintidós maneras de retratar un mismo idioma. El número, editado en inglés y español, fue presentado la semana pasada en Estados Unidos durante la gira “Building Bridges: Spanish and English Language Writers in Conversation”, una serie de conversaciones entre autores españoles y norteamericanos.

Granta

"El español tiene el honor único de ser empleado en tantos países distintos, cada uno de ellos haciéndolo de una forma distinta", comentaba  la autora y profesora Asma Nafisi.

A juzgar por los representantes españoles en Washington la semana pasada, el español podría ser secundario. "Me siento más identificado con Henry James que con [Mario] Vargas Llosa", confesó Andrés Barba. Al terminar la presentación explica que les han perseguido las preguntas sobre el último Nobel de Literatura, sobre Gabriel García Márquez, sobre Federico García Lorca. Pero esta es una nueva generación de autores que más allá de su edad y del idioma, no creen en etiquetas ni en grupos.

"Es una nueva generación que no han vivido lo mismo que García Lorca. Ni siquiera la misma época que [Antonio] Muñoz Molina. Son mucho más personales, se basan en su propia biografía. Me pregunto cómo sobrevivirán a tanta libertad", comentó Nafisi. 

"Tienes que decidir si vas a escribir para continuar con una tradición o vas a hacerlo por ti mismo", le respondió Javier Montes. Su "Vida de Hotel", historia de un crítico hotelero y su vida en constante mudanza a habitaciones en medio de ninguna parte, puede sorprender a más de un norteamericano que busque entre líneas retazos de realismo mágico. "No creo que haya tendencias. Tenemos en común formar parte de Granta o quizás nuestra edad. Pero cuanto más borrosa sea la imagen que formamos, mejor", dice Montes.

Nafisi confesó haber visitado España después de conocerla a través de la letra de García Lorca, pero no encontró en ninguno de los autores españoles las mujeres que, supuestamente, habrían heredado algo de Bernarda Alba. "No creo que mi personaje tenga nada de Bernarda", comentó Barba. Su protagonista se aleja de Lorca en medio de una obsesión por colocarse un cuerno en medio de la frente gracias a su próxima operación de cirugía estética.

"Creo que [GRANTA] ha conseguido una representación acertada de lo que está ocurriendo. Somos muy distintos unos de otros. Y el hecho de que la selección sea tan diferente la hace más exacta", añadió Barba.

Una selección de autores que, además, podrían estar más interesados con sus contemporáneos que con los clásicos. "A veces encuentras a autores que no leen a sus compañeros. Si no lo hacemos nosotros, ¿quién va a hacerlo?", comentó Alberto Olmos, que participa en este número con "Eva y Diego", el primer capítulo de su próxima novela.

"En un momento en el que el arte y la literatura resultan tan importantes, resulta clave que la Embajada de España haya juntado a estos autores aquí", reconoció Nafisi.

"Queríamos establecer un diálogo entre autores norteamericanos y españoles y nos encontramos con esta casualidad. Nuestras ganas de hacer algo ambicioso e interesante coincidieron con que Granta elegía a los mejores autores de lengua hispana", comentó Guillermo Corral consejero cultural de la Embajada de España en Washington.

El resultado es “Building Bridges: Spanish and English Language Writers in Conversation”, una serie de conversaciones que forman parte del programa Spain Arts & Culture 2011, un ambicioso programa que reúne lo último de la escena artística española más contemporánea. La gira literaria ha llevado a Seattle, San Francisco, Chicago, Washington y Nueva York a varios de los autores pertenecientes a la selección de “Los mejores narradores jóvenes en español” de Granta.

"Quizás la literatura española se ha convertido, en estas últimas décadas, en algo tan complejo y diverso, que ha perdido su carácter nacional y se ha convertido en una multiplicidad universal de admirables voces singulares", escribió el autor argentino Alberto Manguel acerca de este número de GRANTA. Parte de esa multiplicidad, tal y como reconoció Marie Arana, crítica literaria del diario The Washington Post y moderadora de la conversación en la capital, está también en Estados Unidos. 

Arana presentó a los tres autores españoles destacando una nueva diversidad antes impensable. La diversidad de lenguas que dibuja un nuevo mapa idiomático en todo el país desde hace varias décadas. "Mientras la ola demográfica cogía fuerza, autores hispanos concebían sus obras en español, las escribían en inglés y después buscaba traductores", explicó. "Es un tipo de multiculturalismo que nunca podíamos haber imaginado".

Sin Papeles. Sin Miedo.

Por: | 19 de mayo de 2011

Hace diez años que el Dream Act fue presentado por primera vez en el Senado de Estados Unidos. Era apenas un mes antes de los atentados del 11 de Septiembre y todo apuntaba a que la clase política terminaría poniéndose de acuerdo para arreglar el sistema migratorio. El ataque terrorista que acabó con la vida de más de 3.000 personas también fue el punto final a aquel intento de cambiar las leyes de inmigración.

Y hace diez años miles de estudiantes norteamericanos vieron en esa ley con el mágico nombre de "Dream Act" un rayo de esperanza. La propuesta no era tan ambiciosa como para asustar a los republicanos: apenas un millón de jóvenes podrían beneficiarse de ella y no hay rastro de una amnistía para inmigrantes que han entrado de forma ilegal en el país. Y tampoco quiere ir tan lejos como para que los demócratas tengan miedo de poner su nombre entre los votos que ayudarán a aprobar la ley. 

Pero ha pasado una década, muchos de los que entonces seguían las noticias del Dream Act desde el colegio ahora se han graduado en la universidad. Y siguen sin papeles. Y se han cansado. Y dicen no tener miedo. Cuando la ley de inmigración de Arizona puso de relieve la necesidad de iniciativas más pequeñas como esta ley otorgaría la ciudadanía a aquellos estudiantes que accedieran a la universidad o el Ejército, decidieron salir de las sombras.

Juan, Isabel y María son tres estudiantes hispanos indocumentados que desde hace dos años hablan abiertamente de su estatus legal para poner un rostro al debate sobre la inmigración. Su lema: Sin papeles, Sin miedo. 

"Estamos cansados de que la gente cuente nuestra historia, es nuestra herramienta más poderosa así que queremos asegurarnos de que nos escuchen a nosotros directamente". Para Juan, las grandes organizaciones nacionales en defensa de la reforma han marcado el debate durante todos estos años, pero muchos como él no se sentían representados. "En cierto momento decidimos que teníamos que tomar las riendas y contar nuestra propia historia".

Juan es el portavoz de Dreamactivist.org, una de las primeras organizaciones en acumular recursos para los estudiantes, proporcionarles consejo acerca de las insitituciones a las que pueden acceder e informarles de los últimos avances en legislación. Despues de unos primeros meses cogiendo fuerzas, eventos de Dream Activist en todo el país han prendido centenares de mechas que siguen marcando el camino de miles de estudiantes en busca de su propio sueño americano

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La estudiante y activista Isabel. Foto cortesía de Jon
Styer/Eastern Mennonite University.

Isabel acudió a uno de esos encuentros en el estado de Virginia en 2009. Inmediatamente después decidió crear el departamento local de Dream Activist con el objetivo de que el congreso estatal firmara una declaración de apoyo al Dream Act. Lo consiguió. Graduada por la universidad de Stanford, visita iglesias, colegios y centros comunitarios para contar su experiencia. 

"Tenía dos opciones. Seguir viviendo en las sombras y dejar que otros hablaran por mí, o contar mi propia historia. La gente todavía no sabe que no somos criminales, somos estudiantes americanos", dice Isabel. Su familia reaccionó con miedo cuando en 2009 decidió unirse a una organización para liderar protestas y reivindicaciones del Dream Act en Virginia. "Ahora están orgullosos. Mi madre siempre ha defendido que aunque ella nunca logre ser ciudadana norteamericana, nosotros ya lo somos". 

Juan explica que estos encuentros son, para muchos estudiantes indocumentados, la primera ocasión en la que saben de verdad cuántos jóvenes como ellos viven en la misma situación. Están a punto de graduarse en el instituto o la Universidad, el título que reciban no les sirve para obtener un trabajo en Estados Unidos y tampoco quieren ser deportados al país en que nacieron pero donde se sienten extranjeros. La mayoría llegó con sus padres cuando eran muy pequeños y han crecido como hispanos y como americanos. 

"Como inmigrante indocumentada esta lucha es personal, lucho por mi vida" dice Isabel. "Soy licenciada en Trabajo Social pero ¿ahora qué?" Parte de esta lucha por el Dream Act consistió, durante meses, en charlas, llamadas y cartas a senadores y congresistas que nunca mostraron demasiado entusiasmo por una ley de inmigración, por minoritaria que fuera. El verano pasado decidieron aumentar la presión con una sentada en Arizona. Cuatro estudiantes acabaron detenidos frente a las oficinas de John McCain. El candidato republicano a la presidencia en 2008 lideró varios intentos de reformar el sistema de inmigración, pero en los últimos dos años ha cambiado tajantemente su discurso. 

Poco después apostaron por Harry Reid, líder de la mayoría demócrata en el Senado y responsable de presentar el Dream Act para someterlo a voto. Se sentaron el la puerta de su oficina en Washington. "Quisimos escalar el debate, habíamos hecho todo lo posible para pedirle que propusiera un voto de la ley". Isabel, junto con otros 20 estudiantes indocumentados, acabaron siendo detenidos. Ninguno fue deportado. La administración Obama ha prometido que no deportará a ningún joven que pudiera beneficiarse del Dream Act -ley que sigue apoyando- aunque muchos han compartido públicamente las cartas de deportación que han recibido. 

Como ellos, María también llegó antes de ser una adolescente. Hoy, con 24 años y a punto de graduarse en la universidad, ve en el Dream Act una oportunidad que puede cambiar su vida. "Me permitiría legalizar mi situación a través de la educación. Es importante que apoyemos este movimiento, que luchemos por nuestros derechos como inmigrantes, por nuestra educación. Lo hago por mí y por todos los que no pueden compartir su situación", comenta. Según las estimaciones, un millón de estudiantes podrían beneficiarse de la firma de esta legislación por el presidente Obama.

Isabel también siente el peso de la representación. En un principio lo hacía por razones personales, pero "ahora sé que represento a los 65.000 estudiantes indocumentados que se gradúan cada año en los institutos estadounidenses".

Según Juan, compartir abiertamente su estatus legal no será suficiente para convencer a políticos y ciudadanos de la necesidad de aprobar el Dream Act. "Somos una comunidad muy fuerte de gente que está dispuesta a exponerse y también a que le detengan. Pero tenemos que acercarnos a todos y cada uno de los estados en los que podemos obtener un voto a nuestro favor. Ya no tenemos miedo, queremos que nos tomen en serio". Y tan serios como cualquier lobbie organizado en la calle K de Washington, planifican llamadas, estudian votos y argumentan con los parlamentarios más proclives a apoyarles.

Se muestran optimistas ante la perspectiva de que el Dream Act pueda ser aprobado en los próximos meses. Pero no quieren ser moneda de cambio. "No queremos que se condicione esta ley a la aprobación de medidas negativas que nos perjudiquen", advierte Juan. "Tampoco nos gustaría que Obama nos utilizase para relanzar su campaña electoral del año que viene",  

Reacciones al discurso de inmigración de Obama

Por: | 11 de mayo de 2011

Somos la primera nación fundada por una idea -la idea de que cada uno de nosotros merece la oportunidad de forjar su propio destino. Es por esta causa que cientos de pioneros e inmigrantes han arriesgado todo por venir hasta aquí. El futuro es sólo nuestro. Pero para llegar hasta él, no podemos seguir parados". 

Estas palabras del presidente Obama en el último discurso sobre el Estado de la Nación tuvieron su réplica ayer, cuando volvió a apostar por un nuevo sistema de inmigración.

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Obama durante el discurso en El Paso, Texas. Foto: Lawrence Jackson, The White House

El presidente ha recibido aplausos por mantener la reforma de inmigración entre los asuntos que quiere resolver antes de 2012, pero también hay quien interpreta el discurso de ayer como un acto electoral más, con la vista puesta en las elecciones y la especial importancia que van a tener los votantes hispanos. Obama va a necesitar el apoyo de la oposición en esta tarea, y no será sencillo. Su principal argumento: "Hemos hecho todo lo que querían los Republicanos que alegaron que apoyarían una reforma más amplia con la condición de que fueramos serios en materia de seguridad. Todo lo que nos han pedido, lo hemos hecho". 

Y su visión a partir de ahora: "Yo he hecho mi trabajo, necesito vuestra ayuda". Obama quiere que la reforma llegue, en parte, como llegó el a la Casa Blanca. Con el impulso de un movimiento de las bases gracias al apoyo de miles de voluntarios y la implicación de cientos de líderes locales. Quiere que ellos presionen al Congreso para pedir la reforma, algo que reduciría el desgaste por su parte.

El día antes del discurso diversos miembros del gobierno participaron en una teleconferencia con periodistas y reconocieron que el debate puede encenderse en los próximos meses pero quieren superar la polémica "aministía". "Pelearse por la inmigración es arriesgarse a despertar la histeria xenófoba, separatista y más amarga de los grupos anti inmigrantes. Es un riesgo político que Obama no parece poder permitirse. Pero es un riesgo que debe asumir", reconoce la publicación digital AlterNet. 

Para Juan González, de The New York Daily News, el discurso quedó en una decepción. "El Presidente dijo todo lo que tenía que decir sobre la necesidad de arreglar el sistema de inmigración, a la vez que alabó el progreso hecho en la frontera. Pero cuando terminó con la retórica, Obama cerró con una invitación bastante débil para que trabaje el Congreso. Yes We Can se convirtió en No, I Can't". 

"El presidente no debería esperar al Congreso", avisaba el martes por la mañana Ali Noorani, director ejecutivo del Foro Nacional de Inmigración. "Debería presentar su propuesta de reforma y compartir su estrategia para conseguirlo. Nos gustaría que empleara todo el poder y recursos de su oficina para lograr que avance esta legislación". 

La Casa Blanca compartió precisamente ayer algunos detalles sobre la propuesta del presidente. No es un proyecto de ley, pero sí incluye las condiciones que a Obama le gustaría ver incluídas en la reforma

  • Continuar el esfuerzo para cumplir con la responsabilidad gubernamental de proteger la frontera
  • Exigir la responsabilidad de los empresarios que violan las leyes al perjudicar a trabajadores norteamericanos y explotar a empleados indocumentados 
  • Reforzar nuestra competitividad económica con la creación de un sistema de inmigración legal que refleje nuestros valores y diversidad
  • Reclamar su responsabilidad a aquellos que viven en Estados Unidos de forma ilegal.

Y entre los pasos iniciales se encontraría también la aprobación del DREAM ACt, una ley que abre la puerta a la ciudadanía a estudiantes indocumentados que accedan a la universidad o al ejército. La respuesta no ha tardado en llegar y hoy mismo el demócrata Dick Durbin ha planteado una nueva propuesta en el Senado

Obama también defendió ayer que la modificación del sistema no es sólo un paso correcto, sino una decisión inteligente para el país. El presidente ha adoptado el argumento económico que defienden las organizaciones pro inmigrantes desde hace varios años: Estados Unidos podría recaudar unos 66.000 millones de dólares en impuestos. También ha reiterado que necesita el apoyo de los líderes religiosos, empresarios y organizadores que defiendan la necesidad de la reforma entre miembros de su comunidad, pero para muchos la llamada llega tarde.

"Hemos pedido al presidente que reconozca la necesidad de un nuevo sistema y que ponga orden en la forntera desde que llegó a la Casa Blanca", declaró Jennifer Allen, directora ejecutiva de la organización Border Action. "Discursos maravillosos y reuniones con líderes son importantes, pero cuando las deportaciones y los abusos en la frontera siguen al nivel más alto de los últimos años, necesitamos ver al presidente hacer algo".
 
En el ámbito político, Obama recibió más críticas que apoyos. Mike Honda, congresista por el estado de California, es uno de los pocos apoyos de Obama en la Cámara de Representantes cuando se trata de inmigración. Honda aplaude el esfuerzo del presidente, pero también reconoce que hasta que no haya reforma, "seguiremos teniendo dos Américas". El diario especializado The Hill recoge también las declaraciones de Lamar Smith, congresista republicano y que considera que la frontera con México sigue sin ser segura y Obama es el único responsable. El senador republicano John Cornyn, de Texas, sólo concede al presidente que la situación haya mejorado un poco estos dos años, "pero gran parte de lo conseguido se debe al trabajo realizado por el ex presidente Bush y por el Congreso en los ocho años anteriores, no por lo que haya hecho Obama". 

Jan Brewer lleva la ley de Arizona al Tribunal Supremo

Por: | 09 de mayo de 2011

La gobernadora de Arizona, Jan Brewer anunció hoy que recurrirá al Tribunal Supremo la decisión de la juez federal que suspendió la ley de inmigración estatal SB1070. Es el último paso dado por la gobernadora para lograr la aplicación completa de la ley que reabrió el debate sobre inmigración en Estados Unidos el año pasado. Según los expertos, la decisión tiene como objetivo acelerar el proceso legal en el que se encuentra atascada la ley. 

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La gobernadora Jan Brewer de Arizona. Foto: Arizona HOSA en Flickr.

"Siempre supimos que esta serÍa una lucha legal muy larga", reconocía Brewer esta tarde en Phoenix, Arizona. "Estoy convencida que al final el estado de Arizona prevalecerá". Su objetivo es que el Tribunal Supremo anule la decisión de la juez federal que el pasado mes de abril mantuvo la suspensión de ciertas clausulas de la ley SB 1070, impidiendo que entrara en vigor en su totalidad. 

 El anuncio llega además apenas 24 horas antes de que el presidente Obama dé un importante discurso a favor de una reforma completa del sistema de inmigración en El Paso, en la frontera entre Texas y México.

La pugna entre Brewer y el gobierno de Obama, que denunció la ley SB1070 ante los tribunales hace un año, logrando que se detuviera la aplicación de las cláusulas más polémicas, es la pugna entre dos propuestas para solucionar el fallido sistema migratorio estadounidense. Por un lado, la gobernadora republicana defiende que la falta de iniciativa tanto del congreso como de la administración en los últimos años ha reducido la seguridad en la frontera e incrementado la inmigración ilegal. Brewer y su partido defienden que los estados deberían poder legislar por su cuenta para resolver este problema.

"Durante décadas, el gobierno federal ha renunciado a su deber constitucional de garantizar la seguridad en la frontera. Precisamente por esa negligencia Arizona se vio obligada a actuar para proteger a sus ciudadanos a través de la ley SB 1070", alegó Brewer.

La administración defiende todo lo contrario: la Constitución norteamericana dice que sólo el Congreso puede legislar en materia de inmigración y que cualquier iniciativa estatal es ilegal. 

Basándose en ese principio, la administración denunció el pasado mes de julio seis apartados de la ley. (El resto entraron en vigor el día 29 de ese mismo mes). Los jueces dieron la razón al Departamento de Justicia alegando, como el gobierno de Obama, que la creación de "parches", leyes de inmigración estatales, sólo sería un obstáculo para el esfuerzo a nivel nacional.

Brewer contraatacó con una nueva denuncia contra el gobierno federal. El pasado mes de abril, la corte de apelaciones volvió a ponerse en su contra y defendió que el bloqueo de las cláusulas de la ley que, entre otras cosas, otorgan competencias a los agentes de policía para comprobar el estatus migratorio de "cualquier persona sospechosa de ser ilegal".

La gobernadora tenía entonces dos opciones: apelar de nuevo ante este juzgado o llevar el caso ante el Tribunal Supremo. "Tenemos más posibilidades de que todas las cuestiones legales en torno a SB 1070 queden resueltas mucho más rápido [en el Tribunal Supremo] para que la ley pueda empezar a cumplir su cometido", explicó Brewer. El estado tiene hasta el próximo 11 de julio para completar la apelación.  

Selección USA Español: tres caminos hacia el sueño americano

Por: | 06 de mayo de 2011

En Illinois, en Connecticut y en Maryland.

El Senado de Illinois aprobó esta semana una ley que abre un nuevo camino para jóvenes inmigrantes indocumentados. Por primera vez tendrán acceso a becas financiadas con fondos privados a pesar de haber entrado en el país de forma ilegal. La ley, según el demócrata John Cullerton, responde a la idea de que estos jóvenes no deben ser penalizados por un delito que cometieron sus padres. Entre los requisitos, los estudiantes deben tener al menos un padre inmigrante y haber sido admitidos en una universidad. Solo entonces tendrán acceso al llamado "Illinois DREAM Fund". 


Mariano Cardoso, estudiante indocumentado de Connecticut,
durante su comparecencia ante la Cámara legislativa estatal.

El proyecto de ley está pendiente de aprobación en la Cámara de Representantes estatal y después tendrá que ser ratificado por el gobernador de Illinois, Pat Quinn. En total casi 100.000 estudiantes podrían verse beneficiados por esta medida. Aprobada con 45 votos a favor y 11 en contra, la propuesta contó con el apoyo de algunos senadores republicanos, pero no tiene garantizada la victoria en la Cámara.

Tal y como explica el diario Chicago Tribune, los estudiantes deberán además tener un número identificador para poder declarar impuestos, algo que pueden hacer porque el departamento de hacienda estadounidense no comparte esos datos con el de Seguridad Nacional, encargado de controlar la inmigración. La preocupación de los republicanos, más allá de querer impedir la legalización de indocumentados, es que consideran que estos jóvenes ya pueden beneficiarse de becas en universidades públicas, también financiadas con los impuestos de todos los ciudadanos. 

Los defensores de la propuesta reclaman sin embargo que los inmigrantes indocumentados que tienen un puesto de trabajo también contribuyen a estos fondos con sus impuestos, y deberían poder beneficiarse de las becas como cualquier otro estudiante. 

Maryland también podría convertirse en uno de los once estados que permiten a inmigrantes indocumentados pagar la matrícula de universidades estatales. Los estudiantes graduados en institutos de Maryland tendrían que demostrar que sus padres o tutores legales pagan los impuestos y acceder a la enseñanza superior a través de los llamados Community Colleges. Desde ellos podrán trasladarse después a una universidad estatal. 

Pero dos delegados republicanos ya han lanzado una campaña para impedirlo. "Nuestros dólares van a financiar a inmigrantes ilegales", protestaba Neil Parrot, congresista en contra de la iniciativa, en declaraciones a The Washington Post. A través de la web Mdpetitions.org solicitan más de 55.000 firmas que servirían para impedir la aprobación de la ley.  

Las opciones de Illinois y Maryland todavía tienen muchos obstáculos por delante, pero un joven estudiante de origen mexicano vio esta semana como su sueño de graduarse en la universidad se hacía realidad y además desaparecía la pesadilla de una posible deportación. Según informa Associated Press, Mariano Cardoso luchaba desde hace dos años para poder quedarse en Estados Unidos cuando el senador Richard Blumenthal se involucró en el caso. Cardoso podrá seguir viviendo en Estados Unidos pero sigue siendo una excepción. 

La ley DREAM Act cayó el pasado diciembre en el Congreso durante la última oportunidad que tenía de llegar hasta las manos de Obama para su aprobación. Era la última sesión legislativa antes de que el partido republicano lograra la mayoría en la Cámara de Representantes y se convirtiera en el principal obstáculo de las medidas impulsadas por los demócratas. Desde entonces, diversas organizaciones pro inmigrantes han presionado al presidente para que suspenda las deportaciones de estudiantes sin antecedentes delictivos y que podrían beneficiarse inmediatamente en el caso de que el DREAM Act sea aprobada en un futuro cercano.

El presidente, por su parte, ha reiterado su compromiso con este proyecto de ley y con la reforma migratoria en las reuniones mantenidas recientemente con miembros de la comunidad hispana. La semana pasada insistió de nuevo durante la ceremonia de graduación de los estudiantes de la Universidad de Miami - Dade. La semana que viene tendrá una nueva oportunidad en el discurso que ofrecerá en El Paso, Texas, para renovar su compromiso con la reforma.  

¡Feliz Cinco de Mayo!

Por: | 05 de mayo de 2011

Cuando en los años 60 un grupo de universitarios de California pensaron cómo celebrar la herencia mexicana en Estados Unidos, no pensaron que la fecha elegida se convertiría en mayor motivo de fiesta aquí que en México. Pero así fue. El Cinco de Mayo -'sinco de maio' para los norteamericanos- es el día de los tacos, las margaritas y el guacamole.

El San Patricio mexicano incluye desfiles, fiestas, happy hour con un toque mexicano y hasta encierros. Y también un toque comercial que poco tiene que ver con el acontecimiento histórico que inspiró la elección de esta fecha. En 1862 las tropas mexicanas impidieron, tras una larga batalla, la invasión de su territorio por Napoleon III. El líder francés eligió Puebla como punto de entrada y ahora es esta ciudad la que más celebra esta fecha con desfiles y hasta recreaciones de la victoria del General Zaragoza. Al fin y al cabo, fue la última ocasión en que un país del continente americano vivió un intento de invasión por fuerzas militares europeas. 

Cualquier celebración en México es mucho menor que el despliegue realizado, tanto por ciudadanos de origen mexicano como por estadounidenses, al norte de la frontera. Valga como ejemplo lo más comentado en Twitter: #cincodemayo es Trending Topic en Washington pero no en México. Allí hay otro protagonista: Napoleón se ha colado en la lista de temas más comentados del día.


Celebración del Cinco de Mayo en la Casa Blanca en 2010.

El año pasado, los Phoenix Suns de la NBA aprovecharon la fiesta para cambiar el nombre en sus camisetas durante uno de sus partidos. Cambiaron el nombre del equipo por "Los Suns" y de paso protestaron contra la ley de inmigración que acababa de aprobar su estado, Arizona. 

Pero las celebraciones más numerosas en Estados Unidos suelen tener lugar en Los Ángeles, Houston y Chicago, donde viven grandes comunidades de mexicanos. En Washington, el Cinco de Mayo cuenta con un Festival Nacional que el año pasado llegó hasta la Casa Blanca. Barack y Michelle Obama recibieron a decenas de bailarines que actuaron en los jardines de la residencia el fin de semana anterior a la fiesta. Este año no se ha repetido la actuación, pero no faltó el Festival Nacional Cinco de Mayo junto al Monumento Nacional de la capital.  

Festivales y desfiles aparte, el Cinco de Mayo se ha convertido también en una excusa para comer y beber productos mexicanos. Según la Comisión de Aguacate de California, los norteamericanos consumen más de 38.000 toneladas de aguacate sólo en el día de hoy. Las recetas de guacamole dominan esta fecha, pero no faltan enchiladas, tortas, quesadillas, tacos ni ensalada de maiz, bañados con buenas margaritas. 

¡Feliz Cinco de Mayo!

El País

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