La Casa Blanca ha confirmado que cancelará los procesos de deportación de 300.000 inmigrantes indocumentados que carecen de antecedentes penales. La decisión forma partede un cambio en las prioridades del Departamento de Seguridad Nacional que a partir de ahora se centrará en aquellas personas que no tienen permiso de residencia en Estados Unidos y que supongan un peligro para la seguridad nacional o hayan violado las leyes de inmigración en varias ocasiones.
El congresista de Illinois Luis Gutiérrez, uno de los más críticos con la política de deportaciones de Obama. Foto: Cristina F. Pereda.
Miembros del gabinete de Obama han explicado este mediodía que el presidente ha querido responder así a la carta enviada el pasado mes de abril por varios congresistas, pidiéndole que cambiara la política de deportaciones porque estaba afectando a familias cuyos hijos tienen nacionalidad norteamericana y a miles de inmigrantes que no han cometido delitos criminales -la entrada ilegal en el país está considerada un delito civil. El cambio también supone que las autoridades no iniciarán el proceso de deportación de personas indocumentadas que no hayan cometido infracción alguna.
Desde entonces, el debate sobre la reforma de inmigración parecía haber cogido fuerza gracias a numerosas concentraciones en todo el país para protestar contra la política migratoria del gobierno. Algunas de ellas se celebraron esta misma semana. Después de un año en el que varios estados han aprobado leyes de inmigración como la de Arizona, que todavía está pendiente en los tribunales, el anuncio del cambio de política de deportaciones reavivará aún más la conversación.
"Las nuevas prioridades en materia de deportación traerán temporalmente justicia y equilibrio al roto sistema de inmigración", celebró en un comunicado el Foro Nacional de Inmigración, una de las más grandes organizaciones en defensa de los inmigrantes. El Centro por el Progreso Americano, por otro lado, también ha acogido positivamente la decisión, que calificaron de "un esfuerzo gigante sin precedentes".
Según miembros de la administración, las autoridades de inmigración revisarán "caso por caso" la situación de las personas que han entrado en el proceso de deportación. Aquellas sin antecedentes, que no supongan un peligro para la seguridad nacional o que tengan importantes lazos familiares y sociales en Estados Unidos -incluídos los matrimonios homosexuales-, recibirán una carta informándoles de que su caso queda suspendido. Eso no impedirá que sea reabierto en un futuro. Algunos, además, podrán pedir un permiso de trabajo en Estados Unidos.
"Este anuncio tan esperado proporciona un alivio necesario a inmigrantes que contribuyen activamente en sus comunidades y nuestro país. Es una medida esencial hasta que el Congreso abandone la postura actual y afronte una verdadera reforma del sistema de inmigración", declaró Ali Noorani, director del Foro Nacional de Inmigración.
Queda por aclarar aún cómo se aplicarán estas medidas, si de verdad se reducirá el número de inmigrantes indocumentados que no han cometido delitos. Apenas 24 horas antes del anuncio, la Casa Blanca publicaba en su blog oficial las últimas cifras de deportaciones. El mensaje respondía a las manifestaciones de los últimos días y críticas de organizaciones en todo el país desde que el Departamento de Seguridad Nacional anunciara que la controvertida iniciativa "Comunidades Seguras" sería aplicado en todo el país. Este programa permite a la policía local compartir datos de personas detenidas con las agencias de inmigración, algo que ha contribuído al aumento en el número de deportaciones. Según la Casa Blanca, más de la mitad de personas deportadas en los últimos dos años tienen antecedentes criminales. Hace dos años eran el 30 por ciento.
El presidente Obama, por su parte, ha repetido en los últimos meses que no está a favor de la deportación de estudiantes indocumentados, por ejemplo, y que su política de inmigración pretendía evitar que se fueran expulsados del país. Estos jóvenes serán algunos de los primeros en beneficiarse por la medida.
Las críticas no han tardado en llegar y algunos grupos conservadores han acusado a Obama de aprovechar su poder presidencial para tomar una decisión que debería pasar por el Congreso. Otros han ido más lejos, criticando su cambio de política como una amnistía. La mayoría del partido republicano se opone a cualquier reforma de inmigración que pudiera abrir las puertas a la ciudadanía a millones de inmigrantes indocumentados. De momento, se estima que sólo podrían beneficiarse unos 300.000.
Hay 5 Comentarios
me alegro por esta noticia espero que muy pronto se yeve acavo
Publicado por: ivan castillo | 03/01/2013 8:31:12
esta todo premeditado,
Publicado por: Hector Cardenas | 21/08/2011 11:20:57
http://schaeffers30.blogspot.com/
Publicado por: Sandra | 20/08/2011 12:32:05
Pues una buena noticia, qué bueno.
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http://periodistayenparo.blogspot.com/
Publicado por: Mayte | 19/08/2011 10:23:22
estoy muy contenta de leer eta noticia, mi padre essta detenido desde hace 5 meses sin haber cometido un delito solo por el hecho de ser indocumentado, espero que esto se transforme en hecho y no se quede solo en palabras...confìo en Dios en que mi padre salga libre lo mas pronto posible.
Publicado por: Lidia Lorena Guevara | 19/08/2011 2:44:04