Michael Scherer invita en su reportaje en la revista TIME a pensar en una extraña coincidencia: “El último debate entre candidatos Republicanos antes del ‘supermartes’ tuvo lugar en Arizona, el epicentro de la polémica sobre el sistema de inmigración”.
Una casualidad no tan excepcional son los rostros que ocuparán la portada de la revista la semana que viene. Veinte hispanos de diferentes edades y orígenes envuelven las palabras -en español- “Yo Decido”, el título del reportaje en el que Scherer analiza por qué los hispanos serán los responsables de elegir al próximo presidente de Estados Unidos.
“Aunque la base republicana de Arizona todavía sigue impulsada por el influjo de inmigrantes indocumentados hacia el Estado, la campaña electoral del presidente Obama apuesta a que la reacción de la comunidad latina en contra de los candidatos republicanos puede convertir Arizona en el nuevo estado clave de las presidenciales de 2012”, dice el reportaje.
Y fue en Arizona precisamente donde el debate electoral de anoche se convirtió en una competición para encontrar al candidato más conservador. Mitt Romney, favorito para desafiar la reelección de Obama, defendió que la ley de inmigración del Estado es un modelo de legislación “eficiente”, a pesar de que esté bloqueada en los tribunales tras la denuncia del Departamento de Justicia. Romney añadió que la ley ha conseguido reducir la inmigración ilegal, aunque otros factores como el despliegue de fuerzas de seguridad en la frontera, la crisis económica y la falta de oportunidades de empleo también hayan ayudado.
“Cuando llegue al Gobierno, el primer día, anularé todas esas demandas”, prometió Romney ante una audiencia entre la que se encontraba el sheriff del Condado de Maricopa, Joe Arpaio, también investigado por la justicia y famoso por sus controvertidas medidas para luchar contra la inmigración ilegal.