El número de personas encarceladas en Estados Unidos ha descendido en los últimos diez años después de varias décadas consecutivas en las que se batieron récords de manera consecutiva. Sin embargo, esa reducción ha desenmascarado nuevas tendencias en el sistema penitenciario que han disparado el número de mujeres hispanas y blancas en prisión, mientras se reduce el de afroamericanas, según un informe de la organización The Sentencing Project.
El descenso de la población encarcelada, constante desde 2008, tampoco ha eliminado la disparidad racial entre los presos. De acuerdo con el estudio, afroamericanos e hispanos todavía representan al 60% de los condenados -frente a un 34% de blancos- aunque la cifra podría cambiar en un futuro cercano. En la última década, la tasa de encarcelamiento descendió además un 30.7% entre mujeres afroamericanas, mientras que sólo descendió un 9.8% entre los hombres.
The Sentencing Project destaca sin embargo que las penas de cárcel para hombres y mujeres blancas aumentaron un 8.5% y 47.1% respectivamente entre 2000 y 2009. En el caso de los hispanos, se redujeron un 2% entre los hombres, pero crecieron un 23.3% entre las mujeres. Esto ha garantizado que la población estadounidense entre rejas siga siendo cinco veces superior a la de los años 70.