Foto: Ginny
Hoy, 23 de Abril, Día Internacional del Libro, es usual buscar recomendaciones de libros para regalar. Comprar libros se convierte en una tradición que debemos incentivar (aunque deberíamos incentivar más la de leer los libros que compramos o recibimos de regalo). Como me gustan las fechas, y también me gustan las listas, he elaborado una lista que puede titularse "Los libros que más he regalado en mi vida". Son títulos que, por diversos motivos, siempre termino regalando. Incluso podría decir que tengo en mi casa varios de ellos para que la ocasión de regalar un libro (como un 23 de abril) no me agarre con las manos vacías.
Aquí mi lista de los cinco libros que más he regalado en mi vida, y que me encantaría poder regalárselo a cada uno de ustedes este Día Internacional del Libro.
1.- La verdadera vida de Sebastian Knight de Vladimir Nabokov
Un libro hermoso, un libro triste. La historia de un sujeto que busca los detalles de la vida y la muerte de su célebre hermano, escritor genial y hombre caído en picada. Una biografía a retazos y también una novela de intrigas y amores fatales. Por alguna razón, pensé que este libro era una metáfora de mi alma: el alma de un adolescente y luego de un señor bastante melancólico. Cada vez que me enamoraba de una muchacha, le regalaba este libro, con la esperanza de que lo leyese, comprendiese mi alma y me amase de inmediato. Nunca ocurrió. No lo he vuelto a regalar más. Pero da lo mismo que nunca haya cumplido con mis expectativas, me alegra haber regalado tantas veces un libro tan estupendo. Es una novela inicial poco mencionada en la obra de Nabokov, con algunas fallas evidentes en la trama, pero cuya intensidad y pasión amorosa - ingenua y dulce al mismo tiempo- solo en contados pasajes la he visto recuperada en su innegablemente brillante obra posterior.
2. Otras tardes de Luis Loayza
No existe ningún libro que represente mejor el espíritu de Lima, esa identidad mortecina y lastimera como la garúa, que estos cuentos de Luis Loayza. Son solo cinco cuentos, pero cada uno de ellos es una obra de arte, una pieza de relojería muy fina, que nos conducen a un gran final donde el indeciso clima limeño es el protagonista. Cuentos como "Enredadera" o "La segunda juventud" han quedado impregnados en mí para siempre. Regalar este libro es como arrojar botellas al mar: siempre espero que llegue a manos de alguien que consiga que la obra de Loayza (huraño por naturaleza y, por ello, ajeno al mundo editorial, sus egos revueltos y el autobombo) sea tan leído como se merece.
3. Poemas de Jorge Eduardo Eielson
"¿Has leído a Eielson?" Esa es mi única pregunta, mi solitario truco, cuando me enfrento a alguien que me habla de la extraordinaria poesía peruana. Eielson, junto a José María Eguren, es el poeta peruano que más admiro. Su obra siempre me ha parecido luminosa, inteligente, imprevista, adelantada por décadas a todo. Su vanguardia es impecable, la manera en que interpretó la filosofía zen y condujo sus versos hacia el silencio (su gran motivo literario) es magistral. La poesía de Eielson brilla en los vacíos, en los versos que no escribe o aquellos cuyas palabras se recortan, se hacen invisible, se callan o se agotan. Una sola sílaba en Eielson puede ser un estallido de iluminación tan maravilloso como un poema de versos innumerables.
4. Mientras escribo de Stephen King
No soy fan de los manuales para escritores, ni de los libros con recomendaciones literarias, ni de las obras que nos enseñan a escribir. Las leo y me aburren casi siempre. Sin embargo, enganché de inmediato con este libro de Stephen King -de quien he leído muy poco- porque me gustó su honestidad de escritor que solo quiere contar historias. Como profesor de talleres, lo suelo regalar a mis alumnos y recomendarlo mucho. Sus consejos, buenos o malos, interesantes u obvios, no son tan importantes como su mensaje detrás del libro: solo te harás escritor escribiendo, amando escribir, buscando que el escribir sea todo el sentido de tu vida. Stephen King se presenta en este libro en aquello que Vargas Llosa llamó "un escribidor", en homenaje a Pedro Camacho. Y quien esté familiarizado con La tía Julia y el escribidor sabrá que uno puede aprender muchísimo de los escribidores, tanto como de los grandes autores, porque su mensaje nunca falla: persiste.
5.- Hijo de Jesús de Denis Johnson
Es un libro de cuentos extraordinario, sin duda, digno de ser regalado. Pero nunca lo he regalado. ¿Qué hace en esta lista? Pues resulta que lo he comprado cinco veces en toda mi vida, y las cinco veces se ha perdido de mi biblioteca. No sé si mi vehemencia al hablar de Johnson, y en especial de esta colección de relatos, hace creer a mis visitantes que pueden llevarse el libro y no devolverlo. Pero sucede. Lo peor es que hasta hace unos meses era inhallable, así que la hazaña de conseguir un ejemplar le daba mayor valor al robo. Y estuve a punto de devolver el golpe, robármelo de la casa de una amiga cuando vi un ejemplar naufragando entre libros que no me apetecían. No me lo robé y el mundo me recompensó: Mondadori sacó hace poco una reedición de Hijo de Jesús y la tengo en mi casa. Escondida, desde luego.