Idea Vilariño, haz de luz

Por: | 06 de abril de 2013

Cosas transparentes: Dice Nabokov que cuando alguien mira un objeto por mucho tiempo, se vuelve transparente y nos cuenta su historia. Con los escritores sucede lo mismo. Los sábados de Vano Oficio están dedicados a aquellos textos y autores que, leídos con insistencia, saben volverse transparentes.

Light
Foto: shaire productions 

En los poemas de Idea Vilariño las palabras parecen esconderse, retroceder, quedarse quietas, extinguirse finalmente dejando apenas un haz de luz, como una espada luminosa que hiere o mata. Así también el amor se esconde, retrocede y extingue. Los amantes son seres feroces que se mantienen vivos mientras se destruyen el uno al otro. Las palabras andan tanto que a veces no llegan. Vivir, amar o escribir es agonizar. Repite la pregunta insistente -¿dónde estás?- dirigida al amante o a nadie, a la soledad o a su propia imagen en el espejo. Leerla es aprender a respirar de una manera distinta. Pocas poetas como ella entendieron el amor y la poesía como un ejercicio: sostenerse en un precario equilibrio antes de dejarse caer.

Pasajera perdurable, Idea Vilariño pasó por la vida como el mar en aquel poema suyo: "Tan lenta y honda y largamente y tanto/ insistente y cansado ser cayendo/ como un llanto, sin fin,/ pesadamente/ tenazmente muriendo..." Le sobrevive la poesía y ese fuego que no se acaba nunca, que sabe arder incluso más allá de ella misma y de las mínimas palabras de sus versos. El rayo que no cesa, dijo el poeta Hernández. Así sea.

Si muriera esta noche...

Si muriera esta noche
si pudiera
morir
si me muriera
si este coito feroz
interminable
peleado y sin
clemencia
abrazo sin piedad
beso sin tregua
alcanzara su colmo y se
aflojara
si ahora mismo
si ahora
entornando los ojos me
muriera
sintiera que ya está
que ya el afán cesó
y la luz ya no fuera
un haz de espadas
y el aire ya no fuera un haz de espadas
y el dolor de
los otros y el amor y vivir
y todo ya no fuera un haz de espadas
y acabara
conmigo
para mí
para siempre
y que ya no doliera
y que ya no doliera.

Hay 2 Comentarios

No mueras esta noche... tienes la tristeza y tienes las palabras, exprésalo y dolerá menos..

Y que ya no doliera, y que ya no doliera....

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Este blog se plantea hacer comentarios de actualidad sobre libros, autores y lecturas en menos de 1.000 palabras. Se trata de un blog personal, obsesivamente literario, enfermo de literatosis, como diría JC Onetti, según la regla que la literatura es un vano oficio, pero jamás un oficio en vano.

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Ivan Thays. (Lima, 1968) Autor del libro de cuentos Las fotografías de Frances Farmer y las novelas Escena de caza, El viaje interior, La disciplina de la vanidad, Un lugar llamado Oreja de Perro, Un sueño fugaz y El orden de las cosas. Ganó en el 2001 el Premio Principe Claus. Fue finalista del premio Herralde 2008. Fue considerado dentro del grupo Bogotá39 por el Hay Festival. Sus novelas han sido traducidas al francés, italiano y portugués. Dirigió durante siete años el programa televisivo Vano Oficio. Actualmente administra el comentado blog Moleskine Literario.

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