02 jun 2011

Todos a aprenderse el 'Bella ciao'

Por: Miguel Mora

 

Decíamos ayer: ni el centrismo fotocopiado y lúgubre del Partido Democrático, ni las formas templadas y sensatas de Giuliano Pisapia para gobernar Milán, ni el neopopulismo de izquierdas del poeta Nichi Vendola, ni el viento de los indignados de la puerta del Sol, ni siquiera el contagio de la primavera árabe o la rebelión silenciosa de las bases católicas y los cardenales anti Comunión y Facturación. La derrota de B. en las municipales, el hundimiento de la Liga en la Padania, la ascensión del joven Massimo Zedda en Cagliari, las 65 alcaldías que logra el PD y la espectacular remontada de De Magistris en Nápoles tienen un solo punto en común, una gran referencia ética e histórica: la Resistencia antifascista. Italia ha regresado al Bella ciao. Arriba en Nápoles. Aquí abajo en la plaza del Duomo.

 

Y aquí en Cagliari (minuto 1,16).

 

Ha sido la victoria de los olvidados, de los que se sienten ajenos, oprimidos y sin sitio en un régimen corrupto, xenófobo, personalista y vulgar. Mucha gente de 20 años prácticamente solo ha conocido a B. como primer ministro. Muchos lo ven como lo que es: un intruso que, bajo la apariencia de ser lo contrario, ha reducido libertades, derechos y  bienestar, ha impuesto un modelo cultural y un sistema de poder autoritario-empresarial y ha invertido el sentido de la palabra normalidad.

Los jóvenes (55% de paro en Cagliari y Nápoles), los precarios (90% de los nuevos contratos), los autónomos honrados, las mujeres humilladas por el velinismo, los profesionales y maestros que pagan los impuestos, los que sienten que el sistema no va con ellos han hablado. Y sobre todo, han cantado. A una época remota, ejerciendo la paradójica nostalgia de un tiempo que no vivieron y de unos valores desaparecidos, el idealismo de los valientes, las agallas de los políticos de raza dispuestos a sacrificarse por la causa de la libertad. O partigiano, portami via.

Cantar el Bella ciao en el año 2011 parece y es un anacronismo, pero si lo cantan los jóvenes de forma espontánea para festejar las victorias es porque la canción sigue teniendo un significado muy profundo. Y un sentido político y ético actual, moderno. Cantarlo significa repudiar el entretenimiento sin noticias de B., decir no a la industria del miedo, denunciar la invasión de las instituciones y no la de los inmigrantes, levantarse contra el racismo sin alma y de tercera división de la LIga.

Pero también supone desmarcarse del conservadurismo cobarde del PD, rechazar la indolencia de esa elite de tristes señoritos bienpensantes que llevan 20 años peleándose entre ellos mientras con una mano besan el anillo del Papa y con la otra mantienen los locales del viejo PCI a precio de renta antigua.

El lunes pude vivir el recuento de los votos de Milán en la sede regional del PD. Agradezco la generosa acogida, pero la sensación de frialdad burocrática que destilaba esa oficina en el momento en que estaban ganando las elecciones en una ciudad que han gobernado Berlusconi y los suyos desde 1994 era descorazonadora. Ni un gesto de alegría sincera, ni un grito de afirmación. Muy buen aire acondicionado y los corazones anestesiados. Parecía El Corte Inglés (aunque dejaban fumar).

Viendo ese espíritu, esa ausencia de duende, y la sincera explosión de pasión política en las calles de Milán, Nápoles o Cagliari, se diría que el PD se ha beneficiado, como el PP, del hundimiento de su adversario porque, como decía Morente, no había una víctima propiciatoria más cerca. Si hubieran presentado a un caballo, seguramente habría ganado también, e igual por más diferencia. Dudo mucho que hayan entendido por qué al otro lado se ha producido el desastre, qué les ha llevado a esa victoria arrolladora en la que ni ellos mismos confiaban. Sus bases han decidido por ellos, y los generales no saben dónde andan. Bueno sí. D'Alema cortejando a Casini y a los democristianos. Veltroni recomendando no emplearse a fondo en el referéndum. Y en medio, el buen Bersani, que ha encontrado por fin su vocación real: palmero del cómico Crozza.

Cuando finalmente caiga B. por su propio peso y acabe esta farsa de mal gusto, todo hace pensar que los viejos muchachos que lideran el PD volverán a repetir, aumentado, el drama que montaron en 2008 y 1998: el otro día, en el Panteón, sacaron del ídem de los ilustres a Prodi para festejar las victorias de sus outsiders. Daban ganas de pedirle que vuelva antes de que sea demasiado tarde.

Desde aquí mandamos una modesta y cariñosa sugerencia a la ajada nomenklatura catoexcomunista: ensayen el Bella ciao en las ricas cenas de los salones romanos, no vaya a ser que cuando toque cantarlo  les salga el Meno male che Silvio c'eeeee.

Ahí dejamos la música del día del funeral del gran Mario Monicelli, y más abajo la letra original.

Viva Vaticalia.

 

Una mattina mi son svegliato,
o bella, ciao! bella, ciao! bella, ciao, ciao, ciao!
Una mattina mi son svegliato
e ho trovato l'invasor.

O partigiano, portami via,
o bella, ciao! bella, ciao! bella, ciao, ciao, ciao!
O partigiano, portami via,
che mi sento di morir.

E se io muoio da partigiano,
o bella, ciao! bella, ciao! bella, ciao, ciao, ciao!
E se io muoio da partigiano,
tu mi devi seppellir.

Mi seppellirai (Mi porterai) lassù in (sulla) montagna,
o bella, ciao! bella, ciao! bella, ciao, ciao, ciao!
Mi seppellirai(Mi porterai) lassù in (sulla) montagna
all'ombra di un bel fior.

E (Tutte) le genti che passeranno
o bella, ciao! bella, ciao! bella, ciao, ciao, ciao!
E (Tutte) le genti che passeranno
Ti diranno «Che bel fior!»

«È questo il fiore del partigiano»,
o bella, ciao! bella, ciao! bella, ciao, ciao, ciao!
«È questo il fiore del partigiano
morto per la libertà!

 

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Hay 13 Comentarios

escrito y certero anàlisis

Ojala este país fuera tan sencillo..

Es un buen intento, un articulo apasionado, pero ¿cuantas veces hemos saludado la victoria de la inteligencia y la caída de B. ?

Y desde 1994 seguimos aquí...

Miguel....eres la leche!!!

en spagna no hay democracia, hay bipartidismo, se aplica la ley de hont, es todo una farsa, hay un rey impuesto por un dictador, al que no se le puede criticar, de hecho tiene poder de vetar a la prensa, en spagna no hay nadie que hable de eso, en spagna no existen los referemdums abrogatorios como existen en Italia, solo son consultivos , la democracia spagnola comparada con la Italiana es una broma de mal gusto. me censuras todavia? yo me rio, y eso que he votado a pisapia, mira tu el pareado.

grazie, Miguel.

gracias Miguel. Soy italiana, pero muy amenudo para comprender la politica, y los politicos, de mi país acudo a tus palabras. Si los periodicos italianos fueran así de claros, B.se habría ido ya hace tiempo...

felicidades por el blog. estupendo y necesario. gracias.
soy una española que vive en milan. el lunes vivi uno de los momentos mas dulces de mis casi 4 años aqui.

comparar a B. con ZP.
No es eso, no es eso.

Recordemos de donde venimos:
http://www.youtube.com/watch?v=U077jx0HroQ

Tambien en Iran cantan el Bella Ciao; cuando las manifestaciones contra el regimen en done murio a la vista del mundo Neda Soltani.

Muy buen artículo sr. Mora , excelente análisis

Muy bueno, senor Mora

Buen escrito y certero anàlisis Don Miguel!
Ecco una versione in spagnolo (rivolu-ska)

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SOBRE EL BLOG

Como dijo un alemán, Italia es como una diva de Hollywood: “Todos la miran admirados pero nadie la comprende”. Este año, el país festejará el 150 aniversario de la unidad y los 82 años de su divorcio del Vaticano. Pero ¿estamos seguros de que Italia y el Vaticano son dos Estados distintos? Uno vive subsumido en el otro, aunque no resulta fácil decir quién subsume más a quién. Lo único claro es que Vaticalia es una mina informativa: pecados y delitos, mafias y masonerías, santos y 'velinas', vida interior y noches locas, Ratzinger y Berlusconi... ¡Viva Vaticalia!

Sobre el autor

Miguel Mora

Miguel Mora. Corresponsal en Roma, antes en Lisboa, fue redactor en la sección de Cultura durante diez años y en la Edición Internacional durante cuatro. Trabaja en EL PAÍS desde 1992, es autor del libro ‘La voz de los flamencos’ y sigue siendo, pese a todo, un atletista empedernido.

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