Gerardo Olivares empieza a acumular plusmarcas en su carrera. Fue el primer español que ganó la Espiga de Oro de la Seminci de Valladolid. Ha sido el primero en rodar un filme de ficción rodeado de lobos. Y ahora va a ser el primero que ruede con orcas. En la Patagonia. En inglés. A ver quién supera eso. "Filmaré con actores internacionales en los escenarios naturales", cuenta el cineasta. ¿Título? "Aún no tenemos el definitivo".
Durante cinco décadas, la Seminci se le resistió al cine español. Y justo en su cincuenta aniversario, Olivares obtuvo la Espiga de oro con 14 kilómetros. Este cordobés, procedente del mundo del documental, había debutado en las salas de cine con La gran final, y tras estos dos títulos ha dado la campanada con Entre lobos, uno de sus rodajes complejos que al final dio su merecido fruto: eso de mezclar niños y lobos parecía una idea descabellada: "Bueno, ahora ya sé que será una trilogía centrada en la infancia, y el guion con las orcas será la segunda". A Olivares le inspiran los casos reales (Entre lobos era la historia de un chaval, Marcos Rodríguez), y su nuevo rodaje lo será también. En la península Valdés, en la Patagonia (Argentina), hay una familia de orcas que usa para cazar una técnica extraña: el varamiento intencional. "Solo lo hacen esas orcas, nueve, de las 60.000 que hay en el planeta. Yo estuve en marzo y vi cómo una madre se lo enseñaba a su hija sin presas delante, es decir, que le daba clases teóricas. Se transmiten la información entre generaciones". Lo peligroso para ellas es que las orcas llegan tan a la orilla para atrapar focas que podrían quedarse fuera del agua. Y allí al lado está un hombre, Beto Bubas, que un día se quedó allí para estudiar este hecho, y que poco a poco cogió confianza, tanta que ahora les toca la armónica y las orcas bailan para él. ¿Increíble? Pincha aquí.
Bubas se hizo famosísimo en Argentina, y las televisiones le sacaron en múltiples reportajes. Uno de ellos provoco una emoción brutal en un niño autista en Buenos Aires, y su madre decidió llevarlo hasta la península Valdés. Y por ahí va la película. "Tenemos un triángulo: Beto, la madre y el niño, y estamos ahora negociando con un actor y un actriz de renombre mundial para los dos adultos. Por las condiciones climáticas, la unidad de naturaleza tiene que empezar a rodar en octubre, pero el equipo principal esperaremos hasta marzo, cuando sea allí otoño y ya se hayan ido los turistas. ¿El problema principal? El viento. Es fortísimo". Y las orcas, claro, "que no serán controlables como los lobos".
Olivares acaba de terminar el primer borrador, y en dos semanas tendrá otro más pulido. "La historia me la descubrió José María [Morales, responsable de Wanda Films], mi productor. Él lo vio hace años, cuando filmó allí La puta y la ballena. Conoció a Bebo, leyó el libro que había escrito sobre el niño -Agustín, corazón abierto- y le compró los derechos. A mí me lo contó a su vuelta, cuando yo estaba con La gran final. Pero la historia es mi inspioración, el guion va por otros derroteros". Será uno de los proyectos más arriesgados, y a la vez más fascinantes, del 2012.
Hay 1 Comentarios
Es curioso eso de que las orcas se queden varadas a conciencia para cazar focas a ver si no se le ocurre a otro animal marino para cazar humanos. Gracias por la información, muy interesante.
Publicado por: Abogado Málaga | 27/06/2011 12:00:23