Las ciudades en verano mutan tanto como nuestra piel. Se desnudan y se relajan. Se cierran las persianas de las casas pero se abren las puertas de las aceras, pisoteadas y ninguneadas el resto del año. No es un espejismo provocado por el calor. O sí. Las calles desiertas nos permiten descubrir lo que el tráfico, las prisas y el ruido nos niega: espacio, perspectiva y nuevos puntos de vista. En verano, la ciudad parece muerta pero respira más que nunca. Son muchas las películas que transcurren en este escenario perfecto pero en la entrega de hoy de la serie “Cineclub de verano” nos quedamos con tres en las que la ciudad en verano no es un mero telón de fondo para una historia sino un personaje más de esa historia. El signo de León, ópera prima de Éric Rohmer; Haz lo que debas, provocadora llamada de atención de Spike Lee sobre el racismo latente en Estados Unidos y La tentación vive arriba, de Billy Willder, clásico entre los clásicos que transcurren sobre el asfalto de fuego.
Éric Rohmer tenía casi 40 años cuando dirigió su primer largometraje, El signo del León (1959). Producida por Claude Chabrol narra la historia de un músico bohemio de París que al borde del desahucio recibe el golpe de suerte que siempre esperó: la herencia de una tía millonaria. La noticia llega a finales de junio y nuestro músico lo celebra con sus amigos en su piso. Entre estrechas paredes, un jovencísimo Jean Luc Godard pulula por delante de la cámara de su amigo Rohmer en esa fiesta que no anuncia nada bueno. Efectivamente, el derroche no era una buena idea. La herencia no llega y Pierre (el músico) acaba, literalmente, en la calle. Estamos a finales de julio y en el barrio, “ya no queda nadie, solo los tontos”.
Es ahí cuando entra en escena París en verano. Con estilo claramente documental, Rohmer nos pasea por las calles vacías, nos muestra una calurosa verbena, las terrazas de Saint Germain des Prés, las orillas del Sena... El paisaje urbano es el único compañero de Pierre. Julio, Agosto… “mis amigos están de viaje, muertos o desaparecidos”, se queja mientras el hambre, el calor y el desamparo le obligan a vagar sin rumbo fijo por una ciudad que ya no es una postal sino un lugar hostil e inquietante.
Haz lo que debas (1989) transcurre durante un largo día de verano en Brooklyn. Un día muy caluroso, nos anuncian en los primeros minutos de la película. El segundo trabajo de Spike Lee colocó en el mapa internacional a un cineasta total (actor, director, guionista, productor…) que con 32 años ponía la lupa de su aguda inteligencia sobre el polvorín del racismo cotidiano de su país. Una violenta fábula neoyorquina, con toda su carga política y todos sus intencionados estereotipos, en la que el asfalto, literalmente, se calienta según pasan las asfixiantes horas. La imagen del actor italoamericano Danny Aiello machacando con su bate de beisbol el equipo de música de Radio Rahim que reproduce el himno del descontento negro Fight the power, de Public Enemy, quedará siempre como la mecha que incendió aquel sofocante día de verano.
La imagen que fijó el icono de Marilyn Monroe nació en esta comedia de Billy Wilder de 1955. La tentación vive arriba estaba inspirada en un éxito de Broadway sobre la crisis sentimental de un hombre que se quedaba solo en pleno verano en la ciudad. El eterno Rodríguez (esos Pájaros de Baden Baden de Ignacio Aldecoa que Mario Camus llevó al cine en 1974, ya saben "Madrid, en verano y solo, Baden-Baden", acercamiento mucho más desolador al hastío de la clase burguesa anclada en la ciudad), pero a la neoyorquina. Es decir, con una Marilyn esplendorosa como revulsivo rubio para el tedio de cualquier pobre hombre. La famosa escena de la película fue rodada en Lexington Avenue. Ante la mirada atónita de Tom Ewell (y del resto del equipo), Marilyn fue capaz de interpretar en pleno Manhattan su escena erótica más mítica: abierta de piernas sobre un símbolo urbano por excelencia, el metro de Nueva York, dejó que su ventilación -y no ningún hombre casado despistado- levantara su falda blanca hasta el cuello para refrescarla en aquella legendaria noche de verano.
* Sigue AQUI la serie Cine Club de Verano
Cine de Verano 1: Turbulentas piscinas, por ROCÍO GARCÍA.
Cine de Verano 2: Bergman acalorado, por ROCÍO GARCÍA.
Cine de Verano 3: Y nos hicimos mayores, por ÁLVARO P. RUIZ DE ELVIRA.
Cine de Verano 4: Calor, agobio, amenaza, tensión..., por ÁLVARO P. RUIZ DE ELVIRA.
Cine de Verano 5: Ethan Hawke y July Delpy, amor estival, por ANA MARCOS.
Cine de Verano 6: Son cubano, por ANA MARCOS
Cine de verano 7: Fulgor y muerte (pero menos) de los Drive In, por ROCÍO AYUSO
Cine de verano 8: Los biquinis de nuestra memoria, por ROCÍO AYUSO
Hay 2 Comentarios
Me quedo con la última. Un clásico que no pasará de moda.
http://areaestudiantis.com
Publicado por: AreaEstudiantis | 13/08/2013 9:16:03
Para sofoco el que me he pillado yo al ver esto: http://xurl.es/nu51w
Publicado por: PLG | 13/08/2013 0:47:15