Lo difícil. Romper con la vida y tirar y estirar la voluntad y las ganas para metamorfosearse y volver a nacer, con el mismo cuerpo y la misma mente, pero resucitar del pasado que empuja. En eso debe estar pensando Jean-Marc Vallée –de nuevo, tras Dallas Buyers Club-. Su última película, Alma salvaje, es un inmenso camino que Reese Witherspoon anda con paso firme en la interpretación y que se estrena el próximo 30 de enero.
El venerado director puso en marcha este biopic en el que Witherspoon recorre los 1.800 kilómetros del Pacific Crest Trail, una ruta que va desde la frontera de Estados Unidos con México y hasta Canadá, para romper con todo aquello que la está arrastrando a un fango del que apenas puede salir. Su madre muere, su matrimonio se despedaza, su familia se deshace. Y ella necesita volver a ser ella.
El proyecto de Vallée nace del éxito de ventas de Cheryl Strayed, Wild, la historia de la propia autora en el recorrido desde el desierto de Mojave hasta el estado de Washington después de que su madre falleciera y su matrimonio fracasara. Eso la hace tambalearse en una espiral de drogas y sexo que empieza a consumirla.
En el génesis, ese vapuleo que la vida da de vez en cuando, las circunstancias de Strayed podrían ser las de miles de otros nombres. En parte también las de Vallée. En 2012, cuando los cines acogieron Café de Flore, él explicó: “Me separé de mi mujer. Rompí mi familia. No es lo que esperas para tus hijos, querrías mostrarles un gran ejemplo de pareja. Pero tenía que hacerlo, si no me habría sentido un miserable”. Una teoría que quedó reflejada en la moraleja del filme (durante cuyo rodaje murió su madre): “Si ha terminado, hay que aprender a dejar que el amor se vaya”.
Aquí no solo se va un amor. Parece que todos se diluyan. Esta aventura repleta de angustia por la supervivencia emocional parece estar poniendo los cimientos para que Witherspoon y Vallée consigan alguna otra estatuilla. Ella, después de haber levantado una en 2006 por su papel como protagonista en En la cuerda floja. Él, después de bañarse de gloria el pasado año con Dallas Buyers Club.