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Sobre el blog

Una mirada en detalle a la actualidad de la mano de los expertos de IE en Economía, Finanzas, Negocios Online, Innovación y Emprendedores.

Sobre IE Business

IE Business School forma líderes que promueven la innovación y el cambio en las organizaciones. Reconocida como una de las principales escuelas de negocios del mundo, IE Business School cuenta con un claustro de más de 400 profesores que imparten clases a alumnos de 93 países en programas master, de doctorado y de executive education.

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¡Enhorabuena Europa!

Por: | 28 de diciembre de 2012

Marie-José Garot, titular de la Cátedra Jean Monnet-IE

Marie-José GarotYa está estudiado que la mente humana tiende a recordar más  las cosas negativas que  las positivas. Por eso, no está de más en esta complicada época que  vive la Unión Europea, recordar que ante todo, la historia de la Unión, es una historia de éxito.

El contexto de fin de año, con sus tradicionales felicitaciones navideñas,  se presta además perfectamente a ello. ¿Por qué no felicitarnos por el premio Nobel de la Paz otorgado a la Unión Europea y recogido el 10 de diciembre por Herman Von Rompuy (Presidente del Consejo Europeo), Jose Manuel Durao Barroso (Presidente de la Comisión Europea) y Martin Schlutz (Presidente del Parlamento Europeo)? ¿Y por qué no volver a pensar sobre los orígenes del llamado proceso de integración europea  que el Comité Nobel ha querido recompensar?  

No cabe duda, en palabras de ese comité, de  que   “Desde hace más de seis décadas,  la Unión y sus precursores han contribuido a la promoción de la paz,  la reconciliación, la democracia y los derechos humanos en Europa”.   La consecución de esos objetivos se ha hecho siguiendo la estrategia europea de los pequeños pasos: primero se trató de establecer, a raíz de la Declaración de Robert Schuman y con el Tratado de Paris de 1951 (muy pocos años después del final de la segunda guerra mundial), un mercado común europeo del carbón y del acero. Luego a la vista de los éxitos, el Tratado de Roma (1957) proclamó la necesidad de realizar un mercado común europeo. El proceso estaba lanzado y poco a poco, como si fuese una bola de nieve, las Comunidades Europeas han evolucionado para transformarse en la Unión Europea que conocemos hoy con un Tratado de referencia que se asemeja cada vez más a una Constitución, con su propia declaración de derechos fundamentales, con instituciones con una cierta legitimidad democrática (aunque claramente imperfecta en algunos casos).

Además, con ocasión de los 20 años del mercado interior, la Comisión Europea nos ha recordado unos datos muy significativos: La Unión Europea es la suma de 27 Estados Miembros (28 en julio 2013 con la entrada de Croacia) que representan 500 millones de ciudadanos europeos; es la posibilidad para las empresas de instalarse en cualquier parte del territorio europeo sin distinción de nacionalidad;  es la posibilidad para cualquier empresa europea de vender sus productos en cualquier otro Estado miembro sin sufrir ningún tipo de discriminación basada en el origen del producto (salvo por supuesto argumentos de interés general); es la posibilidad para los ciudadanos europeos de viajar, residir y trabajar libremente en cualquier Estado miembro de la Unión. La Comisión Europea calcula que de 1992 a 2009, el mercado único ha generado 2,75 millones de puestos de trabajo adicionales y ha añadido un 2,1% más al PIB. Eso solo en cuanto al mercado interior.

Pero la Unión Europea es más que un mercado común : es también una potencia política que, siguiendo esa estrategia de los pequeños pasos tan querida por los padres fundadores, ha conseguido pacificar a un continente que había conocido en menos de un siglo tres guerras desastrosas y ser hoy en día un actor importante en el escenario mundial, capaz, por ejemplo, de contar tanto con Estados Unidos o China en las negociaciones sobre comercio mundial, como de intervenir para promover la paz en distintos rincones del planeta.

No faltaran voces críticas con el proceso de integración europea, muchas de ellas legítimas y necesarias. Pero no debemos olvidar el  por qué existe hoy la Unión e intentar seguir en ese camino trazado por unos hombres con una altura de mira fuera de lo común.

 

Marie-José Garot es profesora de IE Law School y titular de la Cátedra Jean Monnet-IE . Es también directora del Centro de Estudios Europeos-IE.

Las sorprendentes redes autoorganizadas

Por: | 21 de diciembre de 2012

Pablo García Estévez - Profesor de Finanzas de IE Business School

Pablo García EstevezHay infinidad de modelos de sillas: las hay con brazos y sin ellos, con patas y con ruedas reclinables o fijas, etc. Sin embargo, nuestro cerebro es capaz de identificar a todas y de clasificarlas como sillas, gracias a que funciona mediante el reconocimiento de patrones. Es capaz de reconocer una silla porque ésta tiene una serie de características que la identifica como tal. Es lo mismo que cuando miramos a las nubes y tratamos de asemejar sus formas a objetos conocidos. Lo que hacemos es reconocer los patrones que hacen que las nubes se parezcan a ciertos objetos. Algunos de estos patrones son más importantes que otros y su ausencia impide clasificar un objeto dentro de un conjunto. Por ejemplo, si a una silla le quitamos el respaldo ya no es una silla. Nuestro cerebro traslada ese objeto desde el conjunto de las sillas al conjunto de los taburetes. Son conjuntos cercanos, parecidos, pero no iguales.

Las Redes Neuronales Artificiales son algoritmos matemáticos no lineales basados en la forma en el que el cerebro computa los datos. Aunque sus raíces se encuentran entre finales de los años cincuenta del siglo XX, realmente aparecieron a finales de los años noventa como alternativa a la computación tradicional.

Hay un conjunto de Redes Neuronales que sin ser las más utilizadas, ni las más conocidas, son las más sorprendentes, pues funcionan como la hace la zona somatosensorial del cerebro, que es donde se distingue y se agrupa cada una de las partes de nuestro cuerpo mediante el reconocimiento de los patrones diferentes. Este conjunto de redes se denominan Redes Autoorganizadas. SOM son sus siglas en inglés. Estas redes clasifican datos tal como lo hace nuestro cerebro.

Por ejemplo, podríamos introducir en la red una base de datos de los clientes de un banco con todas las variables asociadas a éstos, como su nivel de renta, si están casados o no, el número de hijos, si tienen hipoteca, etc. Tantas variables como queramos. La red neuronal identificará los conjuntos de clientes y los agrupará en función de la similitud de los patrones de cada sujeto. Luego podemos analizar qué agrupación está creando mayor valor para el banco y cuál concentra mayor número de morosidad. Así, podremos identificar diferentes grupos de clientes y jerarquizarlos en función del valor que aportan al banco

Pero no solo esto. Año tras año podemos monitorizar la evolución de los clientes y observar cuáles de ellos modifica su posición en el mapa cambiando de grupo. De esta manera se puede diseñar un algoritmo de alerta temprana para detectar casos de alta probabilidad de morosidad.

Las Redes Autoorganizadas consiguen representar todos los miembros de un conjunto en un mapa de dos dimensiones, independientemente del número de variables empleadas. Dicho de otra manera, es capaz de representar conjuntos n-dimensionales en mapas bidimensionales. Esto le otorga una capacidad de análisis visual superior a otros modelos.

Debido a esto, instituciones como el Banco Central Europeo publican estudios basados en este tipo de redes. Otras empresas e instituciones han realizado aplicaciones en diferentes campos como el diagnóstico de las situaciones financieras de las empresas, la clasificación de los shocks financieros, la clasificación de fondos, la monitorización financiera de los países, la clasificación de PYMES o la clasificación del mercado inmobiliario. 

 

El reto de las cuotas en los Consejos de Administración

Por: | 18 de diciembre de 2012

Patricia Gabaldón - Economista de IE Business School

La fotoEl 14 de noviembre de 2012, Vivian Reding, Comisaria Europea de Justicia,  tuiteó el siguiente mensaje: “La Comisión ha aprobado mi propuesta de Ley Europea para que haya 40% de mujeres en los consejos de administración para 2020”. Esta iniciativa propone un objetivo del 40% para la presencia del género menos representado (femenina, en la mayoría de los casos) en los consejos de administración, una cuota "de género". Si bien la noticia saltó en ese momento, la realidad legislativa de esta iniciativa no es tan sencilla, ya que a pesar de que  fue aprobada por unanimidad, solo afectaría, en principio, a grandes empresas que coticen en Bolsa y cada Estado debe desarrollar su propia ley nacional y correspondientes sistema sancionadores. Además de ser aprobada por el Parlamento Europeo.

Que las mujeres no están llegando a las cúpulas de poder de las grandes empresas no es nuevo: en España, solo alrededor del 30% de los directivos y el 11% de los consejeros de grandes empresas son mujeres. En España, ya disponemos de herramientas legislativas como la Ley de Igualdad y el Código de Buen Gobierno de la CNMV, el llamado “Codigo Conthe”. Ambas iniciativas se enmarcan dentro del sistema “comply or explain”, que significa que como no hay un sistema sancionador, las empresas que no cumplan los requisitos exigidos, deben explicar a sus accionistas y a los organismos reguladores por qué no ha sido así. Gracias a estos cambios, la presencia de mujeres en consejos de administración ha crecido pero sigue estando lejos de estar en igualdad de representatividad. A este ritmo, harían falta al menos otros 30 años para poder llegar al 40%.

Los argumentos a favor de la cuota son sencillos, ya que se trata de una estrategia que busca cambiar la situación actual “desde arriba”.  Si dejamos de lado la justicia social (las mujeres son la mitad de la población y deben tener acceso a al menos la mitad de las posiciones de poder),  la inercia que se crea en la selección de los miembros que componen los consejos hace que los perfiles que se eligen sean muy parecidos entre ellos. La cuota rompería esta inercia incorporando nuevos perfiles a los puestos de mando.  Perfiles menos habituales a los tradicionales, que podrían servir de ejemplo (role model) para otras mujeres dentro de la empresa. Por otro lado, para las mujeres que ya estén en puestos directivos, la cuota sería una manera directa de romper el “techo de cristal.

Sin embargo, los argumentos en contra de la cuota son casi tan potentes como los que se presentan a favor. El principal es el derecho de las  empresas a tomar sus propias decisiones, y el de los Estados (la Comisión Europea, en este caso) a intervenir en las decisiones de estas empresas privadas, que se rigen por criterios de eficiencia y de búsqueda del beneficio. Si realmente la diversidad es un valor generador de riqueza para la empresa, debería ser la propia empresa la que decidiera la incorporación de otros perfiles, buscando los que más se adecuen a sus necesidades.  Además, puede que la entrada de las mujeres a los puestos de poder sea solo una cuestión de tiempo. Y por parte de las propias mujeres, ser considerada una “mujer-cuota” genera rechazo ya que minusvalora sus méritos.

La cuota busca cambiar la realidad empresarial como una manera de cambiar la realidad social. La cuestión esencial a plantearse es si realmente este cambio legislativo generará este cambio. El debate sigue abierto. 

 

Patricia Gabaldón, la profesora de entorno económico en IE Business Schoolleva más de diez años dedicada a la docencia y la investigación en el ámbito de la economía de las familias y al papel de las mujeres dentro del desarrollo y el crecimiento económico.

Redes Sociales, algo más que una estrategia

Por: | 14 de diciembre de 2012

Enrique Dans - Profesor de Sistemas de Información de IE Business School 

 


Enrique Dans es Doctor (Ph.D.) en Management, especialidad en Information Systems por la Universidad de California (UCLA), MBA por IE Business School, Licenciado en Ciencias Biológicas por la Universidade de Santiago de Compostela, y ha cursado estudios postdoctorales en Harvard Business School. Sus intereses de investigación se centran en los efectos de las nuevas tecnologías en personas y empresas. 

¿Cómo será el modelo económico de China?

Por: | 11 de diciembre de 2012

Fernando Fernández - Economista y Director de la Cátedra del Sistema Financiero Internacional de IE Business School 

 

Fernando Fernandez, profesor de IE Business School, analiza en este vídeo la actual situación económica en China y comparte nuevos modelos económicos para mejorarla.

 

Doctor en Ciencias Económicas por la Universidad Autónoma de Madrid, Fernando Fernández ocupa en la actualidad el puesto de Consejero Externo Dominical de REE y es consultor internacional en temas macroeconómicos, regulatorios y financieros, con experiencia en Europa, Asia, América y África. A lo largo de su carrera, Fernando Fernández ha ocupado puestos de referencia como Economista Principal del FMI o Director del Servicio de Estudios del Banco Central Hispano (BCH)

¿Qué perfil universitario valoran las empresas?

Por: | 07 de diciembre de 2012

Amber Wingmore Álvarez - Directora Ejecutiva de Carreras Profesionales

 

 

Amber Wigmore Alvarez, es cofundadora  de  Wigmore  &  Álvarez,  consultoría  de  servicios  profesionales  especializada  en  la  creación  y  desarrollo  de  empresas  extranjeras  en  España. Amber tiene  un  MBA  Internacional  del  IE Business School,  además  de  ser  licenciada  en  Estudios  Hispánicos  y  Ciencias  Económicas  Internacionales  por  Wheaton  College  (EE.UU.).  Es  Doctoranda  en  la  Facultad  de  Ciencias  Económicas  y  Empresariales  (ETEA)  de  la  Universidad  de  Córdoba,  en  su  programa  de  Doctorado  “Planificación,  Dirección  y  Entorno  Económico-Social  de  la  Empresa”.

 

Respuestas ingeniosas (y sostenibles) en la Distribución y el Consumo

Por: | 04 de diciembre de 2012

José Luis Ruiz Expósito - Socio Responsable del Sector Productos de Consumo y Retail en Ernst & Young

Alfonso Gadea - Responsable de Proyecto Fundacion IE “IE Foundation Advanced Series: Consumer Goods & Retail

Exposito & GadeaSon tiempos convulsos para el sector de la Distribución y el Consumo. Al actual contexto de crisis y de disminución de la demanda, hay que añadir nuevos factores desestabilizantes como la concentración de los grandes distribuidores, la transformación de los hábitos de compra, el trasvase de consumidores hacia la marca blanca o el alza del precio de las materias primas alimentarias.

La industria del Retail y el Gran Consumo resulta clave en el conjunto de nuestra economía, y se calcula que su aportación al PIB nacional sólo es superada por la industria del Turismo. Su tejido empresarial está constituido tanto por gigantes como Inditex o Mango, que abanderan el sector por todo el mundo, como por multitud de medianos y pequeños negocios que sólo en nuestro país emplean a un elevado porcentaje de profesionales.

Sin embargo, en un entorno que se manifiesta volátil y complejo, fabricantes y distribuidores han de adaptarse a una nueva realidad y ofrecer respuestas ingeniosas al consumidor, más allá de la transformación de los procesos de negocio o la defensa del margen operativo. Los rápidos cambios, tanto en el comportamiento del mercado como en el del consumidor, hacen que las empresas deban adoptar hoy más que nunca una dosis extra de flexibilidad y de innovación a la hora de adaptar sus modelos de negocio.

Las compañías no pueden perder de vista las nuevas tendencias en los hábitos de compra, las preferencias del consumidor, el modo de ejercer su demanda o su creciente poder de decisión. Industria y consumidores interactúan en un mundo global, donde el comercio electrónico o la influencia de las redes sociales ganan terreno al comercio tradicional. 

El actual escenario cambiante también ha puesto sobre la mesa la necesidad de que el sector afronte nuevos e importantes retos, como el de la sostenibilidad. En el informe presentado recientemente por la Fundación IE Business School y Ernst & Young, “El sector Retail como motor de cambio hacia la sostenibilidad de la producción y el consumo”, queda patente cómo el sector Retail puede utilizar su posición estratégica de modo real y efectivo para influir en proveedores y consumidores en la reducción de los impactos ambientales, mejorando la sostenibilidad de todas las fases de la cadena de valor del producto.  

En este entorno el consumidor es progresivamente más consciente y se muestra exigente en sus demandas. Por otro lado, los crecientes requerimientos por parte de los reguladores, consumidores e inversores sobre los productos y su fabricación conducirán a que éstos -tanto en su fase de diseño y manufactura, como en la de embalaje, transporte o consumo-, inexorablemente incorporen atributos medioambientales. Totti Könnölä, profesor asociado de IE Business School y coautor del informe citado, asegura que  la cadena de valor será tanto más sostenible cuanto más se aproxime a un proceso de ciclo cerrado, en el que los residuos se conviertan en inputs para la creación de nuevos productos. La industria del Retail  y los fabricantes de productos de consumo deberán tenerlos en cuenta y dar una respuesta, además de ingeniosa, sostenible.

 

José Luis Ruiz Expósito es Socio Director de Ernst & Young y cuenta con más de 25 años de experiencia en el sector.

Alfonso Gadea es Responsable de Proyecto Fundacion IE “IE Foundation Advanced Series: Consumer Goods & Retail”. Cuenta con 15 años de experiencia en Trade Marketing. http://www.ie.edu/es/business-school/escuela-negocios/fundacion-ie

 

El País

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