Hacia finales de los sesenta, una serie de artistas cambió las galerías del Soho neoyorquino por los espacios abiertos de Utah, Nevada y Nuevo México. El paisaje, las rocas, los árboles, el horizonte, la tierra, el viento y las tormentas se convirtieron en marco y material de sus trabajos.
Campo de relámpagos, de Walter de Maria. / Copyright Dia Art Foundation.
01 Campo de relámpagos. Walter de Maria (1974-1977).
Quemado, Nuevo México (EE UU)
Walter de Maria plantó 400 postes de acero pulido de entre 4,7 y 8,3 metros de alto a lo largo de una cuadrícula de casi dos kilómetros cuadrados al norte de Quemado, en el desierto de Nuevo México. Todas las puntas de las barras se encuentran al mismo nivel, aunque su longitud varía adaptándose a las cotas del terreno. Un espacio místico cargado de energía que funciona plenamente cuando se produce una tormenta eléctrica (la mejor época es entre mayo y octubre) y los rayos son atraídos por los postes.
Cuatro vistas de Spiral Jetty, la obra emblemática del Land Art. / Dia Art Foundation.
02 Spiral Jetty. Robert Smithson (1970).
Great Salt Lake Utah (EE UU)
Bloques de basalto, lodo y sal cristalizada dibujan una senda que se adentra, como el muelle de un reloj de cuerda, a lo largo de casi medio kilómetro en las aguas salobres y rojas (por la espirulina, una cianobacteria) del Gran Lago Salado de Utah (EE UU). Un espigón de escarcha en permanente transformación. Para muchos, la gran obra del Land Art
03 Roden Crater. James Turrell (1976).
Arizona (EE UU)
James Turrel transformó la cima del cráter de un volcán dormido en medio del desierto de Arizona, a 40 kilómetros al noreste de Flagstaff, en un observatorio astronómico donde se pueden observar los ciclos del sol y de la luna.
Double Negative, de Michael Heizer. / MOCA Los Ángeles
04 Double Negative. Michael Heizer (1969).
Nevada (EE UU)
Heizer excavó 240.000 toneladas de arenisca en la Mormon Mesa del desierto de Nevada para crear dos simas enfrentadas, cada una de 12 metros de profundidad y 300 de longitud, separadas por un profundo barranco. Forma parte de la colección permanente del Museo de Arte Moderno de Los Ángeles.
05 Observatorio. Robert Morris (1977).
Oostelijk Flevoland (Holanda)
Inspirado por los círculos megalíticos de Stonehenge (Salisbury, Reino Unido), Morris creó en un pólder de la costa de holanda dos anillos concéntricos de tierra, madera, hierba y acero como escenificación del solsticio. Construidos con la técnica de empalizada y acumulación de materiales sueltos, el exterior mide 90 metros de diámetro, y el interior, 24 metros, alcanzando la obra una altura de tres metros.
06 The big air package. Christo y Jeanne-Claude (2013).
Gasometer de Oberhausen (Alemania)
“Cuando se entra en la obra, uno siente que está nadando en luz. Es como una catedral de 90 metros de alto”. Así describe Christo —artista conocido sobre todo por sus intervenciones colosales y efímeras en puentes, rascacielos, islas y espacios naturales— The big air package, su última obra y la primera realizada en solitario tras la muerte en 2009 de su esposa y compañera artística, Jeanne-Claude: un globo de 90 metros de altura y 50 de diámetro, con un peso de 5,3 toneladas y un volumen de 177.000 metros cúbicos, que se podrá contemplar —por dentro y por fuera— hasta el 30 de diciembre en el Gasometer de Oberhausen, al noroeste de Alemania, un gigantesco tanque de gas convertido en sala de exposiciones.
07 Mastaba. Christo y Jeanne-Claude (1979, sin realizar).
Emiratos Árabes Unidos
La única obra de Christo y Jeanne-Claude que nació con vocación de permanencia es la Mastaba de Abu Dhabi, un proyecto de 1979 para los Emiratos Árabes Unidos que, previsiblemente, será construida en el desierto con 410.000 barriles de petróleo vacíos. Similar a los monumentos funerarios que existen en Saqqara (Egipto), aspira a tener una altura de 150 metros y un tamaño superior al de cualquiera de las pirámides de Egipto.
Instalación de Garbage People en los Alpes. / Ha Schult / Thomas Hoepker
08 Garbage People. Ha Schult (2003).
Instalaciones efímeras en diversos lugares
En enero de 2011, el artista alemán Ha Schult levantó en la plaza del Callao de Madrid un hotel efímero que se pudo visitar durante la feria de turismo de Madrid, Fitur. Sus instalaciones de hombres de basura (garbage people) han visitado desde las Pirámides de Egipto hasta los Alpes o el Ártico.
Instalación The weather Project en la Tate Modern de Londrres. / Isidoro Merino
09 The weather Project. Olafur Eliasson (2003).
Tate Modern. Londres (Reino Unido)
En 2003, el danés Olafur Eliasson (Copenhague, 1967) metió un sol en la inmensa sala de turbinas de la Modern Tate de Londres, un proyecto site specific (concebido específicamente para un entorno) al que llamó The weather project; en 2008, instaló cuatro grandes cascadas artificiales en el East River, junto al puente de Brooklyn, que se convirtieron en la atracción turística del verano neoyorquino.
10 Peine del Viento. Eduardo Chillida (1952-1977).
San Sebastián (Guipúzcoa, Euskadi, España)
En la escenografía creada por arquitecto Luis Peña Ganchegui -- antesala al mar con una serie de plataformas de adoquines que se abren a la bahía de la Concha— se alzan las poderosas esculturas del Peine del Viento de Chillida, acentuando el carácter contemplativo y trascendente del conjunto.
11 Sun Tunnels. Nancy Holt (1976).
Lucin (Utah, EE UU)
Cuatro tuberías de hormigón, de unos cinco metros y medio de largo y dos metros y medio de diámetro, dispuestas horizontalmente sobre el terreno y alineadas en las direcciones de la salida y la puesta del sol en los solsticios de verano (21 de junio) y de invierno (21 de diciembre). Los orificios practicados en sus paredes representan constelaciones del hemisferio norte; su diámetro es proporcional a la magnitud de las estrellas que representan.
12 Montaña Tindaya. Eduardo Chillida (1993; proyecto no realizado).
Fuerteventura (Canarias, España)
Inspirado por el poema Lo profundo es el aire, de Jorge Guillén, el escultor Eduardo Chillida (San Sebastián, 1924 -2002) ideó la que sería su obra más deslumbrante y polémica: un enorme espacio cúbico y vacío excavado en el interior de la montaña de Tindaya, en la isla canaria de Fuerteventura. El proyecto, en la tradición de los grandes earthworks norteamericanos, chocó con la incomprensión de algunos grupos ecologistas y un sector del mundo del arte. Chillida murió sin ver realizado su sueño.
A mí me gusta el Land Art, pero sé que hay muchos que lo detestan. Y tú, ¿piensas que dejar hueca una montaña es una obra de arte o un atentado ecológico?
PD: Algunos me habéis regañado por no haber incluido a Andy Goldsworthy, maestro del arte efímero, en esta lista. Otros, por haber incluido obras que, en rigor, no pertenecen al movimiento Land Art, como el Weather Project de Olafur Eliasson (aquí discrepo: meter una estrella en una sala de turbinas es una vuelta de tuerca al Land Art) o The Big Air Package, de Christo (lo he puesto porque es el último proyecto de Christo y el primero sin su esposa y compañera artística; porque se acaba de inaugurar, y porque no comulgo con etiquetas).
Mea culpa: tampoco había nada de Richard Long, un artista que me gusta mucho, y eso sí que es grave (como alguna errata que se me había colado por las prisas). Tampoco están Rirchard Serra, Dennis Oppenheim, Dani Karavan, Carl André, Brancusi…
13 Laberinto. Richard Long (1971).
Connemara, Irlanda
“La música de las piedras, senderos de huellas compartidas, dormirse acunado por el fragor de un torrente”. Richard Long convirtió su afición a las caminatas en una de las más finas manifestaciones del Land Art: círculos de piedras, laberintos prehistóricos, líneas de cantos rodados que evocan calma, libertad, ligereza.
14 Sombra de Lluvia. Andy Goldsworthy (1984).
St. Abbs, (Escocia, Reino Unido)
Breve y sutil como un haiku. No escribiré más (por hoy). Solo un gesto.
Hay 8 Comentarios
Me encanta el Land Art pero lo de Tindaya es de hacérselo ver. Primero de todo decir que es una montaña que cuenta con múltiples estaciones de grabados prehistóricos de las más importantes de Canarias. Segundo, es una montaña que tiene una significación especial para el pueblo majorero (aquí en Canarias denominamos así a los habitantes de Fuerteventura) y que es lícito que sientan atacada su isla cuando se quiere alterar parte de su patrimonio natural, máxime cuando la Isla se ha visto tan alterada ya debido al turismo. Tercero, me gustaría saber si habría tanto interés en realizar dicha obra si la piedra que la compone no fuera tan enormemente cara, al menos aquí, y muy apetecible para su venta por su valor ornamental. Yo no voy a cuestionar la buena o mala fe de Chillida, de entrada no está entre nosotros para defenderse, pero sí de los políticos que en un principio, y hasta que el pueblo canario se levantó en peso contra ese uso de la montaña sagrada de los majos, apoyó la idea. He leído en múltiples ocasiones que al proyecto se le ofrecieron otras ubicaciones, que coja una de ellas. Yo no estoy de acuerdo con la frase de Pablo Ventura "fascinante visión respetuosa de Chillida para Fuerteventura" de entrada ¿quien valora lo que es respetuoso? la gran mayoría de los canarios y de los majoreros en especial se sienten contrarios y ofendidos con la idea....Chillida lo sabía y seguía erre que erre......¿dónde está el respeto? ¿en el país vasco lo hubiera podido hacer? Para que te hagas una idea de lo que significa Tindaya para un majorero, dile a un vasco que vas a hacer una escultura que vacíe el árbol de Guernica y que lo atraviese con barrotes como símbolo de como se han quebrantado las libertades del País Vasco (no sé es la primera idea mema que se me ocurrió que se le podría hacer) y su reacción será la misma que han tenido los majoreros ante este proyecto. Yo espero que nunca se realice.
Publicado por: Orlando | 14/05/2013 13:08:44
Olvidar a Andy Goldsworthy al hablar del Arte Natural es como olvidar a Picasso al hablar de cubismo. Imperdonable.
Publicado por: crudo | 30/04/2013 12:11:27
En efecto, Chillida murió sin ver realizado su visión en Montaña Tindaya lo cual no quiere decir que el proyecto está muerto. Se han realizado estudios geológicos para verificar la viabilidad del proyecto y muchos confiamos en que serâ realizado.. Más tiempo necesitó James Turrel y ni qué decir lo que tardaron en construirse las pirámides. Y es que el proyecto de Tindaya, tendria tanta repercusión para la humanidad como una Pirámide Maya o de Egipto. Las actividades culturales que dentro de la montaña podrían llegar a tener lugar, podrían tener el alcanze que tiene desde hace más de un siglo el templo a la música que Wagner construyó en Bayreuth y que Wagner necesito decenios hasta realizar su visión en una colina de un pueblito alemán, lugar de peregrinaje que Wagner puso en el mapa mundial. Y es que el turismo futuro no será sólo de sol y playa sino cultural. No perdamos la ilusión de la fascinante visión respetuosa de Chillida para Fuerteventura, un proyecto único en Europa.
Publicado por: Pablo Ventura | 30/04/2013 1:22:27
Amo el land art del que ama la naturaleza y detesto el land destroyer del que sólo se ama a si mismo y su ego.
Publicado por: Helena | 30/04/2013 0:32:08
El land art me parece estupendo, aún así puedo entender que los vecinos de Fuerteventura se nieguen a meter doscientas mil excavadoras y remover terreno a saco pese a la idea genial de Chillida. Hubiera deseado que colgaras alguna foto-creación de Andy Goldsworthy, pero me consuelo con el Spiral Jetty de Smithson. Me parece fascinante también lo del campo atraparrayos. Gracias
Publicado por: javier swift | 29/04/2013 19:35:19
roden crater es my preferido
www.newshub.es noticias en tiempo real
Publicado por: newshub.es | 29/04/2013 18:09:38
Cuidado con los rayos que los carga el... las nubes!!
Para los y las fumador@s!! No dejéis de comprar una
http://ladimi.blogspot.com.es/search/label/Pitilleras
Publicado por: Pitilleras de Fieltro | 29/04/2013 17:29:37
Impresionante el Observatorio en Holanda.
http://devacacionesnosvamos.blogspot.com
Publicado por: Sergio Espósito | 29/04/2013 9:25:35