Si Bob Esponja y Patricio te provocan escalofríos, espera a conocer a sus vecinos: hay medusas diminutas capaces de matarte de dolor, meros descomunales, morenas más peligrosas que tu vecina del cuarto, caracolas asesinas, calamares gigantes y multitud seres viscosos, feos y voraces que acechan en las profundidades o junto a tus pies, ansiosos por atravesar con sus púas venenosas tus chancletas o arrastrarte al fondo abisal en un viscoso abrazo. Disfruta de la playa.
1 Medusas gigantes
La medusa melena de león ártica o medusa melena de león gigante (Cyanea capillata) puede medir más de dos metros de diámetro y arrastra una larga cabellera de miles de tentáculos de hasta 36 metros de longitud. Arthur ConanDoyle utilizó una Cyanea capillata para matar a un profesor de ciencias en uno de sus relatos sobre Sherlock Holmes. Vive en aguas profundas del ártico y el Atlántico norte, aunque también se han visto ejemplares en el Mediterráneo.
2 Un juguete peligroso
Aunque parezca sacado de un catálogo de juguetes del Imaginarium, no se puede jugar con el pulpo de anillos azules (Género Hapalochlaena), un cefalópodo de colorines frecuente en los arrecifes coralinos (sobre todo en Australia) que te puede dejar tieso antes de que descubras que no es de plástico. De hecho, la mayoría de los accidentes se produce entre buceadores y bañistas fisgones.
3 ¡Caracoles! La muerte estaba en la playa
Los caracoles marinos del género Conus cuentan con un buen número de especies mortíferas. Esas preciosas y nacaradas conchas que muchos habréis recogido durante el viaje de novios en alguna playa de Seychelles o Maldivas sin saber que os estabais jugando la vida: "Mira, churri, qué caracola más bonita: vamos a llevárnosla a casa de recuerdo. ¡Ay!, creo que me he pinchado con algo". Fin.
4 La asesina invisible
Los tentáculos de la cubomedusa (Chironex fleckeri), una criatura transparente de entre diez y veinte centímetros, disparan “una carga mortífera que liquidaría al equivalente de una habitación llena de gente” (Bill Bryson). Vive en aguas de Australia, la isla-continente donde mayor número de seres vivos mortíferos existen.
5 El feo e infame pez piedra
Su aleta dorsal cuenta con doce robustas y afiladas espinas, cada una con su glándula venenosa, capaces de atravesar una chancla o una aleta de buceo. Su veneno es tan potente como para matar a una persona en un par de horas entre atroces sufrimientos: una sola espina produce un dolor tan agónico, que algunos picados enloquecen de dolor y muerden a quienes intentan ayudarles. Vive en arrecifes tropicales, pero también tiene parientes en España: las escórporas o cabrachos. Nombre científico: 'Synanceia horrida'.
6 Cuestión de dientes
“Soy un buen tiburón, no una descerebrada máquina de comer. Si quiero cambiar mi imagen, primero debo cambiar yo. Los peces son amigos, no comida". Pese a las buenas intenciones de Bruce, Chum y Anchor, los tres escualos en terapia de grupo de Buscando a Nemo (Disney Pixar, 2003), los tiburones sí son máquinas de matar. Son tan eficientes, que en 450 millones de años apenas han cambiado. Salvo las cafeteras italianas y algunos coches, no hay nada que los supere en diseño. El tiburón blanco (Carcharodon carcharias) o jaquetón, la especie a la que pertenece Bruce, está en la cima de la cadena alimentaria de los océanos. El pez depredador más grande del planeta puede pesar más de 2.000 kilos y medir más de seis metros de longitud, una sardinilla comparado con su antepasado el Megalodón (Carcharodon megalodon), que vivió hace unos 20 millones de años y medía entre 16 y 25 metros.
7 El monstruo de la piscina
Imagina que estás flotando tan a gusto en la piscina y algo te acaricia, te hace cosquillitas en el cuello. No, no es tu chico o tu chica pidiendo guerra: es la criatura más aterradora que te puedas imaginar, que se ha encariñado de ti. Buena nadadora, le gusta corretear por el fondo de las piscinas, jugando al pilla-pilla con los dedos de los pies. Se llama araña de tela de embudo o araña de Sídney, y por suerte para ti, solo vive en Australia.
8 Medusa inmortal
¿Qué puede haber peor que una medusa? Una medusa inmortal. La Turritopsis nutricula, un hidrozoo de apenas medio centímetro, tiene una característica que la hace única entre todas las criaturas del reino animal: es biológicamente inmortal. De una forma que los científicos aun no han logrado comprender, no muere tras alcanzar su estado adulto, sino que sus células rejuvenecen y puede repetir su ciclo vital volviendo al estado de pólipo, algo así como si una mariposa pudiese volver a convertirse en oruga, una rana en renacuajo o un señor de 54 años en un chaval de dieciséis.
9 Chopitos gigantes
¿Te gustan los chopitos? Tu a ellos también. El calamar gigante de Humboldt (Dosidicus gigas), un enorme cefalópodo frecuente en las costas de Baja California (México), es famoso por su ferocidad. Atacan en grupo a los submarinistas, arrancándoles las gafas de bucear con sus ventosas dentadas o intentando arrastrarles hasta el fondo, como demuestra un documental de National Geographic. Devoran todo lo que se les pone por delante, incluso a sus congéneres, y son capaces de seguir atacando incluso después de haber perdido la cabeza. El calamar gigante (Architeuthis), el Kraken de las leyendas escandinavas, puede superar los 18 metros y más de una tonelada de peso, lo que le convierte en el invertebrado más grande del planeta. Es también uno de los animales marinos más escurridizos. Vive a grandes profundidades, y hasta 2012 no se pudo filmar un espécimen vivo en libertad.
10 Cachalote es un machote
Los machos de cachalote (Physeter macrocephalus) pueden presumir de estar entre los animales mejor dotados de la naturaleza. El pene de mayor tamaño de los que se exhiben en la Faloteca Nacional de Islandia en Reikiavik, una colección de 281 falos de 92 especies de mamíferos diferentes que Sigurdur Hjartarson, un profesor retirado, ha reunido a lo largo de 30 años, perteneció a uno de estos cetáceos: pesa 75 kilos y mide un metro setenta de longitud, un notable atributo solo superado por el tamaño de su cabeza. Los cachalotes pueden superar los 20 metros, tienen dientes (aunque solo en la mandíbula inferior) y gastan malas pulgas. Codiciados por los cazadores de ballenas por su preciado ámbar gris (purita mierda de ballena, no más) y su espermaceti, una especie de aceite o cera blanquecina utilizada en cosmética, en las crónicas del mar abundan las historias de grandes machos solitarios que se llevaron por delante los barcos que intentaban matarlos con sus tripulaciones.
Podéis encontrar muchas otras criaturas terribles (arañas, serpientes, cocodrilos, koalas, escorpiones...) en el libro 1000 maneras estúpidas de morir por culpa de un animal, de Isidoro Merino, alias El viajero astuto (Oui, c'est moi), una guía de bichos peligrosos que acaba de publicar Planeta.
PD.- Pido disculpas por no actualizar el blog en dos semanas: andaba por un planeta sin WiFi.
Hay 1 Comentarios
Pues yo he estado en una isla donde el peligro de las aguas no está abajo, sino arriba, y son piratas que te secuestran como te descuides, en el paraíso del submarinismo en Borneo, mirad: http://www.losmundosdehachero.com/viaje-borneo-pesadilla-en-el-paraiso-del-submarinismo/
Publicado por: jose sanchez | 12/08/2014 23:34:14