El Beagle y una canoa yagán en el estrecho de Murray. / CONRAD MARTENS
Acabo de volver del sur de Patagonia, una travesía en el barco Stella Australis entre Punta Arenas (Chile) y Ushuaia (Argentina). A bordo, ni WiFi ni teléfono, una delicia, aunque no pude escribir en el blog. La ruta discurre por el laberinto de canales, islas y ventisqueros azules de Tierra de Fuego y el Cabo de Hornos, una tierra inhóspita y salvaje que se conserva casi igual que cuando Charles Darwin la visitó, entre la Navidad de 1832 y la primavera de 1834, durante el segundo viaje del Beagle, bergantín de 10 cañones al mando del capitán Robert Fitz-Roy. Esta es la fascinante historia de uno de sus pasajeros.