La estación Mayakóvskaya, proyectada por el arquitecto ruso Alexey Dushkin para el metro de Moscú. / Jon Hicks / Corbis
El metro es más que un medio de transporte. Es una forma de viajar por la historia, de tomarle el pulso a una ciudad y a sus habitantes (por eso a mí me chincha que a la estación madrileña de Sol le hayan pegado, como si fuera un chicle, el nombre de una compañía telefónica).