No se cómo los jóvenes españoles que no vivieron una dictadura sangrienta como la del Franquismo están viviendo en estos momentos la liberación de Libia de las garras de un dictador como Gadafi. Puedo decirles lo que yo siento, porque fui testigo y periodista víctima de aquellos 40 años en el que el mundo libre nos compadecía.
Siento un profundo agradecimiento por ser testigo de una España con democracia, sin censuras, sin miedos de reunirse cuatro amigos en casa porque podía llegar la policía y detenernos como me acontecía a mi cuando de Italia, donde vivía entonces, venía a España.
Me siento feliz de no tener que soportar la vergüenza de ver entonces al dictador Franco desfilar en las procesiones religiosas bajo Palio como si fuera el Santísimo Sacramento, privilegio concedido al tirano español por el Vaticano que no conocía ni apreciaba la democracia. Feliz de una España laica, en la que conviven sin guerras los poderes civiles y religiosos.
Felices de poder escribir en un periódico sin que mis artículos no tengan que pasar como entonces, cuando escribía en el diario PUEBLO de Madrid, por la vergüenza de tener que ser examinados por un censor franquista, muchas veces impreparado, que decidía si debería o no publicarse.
Feliz de ver las calles de España apretadas de jóvenes indignados, no contra una dictadura que no tenemos, sino contra una democracia que no les convence y que la querrían más vital, participativa y con menos privilegiados. Y feliz de verles manifestarse en libertad sin que tengan- como lo era entonces- que temblar de miedo de poder acabar torturados o muertos. Recuerdo aún con horror los relatos que me hicieron un dia algunos torturados que consigueron seguir vivos. Y de lo refinado de aquellas torturas. Con uno de ellos, en Madrid, habían llamado para que si divirtiera colaborando en las torturas que le infligían los esbirros de Franco, a un antiguo amigo suyo con el que habia acabado peleado y que se negó a tamaña atrocidad.
Feliz de saber que hoy, a pesar de todas las crisis económicas creadas en buena parte por el imperio de un mundo financiero tambien tirano en su género, los españoles podrán el dia 20 de noviembre próximo ir en libertad a las hurnas para decidir su futuro sin que ese resultado suponga una catástrofe nacional. Yo pude votar por primera vez con 40 años, no en España sino en Italia, donde me habian concedido la ciudadanía italiana para darme el gusto de poder una mañana de domingo ir a colocar mi voto libre en una hurna electoral junto con los italianos cuya libertad y democracia les envidiaba en aquel momento.
Feliz de que Libia se haya liberado de un tirano que tambien había aplastado durante tantos años los valores de la democracia. Feliz de ver felices a los indignados libios que lucharon, algunos a precio de sangre, para ver este dia de liberación nacional.
Y menos feliz de pensar que tantos grandes de la Tierra, civiles y religiosos se arrodillaban hasta hace poco ante el tirano líbio en busca de mezquinos acuerdos económicos sin atreverse a condenar sus abusos de poder y hasta jactándose de haberse fotografiado con él, olvidándose de la afrenta que ello significaba para los libios que luchaban por ser un país democrático y libre. Hoy deberían quemar esas fotografías y hacer un mea culpa sincero de no haber tenido el coraje de condenar al tirano y a sus atropellos a los derechos humanos.
Me preguntaba hace unos dias en un artículo de Opinión de este periódicos: “¿Sin Dios se vive mejor?”. Una cosa les puedo asegurar por propia experiencia a los jóvenes españoles que han tenido la suerte de no tener que soportar la vergüenza y el horror de una dictadura: “Sin duda, sin dictadores se vive mejor”.
Hay 5 Comentarios
Tiene razón Sr. Ambrosio. Supregunta de por qué no nos indignamos en el momento debido contra las dictaduras y los dictadores y los políticos corruptos, hace pensar. Yo mismo escribí sobre eso en un artículo de Opinión de este diario sobre los indignados PREGUNTAS INCÓMODAS A LOS INDIGNADOS.Me preguntaba precisamente por qué no se habían indignado antes ya que los políticos españolesde los que ellos decian no nos representan son los mismos hoy que hace diez años.
En cuanto a lodel linchaje de Gadafi tambien concuerdo con usted que hastacon el mayor criminal no hay por qué perderel respeto a la persona humana.
Un abrazo
Juan Arias
To: [email protected]
Publicado por: Juan Arias | 23/10/2011 14:00:09
Tiene toda la razón el articulista en todo lo que dice sobre los tiranos.
Pero parece ser que todo es culpa nuestra, que los dejamos nacer y crecer, gordos y peinados.
No nos indignamos en el momento debido.
Tampoco nos indignamos con los que los bendicen, con nuestro dinero, con sus apaniguados.
Los dejamos que sigan, ellos y sus familias.
Después hay que volver a los placeres medievales, matarlos a sangre fría y ante todos, en fiesta pagana, cuando perdemos todos la poca compostura y buenas modales.
Es un retroceso moral estarse uno feliz con la muerte de un ser humano, aunque sea un dictador sanguinario.
Es igualarse.
Publicado por: wellington ambrosio | 23/10/2011 2:33:18
Dictator que nos tocó de "regalo"· Franco sólo fue posible con Hitler y Mussolini detrás (más bendición papal), ahora existió un Gadafi con Europa aplaudiéndolo, todo para terminar faenado en plena calle como il Duce...
Publicado por: Mina | 22/10/2011 1:01:19
Urna, yo tambien iré a votar
Publicado por: Elena | 21/10/2011 13:59:42
Pregúnteles, quizá vuelvan a acampar todos en las plazas
Publicado por: ann | 21/10/2011 0:19:07