No ha sido un ministro brasileño cualquiera el que se ha querido burlar de un periodista que le abordó para hacerle unas preguntas. Se trata de Fernando Pimentel, el ministro de Desarrollo, Industrias y Comercio Exterior del gobierno de Dilma Rousseff, con una biografía de izquierdas importante en el Partido de los Trabajadores (PT) y hoy acusado por los medios de tráfico de influencia, que casi le costó dejar el gobierno.
Pimentel fue guerrillero en el mismo grupo de extrema izquierda en el que militó la Presidenta Rousseff (Var Palmares) durante la dictadura militar, exiliado y después encarcelado desde 1970 a 1973. En su partido fue un famoso alcalde de Belo Horizonte, capital del Estado de Minas Gerais. Acabó con un 90% de aprobación y fue considerado por el británico Wordmayor como el octavo mejor alcalde del mundo en 2008.
En 2010 se presentó para el Senado y perdió las elecciones. Fue llamado por la Presidenta Dilma a formar parte del equipo que la llevó al poder en las presidenciales del 2010. Tras su victoria, lo hizo ministro. Son amigos personales.
Sólo que los medios de comunicación lo acusan de haber ejercido tráfico de influencia durante los dos años que se quedó sin cargo. Ganó dos millones de reales, según él con contratos de asesoría con algunas empresas. Según las acusaciones, no existen, al parecer, contratos escritos de dichas asesorías ni rastros de algunas conferencia que habría dado en varias ciudades de Minas Gerais, para empresas siempre interesadas en trabajar para el gobierno.
Dilma prefirió dejarle en el gabinete a pesar de que por las mismas acusaciones había sacado a su ministro de la Casa Civil, Antonio Palocci. El argumento de la Presidenta es que aún en el caso de que Pimentel fuera culpable lo fue cuando no trabajaba aún para el gobierno y que Palocci había pedido para salir y Pimentel, no. Y el gobierno impidió que la oposición pudiera escuchar su defensa en el Congreso.
Hay quién asegura que las acusaciones llegaron a la prensa de la mano de “fuego amigo”, es decir de compañeros de su mismo partido. Todo ello puede hacer parte de la lucha política y Pimentel ha justificado su trabajo como asesor económico “porque necesitaba sobrevivir”, al haberse quedado sin cargo, y considera que ganar 50.000 reales por mes como asesor, era normal.
Donde el ministro ha sin duda resbalado ha sido en el burlarse de un periodista del diario O Globo, y este blog no puede dejar de solidarizarse con él, a pesar de no conocerle personalmente.
Me permito transcribir literalmente la entrevista acabada en chacota, de Pimentel con el reportero, Thiago Herdy. El periodista quería saber si el Ministro estaba de acuerdo con la afirmación hecha por el senador de Minas Gerais, el socialdemócrata y oposicionista Aecio Neves, de que Pimentel debía ir al Congreso para dar explicaciones de las acusaciones contra él. El repórter abordó al Ministro cuando salía de una cena de homenaje que le habían preparado un grupo de empresarios.
El periodista Thiago Herdy, durante una conferencia
ENTREVISTA:
Pregunta: El senador Aecio Neves (PSDB) ha hecho hoy unas declaraciones que quería comentar con usted. En opinión del senador, usted debería presentarse al Congreso Nacional.
Respuesta: Usted comenzó su pregunta usando el verbo en el tiempo cierto. Usted quería. Continúe queriendo.
P- ¿Entonces no me va a responder? Mi papel como repórter es escuchar la otra parte, es escucharle.
R- Le voy a repetir, usted me está escuchando. Quería oírme Continúe queriendo.
P- ¿Por qué no responde a mis preguntas?
R- Voy a repetirle por tercera vez, quizás así entienda.
P- Pero yo ahora le he hecho otra pregunta
R- Usted quería, continúe queriendo. Feliz Navidad.
P- Entonces ¿Usted cree que no debe prestar informaciones a la sociedad? ¿No cree que como Ministro de Estado debería por lo menos responder a las preguntas?
R- Ya te he respondido, querido
P- Yo le he hecho una pregunta
R- La primera responde a todas. Continúe queriendo.
Y el Ministro se fue sin responder.
He siempre puesto de relieve las magníficas relaciones entre la Presidenta Dilma y los medios de comunicación. He recordado varias veces su famosa frase durante su discurso de investidura : “Prefiero el ruido de los periódicos al silencio de las dictaduras”.
Siempre tuve gran aprecio por la magnífica labor social que Pimentel desarrolló cuando era Alcalde de Bello Horizonte y por su indiscutible prestigio en el Partido de los Trabajadores. Pero hoy, solidario con mi colega brasileño burlado, tengo que decirle: “Así, no, Señor Ministro”. Un político no tiene nada que ganar burlándose de un periodista, aunque fuera que no es el caso, el más novato de los reporteros. Podía haberse negado a responder; podía haberle respondido con dureza, si lo creía oportuno. Pero haciendo chacota de él, eso, no.
Me permito hacer esta anotación a Pimentel con el peso de 40 años de periodismo a las espaldas durante los que me tocó entrevistar a personajes nada fáciles como los cineastas Federico Fellini o Pier Paolo Pasolini, o los escritores Leonardo Sciascia e Italo Calvino, o José Saramago o a políticos como Enrico Berlinguer o Pertini, por citar sólo a los más difíciles. No siempre fueron fáciles las entrevistas, pero ninguno de ellos me miró nunca por encima del hombro y mucho menos se chacoteó de mi.Y yo era muy joven entonces
El periodista Herdy durante un reportaje con drogadictos de la calle
Hay 2 Comentarios
Lo que dices, Victor, es muy sutil. Machiavelo quería cambiar las cosas para que todo quedara igual. En el fondo de mi post- y no sólo en la forma- late la cuestión eterna de la lucha del poder por esconder sus corrupciones y los medios, formidable arma social contra la impostura y la tiranía de los poderes, aún los más democráticos. ?No te parece? Lo de Pimentel no es sólofalta de educación con el periodista, esla pura arrogancia del poder que desprecia los controles de la sociedad sobre su gestión.
Yo tambien creo que Aecim va a tener que esperar. El PT ( que se va a afirmar en Sâo Paulo), no va a dejar tan fácilmente el poder
Feliz entrada del 2012
To: [email protected]
Publicado por: Juan Arias | 01/01/2012 12:17:30
Fondos y formas. Desde Maquiavel esto genera debate.
Las formas de Pimentel son censurables, criticables y sancionables.
El fondo es hasta poético. Pues lanza un mensaje velado a Aécim, como decimos en Minas. Aécio quería, pues que siga queriendo.
Lo que genera otro debate sobre el fondo y las formas de un imputado. Que dejaré para otro post, que seguro vendra.
Publicado por: Alethos | 31/12/2011 20:05:18