La conversación entre los brasileños en vísperas de Navidad versa sobre los escándalos de corrupción política. En general, aplauden a Dilma Rousseff, la primera Presidenta de la república mujer que ha tenido el coraje de sacar de su gobierno a seis ministros acusados de corrupción y otros dos están en lista de espera.
Sin embargo el problema es complejo porque en Brasil la corrupción posee dos elementos típicos de la política de este país que la hacen de alguna forma diferente: la impunidad de los corruptos y el tratarse de una corrupción no individual y ni siquiera de grupos sino “sistémica”.
Me lo decía ya hace años, casi cuando llegué a Brasil, un importante empresario español: “Quizás, objetivamente, la corrupción entre los políticos brasileños no sea mayor que la de otros países, incluso la de los Estados Unidos”, me comentó. “Lo que la diferencia es la impunidad de los corruptos”, me dijo.
Eso es incuestionable y es lo que se preguntan e indigna a los ciudadanos. Si un diputado o un ministro o un gobernador o un alcalde tiene que dejar su cargo acusado de corrupción, por qué no se le juzga enseguida contemporáneamente. Por qué mientras tanto sigue en la política activa, incluso en el Congreso sin que se le lleve a juicio en el Consejo de Ética. Por qué si se comprueba que se ha enriquecido ilegalmente no se le exige que devuelva lo robado.
El caso es que eso ocurre. Hay hasta diputados que se presentan a las elecciones y desean ser elegidos para obtener el privilegio de la inmunidad parlamentar y poder así ser juzgados sólo por el Supremo, juicio que puede durar 10 años y que suelen acabar en aguas de borrajas, en absoluciones “por falta de pruebas”, cuando el reo es ya de nuevo a veces senador o gobernador o alcalde.
Pero hay un segundo elemento, quizás más grave aún, que diferencia la actual corrupción política brasileña. La ha señalado con agudeza el expresidente de la República y sociólogo, Fernando Henrique Cardoso, curiosamente elogiado en público, a pesar de ser el líder de la oposición, por la Presidenta Dilma Rousseff que ha destacado su contribución a la democratizacióndel país y el haber dado empuje a la economía con la creación del Plan Real que estabilizó la moneda y acabó con la inflación de tres cifras en los años 90.
Presidenta Dilma Rousseff y Fernando Henrique Cardoso
Para Cardoso, lo grave de la corrupción brasileña es que es “sistémica”. En un artículo antológico ha escrito: “La corrupción y el clientelismo tradicional siempre existieron. Existe sin embargo hoy una diferencia esencial. Existe una nueva forma “legitimada” de garantizar apoyos: la atribución casi explícita de ministerios con las “puertas cerradas” a los partidos socios del poder. Antes, el desvío de recursos públicos rozaba el poder, pero no era condición para su ejercicio. Hoy los partidos exigen ministerios y puestos administrativos para obtener recursos que permitan su expansión, atrayendo militantes y apoyos con prebendas que extraen del Estado”
Y concluye: “Estamos ante un sistema político que comienza a tener la corrupción como sustentación, más que con personas corruptas”. Cardoso explica que existe la idea de que al pueblo no le interesa la moral republicana. “Fuera del partido o del gobierno nada es ético; lo que, al revés, se lleva a cabo dentro del gobierno para beneficiar al partido encuentra justificación y se vuelve ético por definición”, afirma, que es como decir que “los fines justifican los medios”.
Si ello es verdad, lo es también el miedo de muchos de que pueda servir de poco echar a ministros corruptos si a ese ministro le sucede otro del mismo partido y con la misma finalidad: usar su ministerio para enriquecer al partido y, si es el caso, a él mismo, a través de desvíos de dinero público, es decir de los contribuyentes.
La pregunta es: ¿Cómo salir de ese laberinto? ¿Hasta cuando el gigante americano será capaz de hacer compatibles crecimiento económico con un aparato de corrupción “sistémico e impune”? Por el momento, el último trimestre ha tenido un crecimiento cero, muy poco para sus posibilidades y sus riquezas naturales. Ha sido un alarma.
Fernando Henrique Cardoso pasa el fajín de mando al tornero Lula da Silva
Hay 13 Comentarios
¿Lo que hizo los expresidentes? La Presidenta no tuvo coraje de hacer nada antes, pues podria no haver indicado las personas que fueron alejadas del gobierno. Se hay corruptores, seguro que sí, pero también existen muchos corruptíbles, y la ley corrobora con ellos.
Publicado por: Itamar | 23/12/2011 16:46:04
Leiam o livro a PRIVATARIA TUCANA!
O relato nu e cru, mas documentalmente detalhado, do maior esquema de corrupção articualdo no Brasil!
Articulado no ninho do governo FHC!
Acompanhem na imprensa brasileira o ENSURDECEDOR silêncio com que a grande mídia esta repercurtindo o MAIOR ESCÂNDALO DE CORRUPÇÂO da História do Brasil!!!!!
Publicado por: Jacques Homme | 13/12/2011 1:27:41
Ni les hablo mucho. Invito a resumen corto de libro buenisimo y inolvidable. Hay como comentarlo y hacer preguntas allá. Gracias.
http://es.shvoong.com/books/novel-novella/2217749-rebeli%C3%B3n-en-la-granja/
Publicado por: Marcio | 12/12/2011 12:19:29
quizás deberíamos empezar a pensar tb, porqué en España la corrupción es sistemática. Quizas por los mismos motivos? Hemos visto pasar presidentes, concejales...y ahora hasta miembros de la familia real por los tribunales...y cual es el resultado? Ninguno, nadie que no se haya librado de una condena con dinero por medio.
Veremos en que queda lo de Urdangarín y no nos quejemos más de la corrupción de otros países. En brasil al menos, existe la prohibición por ley de acceder a un cargo público mientras se tenga en curriculum cargos por corrupción. En brasil falta aplicar esta ley...y en España nos falta hasta tenerla.
Publicado por: Ana | 12/12/2011 12:05:14
Afinal afinal quem são os corruptores?
Santander, Telefonica, Repsol fizeram bons negócios no Brazil especialmente quando Fernado Cardoso, o entreguista, foi presidente.
O livro Privataria Tucana vendeu 15 mil exemplares num dia, o mesmo sendo escondido pela imprensa corrupta brasileira . A imprensa espanhola também terá o mesmo comportamento.
A corrupção no Brazil aumentou coma a chegada do neocolonialismo espanhol, aliás o mesmo é produto da colonização ibérica.
A Europa está com problemas demais para acusar a América Latina a galinha dos ovos de ouro epecialmente da Espanha.
Afinal o neocolinalismo espanhol e
Publicado por: Paulo Roberto | 12/12/2011 5:47:26
Hay una característica común a todas las dictaduras, que la corrupción se vive pero no se cuenta. Curiosamente los ciudadanos que no son conscientes de este hecho cuando se abren grandes procesos de democratización o de perfeccionamiento democrático creen que ha aumentado la corrupción cuando, como en el caso de Lula o Dilma, es que se ha permitido su persecución y esto hace que se haga público y conocido.
Publicado por: Carlos Arrikitown | 11/12/2011 16:03:12
El problema, Cristiane, se agudizó con Lula, para conseguir el consenso de los partidos aliados, pero viene de más lejos. Siempre he recordado en mis artículos que los ministros que salieron del gobierno de Dilma por corrupción eranuna herencia del gobierno anterior.
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Publicado por: Juan Arias | 10/12/2011 15:58:30
Señor, usted no habla que la corrupción en Brasil hay aumentado con Lula !!!! Lula é lo PADRE de la corrupción y del ENGAÑO!!!!
Publicado por: Cristiane Rebola | 10/12/2011 14:35:47
Ya, me imagino. Lo pongo porque como habiamos leído en El País sobre todos los casos de corrupción de algunos ministros de Dilma espero leer también sobre las acusaciones que Amaury lanza en su libro.
Por cierto un dato jocoso, sabes cuántos ministros tuvo FHC?
http://pt.wikipedia.org/wiki/Categoria:Ministros_do_Governo_FHC
Publicado por: Carlos Arrikitown | 10/12/2011 1:29:20
La corrupción de la que yo hablo, Carlos, no es exclusiva de ningún partido, por desgracia
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Publicado por: Juan Arias | 09/12/2011 21:49:32
La verdad, Fernando, es que sobretodo la impunidad frente a la corrupción política es un mal endémica de América Latina
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Publicado por: Juan Arias | 09/12/2011 21:47:26
Excelente, aunque esto no es sólo en Brasil, en Locombia, como cariñosamente (¿o sarcásticamente?) llamamos a nuestro país Colombia, pasa algo bastante parecido.
Publicado por: Fernando Cediel | 09/12/2011 20:38:29
Buen post Juan.
Un libro que puede ayudar mucho a entender la corrupción en Brasil. Amaury Ribeiro destapa el volumen de la corrupción PSDBista. Están todos los que son y son todos lo que están. Curiosamente en ninguna portada PIG.
http://www.advivo.com.br/blog/luisnassif/o-raio-x-do-esquema-serra-por-amaury-ribeiro-jr
Publicado por: Carlos Arrikitown | 09/12/2011 20:08:26