Juan Arias

Sobre el autor

es periodista y escritor traducido en diez idiomas. Fue corresponsal de EL PAIS 18 años en Italia y en el Vaticano, director de BABELIA y Ombudsman del diario. Recibió en Italia el premio a la Cultura del Gobierno. En España fue condecorado con la Cruz al Mérito Civil por el rey Juan Carlos por el conjunto de su obra. Desde hace 12 años informa desde Brasil para este diario donde colabora tambien en la sección de Opinión.

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Considerado como el “diplomático de las finanzas globales”, el banquero estadounidense, Bill Rhodes, asesor especial del Citigroup, en sendas entrevistas a los diarios Folha de São Paulo y O Globo, lanza unas afirmaciones explosivas llamadas a crear polémica.

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William Rhodes


Entre ellas las siguientes: “Los economistas brasileños son los mejores del mundo y deberían estar hoy aconsejando a los europeos”. Otra de sus afirmaciones fuertes es que Europa no saldrá de la crisis “si no sabrá conciliar austeridad con crecimiento”. Y por fin, que la crisis mundial no se podrá resolver solo con políticas de Estado. “Es necesario involucrar en ella al sector privado. En primer lugar porque el gobierno no puede resolverla sólo. Y además, vamos a decir la verdad, el sector privado es más eficiente”.


Rhodes, que es llamado también el “epidemologista de las crisis financieras”, se siente orgulloso presentando la primera página  del Financial Times del 29 de marzo de 2007 en la que se destaca un artículo suyo alertando sobre los riesgos de la crisis en el mercado de las hipotecas subprimer en los Estados Unidos, que acabaría explotando en 2008.


El banquero Rhodes conoce Brasil como pocos. Fue él quién en la década de los 80 exigió duramente que Brasil honrase sus deudas con el FMI y hoy exhibe orgulloso las fotos de los expresidentes brasileños Fernando Henrique Cardoso y Lula da Silva, que según él supieron ambos recetar la medicina justa a Brasil para salir de su atolladero, controlando la inflación con la creación del Plan Real con Cardoso y haciendo crecer al país con Lula.

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El expresidente Fernando Henrique Cardoso pasa el fajín  de mando al Presidente Lula da Silva


Para Rhodes, lo que de verdad salvó a Brasil convirtiéndolo hoy en un país capaz de aconsejar a Europa fue “la solidez de sus mandos en economía” y su ortodoxia, que hicieron evitar el contagio de la crisis “fortaleciendo a los bancos”.

 
El autor de “Banker to the World” (Banquero para el mundo) afirma en su libro que los países en crisis en Europa “no quisieron aprender la lección llevadas a cabo por los latinoamericanos, sobretodo por Brasil” en las décadas de los 80 y 90. “Los europeos se consideraban diferentes”. Rhodes recuerda que cuando él presentaba a los europeos el ejemplo de Brasil ellos respondían: “Nosotros no somos Brasil” y añade; “Fue una pena que no quisieron aprender la la lección”.


El banquero abordó también el tema de España recorriendo a un pasaje de la Guerra Civil (1036-1939) recordando a La Pasionaria. Además de la economía, también la historia es una de las pasiones del banquero que estudió dicha materia en la Universidad de Brown.

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La Pasionaria en medio a los republicanos. Foto Pasionaria+.ipg


“Los europeos hicieron ahora un cerco alrededor de España. Me gusta recordar que cuando las fuerzas del General Franco estaban avanzando en dirección de Madrid, uno de los líderes republicanos, La Pasionaria, decía “No pasarán”. Y comenta: “Infelizmente para los republicanos, La Pasionaria estaba errada. Lo que digo es que nadie es sacrosanto frente al contagio”. Para Rhodes, España “puede ser la próxima víctima del contagio”, ya que “el mercado está nervioso con el mercado y teme que el gobierno español no sea capaz de implementar sus políticas y se pregunta si las Cajas “serán capaces de reestructurar y de refinanciar lo suficiente”.


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Mariano Rajoy, nuevo Presidente español

 

Entre la avalancha de comentarios suscitados por este post sobre la bendición hace 25 años del Papa Juan Pablo II al dictador Pinochet, un joven estudiante chileno me pregunta: "¿Es que con el dictador Franco la Iglesia no fue peor que con Pinochet?".
Lo fue. Mucho peor. En mi post quise sólo recordar, el momento en que Chile intenta borrar de los libros de texto la "dictadura", que 25 años atrás, el papa Wojtyla, había bendecido al entonces dictador Pinochet y rezado juntos. Era un relato histórico, vivido personalmente, dedicado a los jóvenes chilenos para que no pierdan la memoria histórica.
No cabe duda, sin embargo, que las relaciones privilegiadas del Vaticano y de la Iglesia española con el generalísimo, el dictador Franco, fueron aún peores con que con Chile. España gozó desde los años 40, revisado varias veces, de uno de los concordatos con el Vaticano más generosos del mundo, algunos de cuyos privilegios permanecen aún después de la separación entre Iglesia y Estado.
Si las fotos del Papa Wojtyla con Pinochet causan un cierto escalofrío en los creyentes democráticos, las de Franco, sacado en procesión bajo palio, como si fuera el Santísimo Sacramento crean aún hoy, más de 40 años después, un verdadero desasosiego. Casi una profanación.

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Franco bajo palio. Fotospain-Flickr


No podemos olvidar lo que hoy sabemos del dictador español. Dos episodios me han hecho siempre estremecer: el momento y la forma en que Franco firmaba las sentencias de muerte "como cosas de trámite" y el hecho de que durante el franquismo, se llamara a personas conocidas para torturar en las checas a los republicanos.
Según el mayor historiador del franquismo, Paul Preston, Franco firmaba las sentencias de muerte, indicando hora y modo, mientras comía, en la hora del tomar el café o en el coche. Se cuenta que Franco, en el papel donde estaban los nombres de los que debían ser fusilados al día siguiente, dibuja una flor.


En las checas según me contó un amigo en Madrid solían llamar para colaborar en las torturas a conocidos del torturado que habían tenido alguna pendencia con él. Conocí a una de estas personas que se negó: "Me hizo vomitar sólo la propuesta", me dijo.
Ustedes mismos juzguen si un dictador que se burló de Joaquín Ruiz Jiménez porque le dijo un día que "la inquietud es una dimensión del ser humano", merecía salir en procesión bajo palio, morir envuelto en el manto de la Virgen del Pilar y con la reliquia del brazo de Santa Teresa de Jesús la gran mística española.

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Franco con el Papa- Foto El Pais-1992

POST DE AYER

Fue en su viaje a Chile en 1987. Hace ahora 25 años. Los demócratas chilenos luchaban ya para librarse del dictador que había ahogado la esperanza de Allende, y el Papa Juan Pablo II, bajo protestas y polémicas, se fue a Santiago y allí se encontró con el general Pinochet. Juntos bromearon dentro y fuera del tristemente Palacio de la Moneda y  Pinochet recibió varias veces la bendición papal.

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El Papa Wojtyla escucha el discurso de binevenida del dictador Pinochet


Nadie me lo ha contado. Estaba allí, como enviado de este diario EL PAÍS.  Viajé desde Roma en el avión papal. Es testigo, mi querido compañero y nuestro excelente colaborador en Chile, Manuel Délano, que tanto me ayudó en aquellos días ajetreados y hasta peligrosos, en los que una tarde él se jugó el pellejo por estar al lado de la noticia y de las manifestaciones hostiles a la presencia del Papa polaco.

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Si en Brasil, Titâ, el perro enterrado vivo, se convirtió en el símbolo de la crueldad humana, Toddy, el cocker spaniel, hallado por sus dueñas, las hermanas Renata y Roberta Sprega , a través de Facebook, después de haber vagado abandonado durante cinco años, ha sido estas Navidades el símbolo de la esperanza, de que nada se pierde para siempre.

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Toddy en la clínica


El hallazgo del bello Toddy, con 15 años, enfermo y con las señales claras de haber vivido abandonado a su suerte, ha sido visto también como el mayor regalo de los Reyes, para las dos hermanas que han vivido cinco años a la espera de una vuelta a casa milagrosa de un perro, que, como ha informada ANDA, la agencia de noticias de derechos de los animales, gracias a la cual fue posible que sus dueñas recuperaran al viejo Toddy, tiene una historia detrás.


Toddy había vivido diez años en la casa de la familia de Renata, una analista jurídica y su hermana Roberta desde que con tres meses lo recibieron como regalo de una amiga de la madre que había fallecido.
Toddy fue, durante diez años, el substitutivo amoroso del vacío dejado por la muerte de la madre , hasta que en 2007, el padre de las chicas les avisa que Toddy había desaparecido del garage de la casa, ubicada en el barrio de Vila María, en la zona norte de la ciudad de Sâo Paulo.


Sobre la casa cayó una losa de tristeza. Todas las buscas fueron inútiles. Se pensó en un principio que alguien podía haber robado a Toddy por ser un perro bello a pesar de sus diez años. “Nos quedamos imaginando donde él podría estar. Si estaría vagando por la calle, con frio, sin comida o maltratado, después de tantos años de cariños familiares”, cuenta Renata.


Durante los últimos cinco años no fue posible tener noticias de Toddy hasta que el 22 de diciembre, en vísperas de Nochebuena, Renata vio un reportaje en la página de ANDA en Facebook en el que se contaba el hallazgo de un cocker spnien anciano, abandonado en estado crítico en la región de Embu, lejos de su familia de origen. “Nada más ver la foto del perro supe que Brasil se alegra con el hallazgo de Toddy, el cocker desaparecido durante cinco años. Y l certeza fue absoluta, cuando, con un nueo en la garganta de emoción vi que llevaba aún en el cuelloel collar que tenía cuando desapareció de casa", cuenta Renata..


 El 23, vísperas de Nochebuena, Renata fue a la clínica donde el perro estaba internado y tuvo que ser atendida por la emoción que tuvo cuando Toddy, bajo suero y maltrecho, la reconoció, colocó su cabeza en su regazo y se quedó dormido.

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Renata con Toddy


Hoy dia de Reyes, Toddy volverá a su vieja casa. “No me importa que esté viejo, anémico, con dos tumores en una pierna y los riñones destrozados. Vamos a darle todo el cariño que no pudimos darle estos cinco años para devolverle el que nos ofreció durante diez años, huérfanas de nuestra madre”, comenta Renata.

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La pequeña María Clara, sobrina de Renata, disfrutando de Toddy


He querido brindar a mis lectores esta historia tan humana el dia de Reyes, recordando tambien que hace dos años, mi gata persa  Babel, tambien de diez años, que hacía parte de mi vida y de la de mi mujer Roseana que  ha dedicado libros y poemas a su historia, desapareció una madrugada por los tejados vecinos y nunca volvió. Nadie la vió. No apareció atropellada. Nadie supo darnos rastro de ella.


 Durante meses, y aún casi sin darme cuenta, miraba varias veces al dia al muro por donde había saltado en la esperanza de ver aparecer su carita dulce e inteligente, pues los gatos son capaces de todo.
 Si un día, por otro milagro como el de Toddy, mi Babel llegase vieja y maltrecha a casa, seguro que sentiría el mismo temblor de amor que habrá sentido Renata, de quién tengo hoy una santa envidia y a quién le deseo unos Reyes inolvidables.

Brasil y España espejados en las viñetas del 2012

Por: | 05 de enero de 2012

Desde Brasil, donde es verano, contemplo a mi España, envuelta en el frio del invierno que este 2012 es doblemente helado, azotado por la crisis económicamente y los tijeretazos al bienestar.
Y veo a través del espejo de las viñetas navideñas y del nuevo 2012, las caras tan distintas de ambos países

 Siempre he defendido que no existe artículo capaz de sintetizar como una viñeta el alma y el momento de un país. Repasando ya en este 2012 algunas de estos dibujos cargados de filosofía he notado la diferencia abismal con la que brasileños y españoles han recibido al nuevo año. Las viñetas de los medios brasileños reflejan un humor amable, casi infantil, que inclina a la sonrisa. Las españolas, en general, aprietan el alma, son un puñetazo en el estómago, reflejan el desencanto más que la esperanza.

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Las viñetas brasileñas, aún las críticas de política inducen a la sonrisa, como la de la presidenta Dilma, como “Mamá Noel”, teniendo en sus brazos como a un niño a su tutor y antecesor Lula, que lo que pide en la Navidad es “poder volver”, a la presidencia. O la fila de políticos ante el confesionario para confesar su pecado de “infidelidad partidaria” ya que en Brasil, los políticos en busca de ventajas cambian a veces de partido como de camisa. O la que presenta a Lula consultando a una adivina sobre su futuro en el 2014 ( fecha de las elecciones presidenciales en Brasil)

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Ya las viñetas españolas son espadas afiladas. He escogido sólo dos que resumen todo el dolor de los españoles y una cierta desesperanza ante el 2012. La del Roto en la que lo único que se le pide al 2012 es “que pase”, terrible, índice de lo que los españoles esperan de él.

 

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 Otra de Erich, también sangrante, aunque su dibujo aparezca más amable. Es la del niño que pide como regalo “que su padre deje de llorar”.

Erich


Esta diferencia entre el humor brasileño y español podría tener muchas lecturas tanto psicoanalíticas como sociológicas y políticas. La más evidente sin embargo, es que son dos pueblos que entran en el 2012 – que no será cierto el del fin del mundo- con sentimientos diferentes. Más del 70% de los brasileños aún conscientes de todo lo que les falta para alcanzar una calidad de vida económica como la media europea, por ejemplo, y de sus carencias en educación, salud y seguridad ciudadana, como muy bien reflejaba mi querido Clovis Rossi en su Blog, se revelan convencidos de que el 2012 será mejor que el año que acaban de despedir.


Si ese sondeo se hiciera entre los españoles, estoy casi cierto que probablemente sería al revés, como anuncian las viñetas. Quizás diga alguien: es que los  españoles sean más conscientes que la mayoría de los brasileños, de los peligros que acechan a todos, al Planeta entero en el futuro inmediato. Es posible. Aunque también podría tratarse de aptitudes diferentes frente a la vida.


Siempre he dicho que un español de clase media media, que no haya perdido el trabajo, claro, sería un rico en Brasil y que un brasileño de clase media baja sería un pobre en España, no sólo económicamente sino en muchos otros aspectos. Y sin embargo, los brasileños aparecen menos estresados, menos pesimistas frente al futuro, menos infelices. Quizás tengan una virtud que a nosotros nos falte y que he podido observar de cerca en estos 12 años en que vivo en Brasil: que saben disfrutar mejor que nosotros de lo poco que consiguen tener; que no pecan de ansias de acumular, que para ellos es importante el tiempo libre y que tienen un cierto fatalismo que les inmuniza contra el desencanto.


Cristovam Buarque, senador y catedrático de la Universidad en Brasilia donde ya fue rector, contaba días atrás en un artículo que un amigo suyo griego, profesor de la Universidad le decía que había perdido, con la crisis, el 40% de su sueldo y con ello, el coche y la posibilidad de hacer viajes al exterior.
 ¿Estaba desesperado? No, cuenta Buarque. Había perdido casi la mitad del sueldo, pero había ganado en tiempo libre que nunca tenía; había perdido el coche, pero había descubierto el gusto de pasear; no podía ya viajar lejos de su país, pero había empezado a conocer y a gustarse mejor las riquezas y bellezas de su país, al que vienen a visitar gentes hasta de la otra parte del Planeta y que él en buena parte desconocía.


¿Conclusión? Ninguna. O quizás sólo una. El resto lo dejo a los lectores: “No es más feliz el que más tiene sino el que menos desea”. En el mundo de los deseos puramente monetarios, claro. Los otros deseos  son infinitos y no necesitamos dinero para disfrutarlos.

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¿Después de los sesenta, por qué no?

Por: | 05 de enero de 2012

La critica brasileña de televisión, Patricia Kogut, ha dado en el clavo al criticar el primer programa del 2012 de la estrella de las noches de los domingos en la TV Globo , “Fantástico”, que tantas muestras de acierto y de calidad cultural y social ha dado en su larga historia.


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Titulado “La vida que pedí a Dios”, el programa abordó un tema actualísimo y delicado: el comportamiento de quienes han superado ya los 60 años, presentando a una serie de personas comunes, con nombre y apellido, que contaban cómo se comportan en su vida.


Hasta ahí todo bien. Sin embargo, la aguda columnista del diario O Globo- del mismo Grupo multimedia de la televisión- captó en el ambiente del programa un no se qué de “equivocado”. Intuyó que se estaba tratando el cotidiano de las personas mayores de 60 años como algo extraordinario, ejemplar, digno de ser imitado, puntualizan con exclamaciones de admiración cosas totalmente normales.


“Hablar de adultos mayores de 60 años como si fueran niños ganando concursos sólo por estar viviendo normalmente convirtió al programa en algo asustador”, escribe Kogut.
¿Le falta razón? No creo. Juzguen ustedes mismos, ya se trate de lectores jóvenes pensando en sus padres o abuelos, o pertenezcan a esa categoría de adultos con más de sesenta abriles de los que en Brasil hay nada menos que 20 millones, la mitad casi de la población española.


Una mujer o un varón con más de 60 años hacen gimnasia
¿ Y por qué no?
Otra señora pasados los ochenta se divierte viajando feliz en internet
¿Y por qué no?
Una señora cuenta un chiste sobre sexo,
o se hace un tatuaje en el brazo.
¿Y por qué no?
O le gusta viajar en autobús o en avión?
¿Y por qué no?
O camina durante dos horas cada día con 80 años.
¿Y por qué no?

Otra disfruta yendo a clase de danza 
¿Y por qué no?
O empieza a escribir una novela,
¿Y por qué no? José Saramago, Nobel de Literatura publicó su primera novela a los 62 años.


Enamorarse después de los 60.
¿ Y por qué no? El arquitecto brasileño, de fama internacional, Oscar Niemeyer, creador de la ciudad de Brasilia se volvió a casar con 101 años y hasta cambió los muebles de su casa. Y a los 104 sigue haciendo proyectos sin parar.


La lista podría ser infinita, por el simple hecho, como agudamente comenta la crítica televisiva, de que a las personas de más de 60 años les gusta simplemente vivir la vida. ¿Tiene ello algo de extraordinario o ejemplar?


A mi mujer Roseana, su madre, que se fue a los 88 años le dejó como consejo a su hija: “La vida es extraordinaria. Nunca dejes de hacer lo que te gusta, nunca dejes de asombrarte”.
Es que no hay edad para el asombro, porque nos asombramos con el cerebro y con el corazón. 

 
El programa televisivo hubiese tenido más sentido si hubiese presentado como asombro el que haya jóvenes (menores de 60 años) que a veces demuestran menos interés que los “adultos”, por vivir una vida sana, interesante, normal, aprisionados en el interior del coche, que usan como sus zapatos, sedentarios empedernidos, a veces hasta aburridos de su propia juventud.

Discutir en un televisión sobre la anormalidad de algunos jóvenes que viven ya como viejos en plena energía vital, podría ser  quizás más instructivo y original que no el presentar a adultos mayores de 60 años, haciendo cosas normales como si fueran extraordinarias. 

Oscar-niemeyerOscar Niemeyer, proyectando a sus 104 años en su estudio de Rio de Janeiro


Nace un nuevo Brasil

Por: | 03 de enero de 2012

Mientras sobre Europa se hacen las profecías más negras para el 2012, aquí, en Brasil, a 10.000 kilómetros de distancia, en pleno verano, la revista Veja, la más crítica contra las imposturas políticas, sale a la calle con una carta a los lectores, en el primer número de 2012, anticipada en el blog de Reinaldo Azevedo, en la que se pergeña, un país nuevo, de esperanza, sin vuelta atrás en su camino de progreso.

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Bello amanecer en Brasil


Escribe textualmente el semanal: “Entramos en un Brasil emergente que, a pesar de las aún enormes distorsiones estructurales, finalmente ha cruzado el cabo de las tormentas de las crisis avasalladoras en la política y en la economía”. Más aún, según Veja, estamos ante un nuevo Brasil en el cual “su mayor riesgo no es ya la vuelta atrás, sino el dejar de avanzar al ritmo que la plena utilización de su potencial permitiría”.


En pocas líneas, la carta editorial de un semanal que se honra de llevar en su larga historia una trayectoria de condena sin ambages de todas las ilegalidades, de todas las corrupciones y de todos los atrasos políticos y económicos del país, reconoce que la nave Brasil se desliza ya segura por nuevas aguas.
Los conceptos claves de la carta de Veja a los lectores son que Brasil necesita aún hacer fuertes cambios estructurales, pero que es ya un país indudablemente emergente y en expansión y que “ha atravesado el amenazador cabo de las tormentas de las crisis sistémicas”, que impedían al país ser lo que puede y debe ser. Ahora, el riesgo y el miedo no son ya el retroceso, una posible vuelta atrás ni en los valores democráticos de la política ni en los ejes de la economía neoliberal.


El único riesgo es el que Brasil pueda crecer menos de lo que su potencial merece. Es como decir, que la nave Brasil ha atravesado finalmente la línea de la muerte en la que podría haber sucumbido, como lo hicieron otros países, y camina segura mar adentro. Su único problema ahora es sólo su velocidad de crucero.

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El Brasil que trabaja, retratado en el arte 


Un retrato así de esperanza para Brasil, salido de las páginas de una publicación de la que se suele decir que el día anterior a su salida hace perder el sueño a muchos políticos por las revelaciones que pueda traer, es sin duda el mejor regalo de Año Nuevo, que el gobierno de la Presidenta Dilma Rousseff haya podido recibir.


Y para los que critican con excesivo rigor a una publicación que tanto ha hecho a favor de la defensa de las instituciones democráticas y contra los abusos de poder político y económico, la carta de Veja supone también una lección de sana imparcialidad. Es la mejor demostración de que al contrario de los que defienden a veces sus detractores, lo que el equipo de la revista, formado por grandes profesionales, siempre ha pretendido, no ha sido simplemente escandalizar con sus fustigaciones políticas, sino defender las amenazas a las libertades y al desarrollo del país, siempre escondidas en los pliegues de los poderes turbios y ocultos.


La democracia y el desarrollo político y económico de un país se defienden no con interesada propaganda de lo que no se hace, sino con la denuncia de lo que podría hacerse y no se hace, no por falta de posibilidades y potencialidades del mismo, sino por la incuria de sus responsables.
Veja reconoce hoy a sus millones de lectores que estamos ante un Brasil nuevo que sólo necesita ya hacer funcionar sus potencialidades sin perder tiempo y sin desangrarse en los meandros de la corrupción y de la impunidad que de haber sido resueltos, hoy sería un país aún más igual, más justo y hasta más rico.


Brasil es, sin embargo, ya hoy un país sin miedos, sin sorpresas y sobresaltos,  en un mundo aún de tormentas y de amenazas de vuelta atrás, tanto política como económicamente en los viejos y ricos países de Europa. Es un país con una democracia consolidada, con división de poderes, sin miedo a los medios de comunicación que funcionan libremente, aunque a veces pequeños grupos intenten empañar dicha democracia.

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Una mirada con los colores de Brasil


Para un país, con poco más de 20 años de democracia real, con presidentes suicidados (Getulio Vargas), acabados con muertes sospechosas (Juscelino Kubichek y Tancredo Neves) o depuestos ( Fernando Collor) no es poco que entre en el 2012 sin miedo a tristes y peligrosos retrocesos de populismo como en Venezuela, a los ataques a la libertad de información como en Argentina, sin temblores militares y con la oposición reconociendo que como en el film de Fellini “La nave va”.

 Después de la temida experiencia de la llegada de la izquierda al poder con el temido exsindicalista y extornero Lula, primero y de la exguerrillera con fama de nacionalista  Dilma Rousseff, hoy Brasil es el más democrático de los países emergentes en el que su población ofrece un 71% de consenso a su Presidenta Dilma y aprueba mayoritariamente a su gobierno, que presenta un balance positivo con sus cuentas en orden, su deuda controlada, casi con pleno empleo y con la inflación vigilada.  No es poco, aunque no es aún todo.


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La bella ciudad minera de Ouro Preto, joya del barroco portugués

Brasil se está convirtiendo en la meca de altos funcionarios de importantes instituciones financieras de Wall Street y de la City de Londres. Dejan el corazón de las finanzas del mundo para trabajar en bancos y compañias del mercado nacional o para montar sus propias empresas.

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Aún no es posible contabilizar el número de altos funcionarios de las finanzas mundiales que están prefiriendo Brasil para trabajar, pero varias instituciones brasileñas del ramo confirman que están fichando a estos profesionales de Wall Street y de la City, como ha confirmado Daniela Brettauer, analista jefe de Raymond James, al diario O Estado de Sâo Paulo.


Y lo conforman algunos de estos altos funcionarios que ya se han trasladado a Brasil, como Thomas Grimn, de 36 años que trabajaba en el Deutsche Balnk en Wall Street. “Vi que tenía ante la frente la posibilidad de entrar en un mercado como el de Brasil, que necesita de gente con gran experiencia”, afirma.


En la misma linea, Edward Neaile que trabajaba en la Bernstein y Mitsubischi Trust afirma:  “Mientras en Londres, la situación se hacía cada día más fea cerrando un fondo diariomente, me di cuenta en 2008 que Brasil “era otro país”, mucho más rico y lleno de oportunidades. Señala que en la escuela de portugués que frecuenta en Porto Alegre “hay muchos altos ejecutivos de multinacionales transfiriéndose para aquí”. Reconoce que al brasileño de hoy, como en el Londres de los años 30, “le gusta consumir”.

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Centro de las finanzas de Londres


Los motivos de esta emigración de altos cargos del mundo de las finanzas y de la banca de Estados Unidos y Europa para Brasil, son varios. En primer lugar, la pujanza económica del gigante americano llamada a crecer. Cuenta también la falta grave en Brasil de gente preparada en finanzas y capaz de abrir con competencia nuevas empresas y el hecho de que muchos de esos ejecutivos hoy ganan más aquí en Brasil- donde 19 personas se hacen millonarias cada día - que en Nueva York, Londres o Madrid. Según funcionarios de Raymond James, las empresas de banca y de asesoría financiera contratan a expertos de Wall Strett y de la City, porque además “los sueldos de los profesionales brasileños están inficionados y nos resulta más barato traer personal de fuera”.


Mauro Miranda, de 34 años, que trabajaba en Bear Sterns y Lehman Brothers, en Londres afirma: “Hoy estoy trabajando en un banco aquí en Brasil y desde que he llegado mi sueldo es mayor que el que tenía en Wall Street”. Los profesionales llegados a Brasil de los dos grandes centros financieros del mundo: Nueva York y Londres, reconocen el miedo a perder sus cargos en Wall Street, y City donde se anuncian miles de despidos incluso de estos altos funcionarios.

 
“El mercado financiero de Brasil está aún a años luz del de Wall Street, pero es precisamente ello lo que está atrayendo a los grandes profesionales: el espacio para crecimiento” afirma João Valli, exanalista de empresas de bienes de consumo de Merrill Lynch. Era esta la tesis afirmada en mi aríiculo de Opinión de este diario “La fuerza de Brasil reside en sus carencias”, del 6 de diciembre de 2011.Una de esas carencias es la falta de profesionales calificados.


Los profesionales extranjeros que se vienen a Brasil o los brasileños que se habían un día ido a trabajar a Nueva York o a Europa y que hoy están de vuelta, advierten además que el mercado interno brasileño está creciendo con una clase media ya de 105 millones, lo que abre enormes posibilidades de abrir nuevas empresas, sobretodo en el campo de la electrónica, de la banca, de las finanzas y de la industria.

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Dilma ya no es la sombra de nadie

Por: | 01 de enero de 2012

La exguerrillera, Dilma Rousseff, economista, poco habladora, sin excesos de carisma, la primera experiencia brasileña de una mujer en lo alto del poder, ha acabado su primero y azarado año de gobierno heredado del Presidente más popular y carismático de la democracia de este país, no sólo con un consenso superior (72%) , en sus primeros 12 meses de gobierno a sus dos grandes antecesores, el sociólogo Fernando Henrique Cardoso y el extornero Lula da Silva, sino con la convicción de la sociedad de que "no es la sombra de nadie".

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Dilma ya no es la sombra de nadie


Lo admiten expresamente hasta analistas políticos generalmente críticos con el gobierno, como la experta en economía, Miriam Leitão, una de las periodistas de más peso y prestigio de este país. Es Leitão quién ha acuñado la expresiva afirmación de que Dilma "no es ya sombra de nadie". Existe ahora una cierta curiosidad por la remodelación de su gabinete, heredado en buena parte del anterior gobierno Lula, cuando vuelva estos dias de sus vacaciones en el mar de Bahía, donde no ha querido recibir la visista de ningún político.


 Dilma, en el bien o en el mal, ha sabido imponer a su gobierno a un sello propio. Para ello no necesitó "enfrentarse con su criador" Lula, que la había escogido para sucederle bajo una nube de especulaciones políticas, entre ellas que sería sólo la encargada de calentarle el sillón presidencial para que él volviera en 2014. Es posible que vuelva, pero ahora lo será sólo si la exguerrillera decidiera libremente darle paso. Ante la sociedad, y sobretodo ante aquella franja de clase media que no la había votado creyéndola una pura sombra de su tutor, Dilma se ha afirmado. Gusta su posición de ser "implacable contra la  ilegalidad". Gusta el que haya sacado de su gabinete -lo que podría haber significado debilitarlo- a seis ministros, acusados de corrupción por los medios de comunicación. Gusta su sobriedad, su capacidad de trabajo, su poco exposición, y sobretodo gustan sus formas firmes, a veces, hasta duras, de tratar a los ministros, y de exigirles seriedad y estudio en los proyectos presentados.


Y Dilma ha ganado, por ahora, su mayor y más difícil batalla: el haber conseguido que el Congreso aprobara sus propuestas más difíciles. Hay quién afirma que por miedo a sus reacciones y quienes aseguran que ha sabido ganarse con pulso firme la adhesión de los partidos aloadps, muchos de ellos, disgustados por haberles expuesto ante la opinión pública retirando a ministros que los representaban en el gobierno.


 Dilma podrá hasta cambiar a partir de su segundo año. Podrá hasta equivocarse en el nombremiento de los nuevos ministros y ahora no podrá achacársele el hecho de que los anteriores los habia heredado- algunos impuestos- del gobierno Lula. Ahora es ella sóla ante el peligro. Ahora sabemos que el  "estilo Dilma" de gobernar no es el de su antecesor Lula. No digo que sea mejor ni peor. La novedad es que no ha sido una calcomanía suya. Ha revelado un estilo propio que Lula tiene que respetar, porque su sucesora tiene una historia, un pasado y una formación cultural  diferente de la suya.

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Dilma y su ministra de Comunicación, Helena Chagas, se han apartado radicalmente de las relaciones de los gobiernos Lula con los medios de comunicación. Enterraron el proyecto ambiguo y peligroso que pretendía "el control social de los medios de comunicación", y en su primer año, Dilma no ha pronunciado una sola crítica a los medios, al revés de su colega argentina, Cristina Kirchner. Ha quedado célebre su frase al respecto: "Yo no conozco otro control que el control remoto de la televisión".


En la economía,Rousseff,  ha sabido torear un año difícil, marcado por una herencia de gasto público, de inflación y de necesidad de enfriar la economía para prevenirse de la crisis internacional. Y ha hecho promesas serias de acabar con la pobreza que aún atenaza a 16 millones de brasileños. Ha afirmado que "se sentiría fracasada" si no lo consiguiera en los tres años que el faltan de gobierno. Y ha abierto el gasto para los programas sociales, al mismo tiempo que no ha cerrado el crédito popular para que la nueva clase media que es ya mayoritaria en el país (105 millones) pueda seguir consumiendo.


Quizás sea por todo esto, que la opinión pública capta subliminalmente, el hecho que este fin de 2011 haya sido de pura alegría y fiesta para los brasileños que se han volcado anoche abarrotando pacífica y alegremente  calles y plazas convencidos (en un 71%) que el 2012 será para ellos un año aún mejor.


Habrá que esperar para saber si es sólo una sensación o una realidad, pero es indiscutible que Dilma- sin exageraciones propagandísticas- ha conseguido con su estilo de gobernar, inyectar optimismo y esperanza en este gigante americano, aún con mil problemas por resolver, con casi 200 amillones de habitantes, que hoy sabe que "hasta sin Lula" puede seguir mejorando.

Dilma emocionada

Dilma emocionada en un programa para minusválidos

 

El País

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