Juan Arias

Por qué Brasil no necesitó de una revolución a la francesa

Por: | 28 de marzo de 2012

Libro de Daron y RobinsosnDos grandes economistas, Daron Acemoglu, Del Instituto de Tecnología de Massachussets (MIT) y James Robinson , de la London School de Economía de Yale y catedrático en Harvard, han lanzado en su reciente libro “Por qué las Naciones fracasan”, una idea que explica muchas cosas de por qué Brasil camina por buenas aguas.
 
En el libro, elogiado por cinco premiados con el Nobel de Economía, abordan el interesante tema de por qué algunos países van hacia delante y otros hacia atrás. Por qué unos consiguen repartir riqueza y otros sólo pobreza.

Cómo ha comentado el historiador Elio Gáspari en su columna publicada semanalmente conjuntamente en todos los grandes diarios , Brasil sale bien parado en esta obra de análisis histórico y no sólo económico.

Según los autores del libro que acaba de ser lanzado en los Estados Unidos, Brasil no necesitó, como los ingleses en el siglo XVII y los franceses a finales del siglo XVIII hacer una “revolución” para afianzarse como país moderno, con instituciones democráticas sólidas y para crear riqueza.

Brasil estaría entre los paises que van hacia delante y no hacia atrás, que avanzan en sus conquistas y en la distribución de riquezas.

¿Y eso por qué? Muy sencillo: porque en Brasil, desde los años 70, su ascensión como país que caminaba hacia adelante no “no fue arquitectado por economistas de instituciones que enseñaron a sus gobernantes las mejores políticas para evitar los fallos del mercado”. Ni siquiera fue conseguida “con inyecciones de ayuda externa”.

 ¿Cómo se realizó entonces? Según Acemoglu y Robinson, ello fue resultado de “la acción de grupos de personas, que con coraje construyeron economías inclusivas “. Y explican: “En Brasil, al contrario de Inglaterra en el siglo XVII y en Francia al final del siglo XVIII, no fue una revolución la que disparó la transformación de las instituciones políticas”.El análisis no deja de ser interesante y halagüeño.

Brasil, es hoy lo que es porque fue creado con la inteligencia de personas creativas que no necesitaron del trauma de una revolución como la francesa para constituirse en un país democrático, con posibilidades para todos, aunque lógicamente ello no se consiguiera ni del día a la noche, ni sin resistencia de los llamados “coroneles”, que intentaban ser los dueños absolutos de las tierras y del poder.D.Acemoglu

Lo importante es que, sin derramamiento de sangre, sin grandes traumas revolucionarios, Brasil ha conseguido ser hoy lo que es gracias, como dicen los dos economistas, a personajes iluminados que van desde el exprresidente socialdemócrata y sociólogo, Fernando Henrique Cardoso, al exsindicalista, Lula da Silva y a la actual Presidenta,Dilma Rousseff, convertida sincera a los valores de la democracia y de la socialdemocracia, después de haber luchado a sus 20 años en grupos armados para imponer en Brasil la utopía de una dictadura del proletariado al estilo de las de Rusia o de Cuba.

Hoy Dilma es una seguidora fiel de los principios de“inclusión” introducidos por su tutor Lula que llevó sin revoluciones, a la clase media al gran mundo de la pobreza, y admiradora de los cambios estructurales que, anteriormente a Lula, había realizado su antecesor Fernando Henrique Cardoso con el Plan Real que acabó con la inflación que devoraba la economía de los más pobres.

Desde Cardoso en los años 80, o como prefieren los economistas americanos ya desde los años 70,
Brasil ha ido consolidando sus instituciones democráticas, ajena a aventuras autoritarias o populistas al borde de las revoluciones de otros países incluso de América Latina. Y es ello lo que ha hecho que los grandes empresarios extranjeros se vuelquen en Brasil, convencidos como están de su gran estabilidad institucional y económica.

James RobinsonJames Robinson

No acaso hoy Brasil, es seguramente, entre los países emergentes, el que ofrece mayores garantías de estabilidad democrática, más que Rusia, China o la misma India.
 
Los que tantas veces tenemos la obligación de informar sobre las lacras políticas y sociales que aún afligen al país de las oportunidades, no podemos dejar de satisfacernos cuando desde fuera del país, llegan estos análisis que dignifican a Brasil y lo alientan a seguir por el camino de las reformas democráticas y de la inclusión social, sin peligros de aventuras revolucionarias

Viñeta de Lula y Obama


Hay 23 Comentarios

Brazil desde los anhos 80s nos hizo ver con sus telenovelas un poco el pais que es hoy en dia, alli observamos la actitud, profesionalismo y diferencia tan marcada respecto al resto de sudamericanos, anhos despues conoci brasileros, visite sus zonas de frontera y valgan verdades, quede gratamente sorprendido por la calidad de su gente, su naturalidad y alegria por vivir. Se imaginan como sera en el resto del pais?.
No se ustedes pero yo los visitare!

Si me permiten mediar en la conversación, me gustaría subrayar lo que ha dicho Almilcar Torrao, que me parece a todas luces cierto. Lo del mito del Brasil pacífico es el mismo que el mito del brasileño humilde y tantos otros mitos que hay. Tú, Juan, señalas que después de la guerra del Paraguay no hubo más conflictos de Brasil con otros países, pero no es del todo exacto. En 1864-65 hubo una invasión de Brasil a Uruguay, y después la famosa Guerra de Acre contra los bolivianos a finales del siglo XIX y principios del XX. habría que añadir las ganancias territoriales de Brasil a costa de Venezuela, Colombia y Perú a finales del siglo XIX , que si bien no acabaron en guerra, sí fueron resultado de las presiones de Brasil. Y no olvidemos que Brasil intervino en la Segunda Guerra Mundial con sus "prazinhas". Los brasileños no son ningunos santos. Como muy bien ha indicado Almilcar, antes de la guerra de Paraguai, Brasil ya se había posicionado muy bien en América del Sur, habiéndose dado de mamporros con argentinos, uruguayos y paraguayos. Si retrocedemos más en el tiempo y nos vamos al siglo XVIII, incluso al XVII, aun no siendo Brasil todavía un Estado, fueron brasileños (bandeirantes, que no eran portugueses, sino mestizos, por tanto ya brasileiros según la teoría de Darcy Ribeiro) los que abriéndose paso hacia el Oeste y el Sur hicieron posible el inmenso territorio que hoy tiene Brasil, y lo hicieron a costa de la España de Su Graciosa y Católica Majestad. Hay una tradición importante de guerras en Brasil, y desde luego una vocación imperialista y hegemonista por parte de Brasil en América del Sur muy fuerte, que sólo el tiempo y la sensatez ante lo inviable de la empresa aplacaron. Eso sí, el siglo XX fue muy pacífico en ese sentido, pero Brasil ya se había adueñado de casi los dos tercios de América del Sur, y no les costó mucho mantener sus posiciones por la via diplomática, que es la forma elegante que tiene Brasil de dar codazos sin que lo parezca. O jeitinho, né? Uns espertalhoes rsrs. Que me disculpen los amigos brasileños si se sienten ofendidos, pero esa es la realidad ¿Lo van a negar? rsrs. Otra cosa aprendí en Brasil: a no levantarle la voz a un hombre si no es con el objetivo directo de ir pra porrada mesmo. Los brasileños son muy "pacíficos", pero a diferencia de los españoles, no se dedican a ofrecer "socos", ellos los dan sin mediar palabras si la cosa se pone fea. Si alguien levanta la voz al otro, há briga mesmo, nao como na Espanha. En ESpaña estamos acostumbrados a estar gritando al vecino y prometiéndole que le vamos a dar una hostia, y al final no pegamos ni sello, pero en Brasil eso no existe. Si hay levantamiento de voz va acompañado de hostias jajaja. Y la gente del interior de Brasil, del centro-oeste, por ejemplo.....nao é bobeira! Gente curtida y valerosa, no se echan atrás facilmente ante nadie. Lo que ocurre es que, como es lógico, para cabrear a un brasileño ya hay que haberla hecho gorda. Yo he conocido un pueblo valiente y guerrero que no anda con contemplaciones ni con remilgos cuando hay que ir à luta. Lo que ocurre es que también son gente que prefiere arreglar las cosas por la vía pacífica a tener que estar como los argentinos a bronca diaria. Lo de los argentinos es un desgaste inútil kkkkkkkkkkk. Yo estoy hablando en general, Juan. Ya sabemos que entre caballeros no andamos a sopapos, es de mala educación. Eso sí, los brasileños tienen ese plus que les falta a los latinos de habla española: la saudade portuguesa. Eso es lo que los suaviza aparentemente rsrs. ¿Pero qué te voy a contar a ti, Juan, que tú ya no sepas de estas gentes? UIn abrazo


De cualquier forma,Sr. Amilcar, sigo convencido que Brasil es un pueblo mucho menos guerrero que tantos otros dentro mismo del Continente. Es cierto que existe mucha violencia interna en Brasil, pero derivada en un 90% del tráfico de drogas. Brasil no conoce ni un atisbo de guerra desde la de Paraguay a la que fue arrastrado porque hubo una tentativa de invasión del territorio.
Puede que sea un mito la tolerancia brasileña, pero usted sabe muy bien que todo mito tiene un susbtracto de verdad.
De cualquier modo le agradezco su comentario que obliga a pensar y repensar sobre el tema.
Felices vacaciones de Semana Santa


To: [email protected]

Hay dos cosas que me impiden concordar con el presunto pacifismo brasileño: nuestra historia, marcada por violencia, esclavitud, guerras, todo el siglo XIX bajo guerras con nuestros vecinos republicanos, como el terrible conflicto con Paraguay, guerras civiles hasta el año 1932. El otro factor que me impide creer en el mito pacifista es nuestro cotidiano. Me parece que nosotros y nuestros intérpretes confundimos la cordialidad con pacifismo, y el grande Sérgio Buarque demostró que son precisamente el contrario. Para mi, los mitos siguen siendo lo que son: mitos.


Muchas gracias, Amilcar por su justa puntualización al libro de los economistas americanos. Yo creo que sinembargo lo del pacifismo brasileño es más que un mito, es en parte algo real en comparación con otros pueblos. De hecho todos los mitos tienen un fundamento real. Lo que ocurre es que después los mitos son esplotados por intereses bastardos.
Un garn abrazo y feliz Semana Santa


To: [email protected]

Me gustaría hacer no más que dos reparos: Elio Gaspari, excelente articulista de la Folha de S. Paulo no es historiador, sino que periodista.
Sobre el libro en cuestión, difícil hacer una crítica sin haberlo leído, pero me parece que repisa un lugar común sobre Brasil que es nuestro presunto carácter pacífico, mito al cual creemos incluso nosotros y creado concientemente por el Barón de Rio Branco, creador de nuestra diplomacia - y de nuestro territorio. La sociedad brasileña se construyó con mucha violencia, la violencia que se espera de un territorio de conquista y esclavista, como EEUU, por ejemplo. Nuestra democracia fue construida sobre mucha sangre derramada, es siempre bueno no olvidarlo. No ha empezado todo con FHC y Lula, venimos de un proceso histórico más complejo. Sólo para incluir un matiz.

Lo más grotesco de la democracia liberal es su obsesión enfermiza por la alternancia política. Parece que los demócratas liberales no puedan vivir sin alternarse en la poltrona. ¿Qué tiene de malo que sea el pueblo el que decida quién gobierna y cuánto tiempo gobierna? El PSOE de González estuvo en un tris de convertirse en un PRI ¿Y qué? Si el pueblo así lo demanda..... ¿A qué viene ese afán de querer contradecir la voluntad popular y romper casi a la fuerza esa voluntad para que haya alternancia? La alternancia ya vendrá cuando el pueblo esté harto y sea él el que decida que el Gobierno de turno se acabó. Así ocurrió con González. ¿Los que defienden tanto la alternancia no será que en realidad lo que quieren es un sistema liberal-burgués en vez de un sistema democrático?

Con certeza, esos dos autores americanos serán convidados a Brasil y recibidos con alfombra de terciopelo rojo. Tal vez la funcionalidad de ese libro haya sido esa.

Cuesta creer que esto sea todo lo que es capaz de ofrecer en materia de análisis del Brasil el Instituto Tecnológico de Massachussets. Escandaloso. No me alcanzan las palabras, me he quedado estupefacto.

¿Acaso no son burgueses de medio pelo los propietarios de los restaurantes que echan a palos a los niños de la calle porque afean la imágen de su negocio? "Palabras textuales de un restaurador en Salvador al ser increpado por mi porque los niños vendían cacahuete tostado a 5 cts de euro"
En Brasil no existe ni el Proletariado, y si existe no tiene conciencia de serlo debido a su extrema ignorancia y los burgueses se han convertido en los nuevos "aristócratas que mandan a sus hijos a estudiar a EEUU, mientras los hijos de Proletariado van a la Universidad Estatal, pagando y con muchísimos sacrificios.

Muy de acuerdo con lo escrito por JArias, aclarándole que no es antidemocrático que un partido -sea PT o cualquiera otro que no sea regresivo- permanezca en el poder todo el tiempo que el electorado le otorgue su confianza para gobernar. La democracia ofrece esa posiblidad. Otra cosa pueden ser los efectos perversos -indeseados- que tal opción acarree. Es la decisión soberana de los votantes, ejercida secretamente por el electorado. Pueden acertar o equivocarse, pero en todo caso reflejará su voluntad.

Hola Ghillerme.Todos podemosequivocarnos un día, pero mi convicción hoy es quela conversión de Dilma a los valores democráticos y de la socialdemocraciaes sincera. Me apoyo para ello en toda su trayectoria desde que acabó la dictadura a hoy. Ha trabajado siempre para el Estado democrático y ha sido una colaboradora fiel de los gobiernos Lula.. Y dee Lula no existen dudas de que a pesar de algunos escarceros suyos populistas, es un demócrata sincero. Lo demostró no forzando la Constitución para reelegirse por tercera vez como hizo Chávez.
Dicho esto, hace ya diez años que escribí que existe un peligro real en Brasil de que se forme un PRI alrededor del PT que podríá gobernar otros 20 años como es el sueño de Dirceu. Y eso se puede hacerdentro del juego democrático y con la ayuda de una oposición inexistente e ineficaz que hace en la práctica imposible una verdadera alternancia.
Además, el sistema Presidencialista brasileño que necesita del apoyo de otras fuerzas para poder gobernar favorece esa perpetuidaden el poder de un partido alrededor del cual, pero manteniendo la hegemonia, giran los otros partidos que se conforman con participar al banquete, sin pretender una alternacia democrática. Ya ve como el mismo PMDB nunca presentó candidato propio. Prefiere participar del festín sin compromisosde alternacia.
Un gran abrazo

To: [email protected]

Para evitar equívocos con relación a mi último comentario diré que Brasil, de momento, y afortunadamente, no tiene visos de ser gobernado por un partido que sea asimilable al PRI mejicano. La señora Presidenta ha demostrado, por activa y pasiva, que es una cabal defensora de la libertad de expresión y ello, por sí solo, constituye un firme baluarte de que el país camina por una senda de orden y progreso. Lo que futuro depare es algo que no puede preverse. Otra cosa es estar vigilante cuya actitud no significa, de ninguna manera, aliarse o estar de acuerdo con el pacto establecido entre muy buena parte de la oposición y el partido de la imprensa golpista (PIG) porque esa práctica sí que puede llevar a un PRI brasileño.

El señor Castello Branco insinúa una posibilidad que a todos los demócratas de todos los rincones del planeta nos asalta de vez en cuando y nos produce inquietud: la perpetuación en el poder de un determinado partido.Por qué nos inquieta? Porque gobernar durante muchas décadas, queriéndolo o no, origina desgaste, falta de imaginación para resolver los problemas, enquistamiento de forma y fondo y, especial e inevitablemente, lleva consigo corrupción. Qué podemos hacer los que estimamos que la democracia es el peor de los sistemas de gobierno si descartamos todos los demás (Winston Churchill)? Pues confiar en la alternancia de poder y en que los electores sabrán distinguir entre el "zorro" y el "lobo". Ninguno de los dos son ovejas, pero puestos a elegir habrá que hacerlo por el menos malo. En todo caso, la equivocación puede cometerse. Las reglas de la democracia son esas. Alemania, erró y de qué forma. Haciendo uso del juego, Hitler se coló y el mundo conoció, padeció y sufrió los colosales efectos de su crueldad y locura.

Señor Támega: Nuevamente, pido disculpas por el error cometido. Acontece que tengo dos nombre y mis amistades utilizan indistintamente cualquiera de ellos cuando hablan conmigo. Es normal en España. Henrique es nombre en España (Enrique) como lo es aquí, en Brasil, y estimé que al nombrar al exmandatario únicamente por su segundo nombre no era delito gramatical y, mucho menos, criminoso. En cualquier caso, lo tendré en cuenta.

Hola Juan,

Interessante el articulo y el libro. Solo no estoy tan de acuerdo con la afirmación: Dilma Rousseff, convertida sincera a los valores de la democracia

Eso, solo el tiempo nos dirá si es verdad, o si está intentando agradar al ala mas progresiva del PSDB. El PT está, a mi ver, yendo en la dirección del PRI en México, mucho mas interesado en perpetuarse en el poder por, por lo menos, 40 o 50 años que en beneficiar al país y a su población.

El hecho de que FHC haya sido visto frecuentemente junto a Dilma, y haya un dialogo bueno entre ellos dos no quiere decir que el apoye a Dilma por completo. Creo que el es un politico habilidoso e inteligente que opta por mantener relaciones cordiales con una presidente que, al contrario de su predecesor, da credito a los logros de la era Itamar y FHC.

Ojalá tu y los autores del libro esteis ciertos y yo esté equivocado.

señor Arsenio, 'Fernando Henrique' es un nombre compuesto y no puede ser separado jamas y Henrique no es un apellido

Pido disculpas por el error cometido en mi anterior comentario al decir Hernando Cardoso cuando en realidad quise decir Henrique Cardoso.
Hecha la precedente subsanación, y salvada que ha sido, olvidé mencionar un detalle significativo relativo a las revoluciones y su posterior desensolvimiento:
Fidel Castro, cuando se "instaló" en el poder, hizo de Cuba su finca privada, personal y familiar. Dijo, iluminadamente, que era necesario la creación de un hombre nuevo. A tal punto llegó su delirio que se creyó un dios o dioso capaz de fabricar un ser humano desprovisto de los atributos propios del mismo. Y en esa "escalada" consideró, absolutamente necesario, la extirpación del tumor que significaba para el tejido social la existencia del homosexual. Les condenó a trabajos forzados en los cañaverales, comiendo pan y agua, torturándoles y asesinándoles posteriormente.
Hay que ver hasta qué niveles de maldad y crueldad puede llegar la degeneración mental del tirano cuando de imponer su criterio se trata.
Aludo a la mente perversamente criminal que tienen todos los dictadores porque en la actualidad Fidel Castro y los adulones que le rodean dicen que la homosexualidad es algo consustancial con el hombre y en algunos se manifiesta más claramente que en otros. Y los asesinatos que ordenó ejecutar, qué? Sugiero, a quienes tengan curiosidad por comprobarlo, la lectura de la novela "Antes que anochezca" del notable escritor cubano Reynaldo Arena fallecido tempranamente en Nueva York.
Por eso, las dictaduras todas apestan igual. Otro ejemplo para reirse o, por lo menos, para sonreir es la salida de Hugo Chávez en Venezuela cuando dijo que los cánceres que padecen varios mandatarios de América del Sur -entre los cuales se encuentra él mismo- son debidos a que los servicios secretos de USA les han inoculado el "veneno" para que se desarrollen. Y que dentro de 50 años todo se sabrá. O sea que los mandatarios sudamericanos, por el hecho de serlo, están de tal forma vacunados que no es posible que sufran ningún tipo de cáncer salvo que USA así lo determine. Hay quién dé más?

La noticia hay que tomarla con papel de fumar. Arma/moneda de doble filo. Todo es relativo y opinable. Ni todo es negro ni todo es blanco. Ni, por supuesto, constituye dogma de "fe" lo dicho o escrito por sus autores. Recuerdo lo que en una ocasión le oí decir a María Betania (Veloso) acerca de la forma de ser brasileira. Consiste, según ella, en su probada resignación. Le creí y continúo creyendo. Por qué? Porque no se explica de otra forma el lento caminar político de la transición brasileira efectuado tan pacíficamente como lo ha hecho si no es poseyendo el admirable -según el color ideológico y humano con el que se mire- don de la paciencia. Pero todo tiene su/s limite/s. Nunca me cansaré de repetir y expresar mi reconocimiento y gratitud a dos personas excepcionales: señor Lula da Silva y señora Dilma Rousseff y, en muchísima menor medida, Hernando Cardoso. Los primeros no estudiaron en La Sorbona, ni falta que les hizo, para enmendar y resolver en parte los inmensos problemas y desigualdades sociales que Brasil acumulaba -y aún muchas otras aguardan solución-. Las revoluciones son, a mi jucio, inútiles. Sus líderes, alcanzada la victoria, desentierran el hacha de la venganza y solo esparcen por doquier sangre y dolor (excepto para sí mismos, familia y amistades). Ejemplos como el estalinismo, nazismo, musolinismo, franquismo, falangismo y un muy largo etcétera de ismos son pruebas más que suficiente de lo dicho. Una asignatura desconocida para esos "revolucionarios" es el humanismo. No les interesa su conocimiento y divulgación. Lo suyo es el radicalismo. Todo ello viene a cuento de que entiendo que gracias a la providencial -y siempre criticada por la nefasta oposición establecida entre sus enemigos políticos y el partido de la imprensa golpista (PIG)- irrupción del señor Lula da Silva, antes, y ahora de la señora Dilma Rousseff han contribuído, y hecho posible, que el discurrir político brasileiro haya sido realizado y canalizado por cauces civilizados evitando la aparición de "salvadores" de la patria cuando en realidad son todo lo contrario. De ahí la relativad y falta de rigor argumental del estudio de los autores a que JArias hace referencia en lo tocante a Brasil. Nunca se debe tomar la parte por el todo o viceversa.


Es cierto, querido Wellington, que a Brasil le falta aún mucho paraconstruir una verdadera ciudadanía consciente de sus derechos.Y es cierto que a los responsables por el país, el mudo político y de los privilegios, hace todo lo posible para que la gente siga sin el impulso que debería para afianzarse en sus derechos como ciudadano. Nunca he visto una manifestación contra los medios públicos de transporte que funcionan mal o contra laAdministración corrupta. Todo eso es cierto, pero a pesar de todo, mejor Brasil que Cuba o Venezuela o Ecuador. ?No cree? Mejor que no piense en revoluciones que acaban gravando sobre los más pobres.
Un abrazo


To: [email protected]

Estimado Señor Arias, el mestre en la elección de asuntos polémicos: construirse el edificio social es tarea ardua, se necesita tesón, muchas ganas y determinación. No sirven las sonrisas.
Hay que saber dónde quiere uno irse.
La población de Brasil sigue sonriente, trabaja mucho por el de ayer - que el de mañana es incierto - y vive de milagro, que se produce a diario hasta para coger el autobus y sobrevivir a ello.
La clase dominante, politicos incluidos, ésa si que sabe dónde quiere irse y lo hace con ganas. Practica crimenes de lesa patria y lesa humanidad todos los dias contra su propio pueblo, que es su modo de mantenerse a flote.
Lo que pasa en Brasil con su población - que se cree feliz - clama a los cielos y los culpables lo son en la medida de su protagonismo en la sociedad - a más rango más bandidos son, que no es solo culpa sino dolo. La conciencia de hacer daño, el "animus furandi".
Cuando tengan los de Brasil conciencia de su valor como ciudadanos, como pasa en España, empezaremos a ser dueños de nuestro destino, pero no será sonreindo.


Es verdad Farah ( ?donde estabas?) que lo que tu dices es una especie de guerra civil camuflada. Pero lo que subrayan los economistas americanos ( bueno, uno es turco) es que Brasil no necesitó de aquelloa convulsión de la revolución francesa para imponer sus instituciones democráticas y eso es muy importante, ya que esas revoluciones dejan siempregraves secuelas. En Francia se impuso la burguesía contra la aristocracia y al final la buguesía acabó aplastando al proletariado. Brasil tuvo suerte.
Un gran abrazo y no desaparezcas.

To: [email protected]

Siempre he resaltado la "originalidad" del pueblo brasilero para llevar adelante cualquier cosa. En los años 90 ya existía en Brasil el concepto de "micro-empresa" que en Europa suena aún a chino.... ¡Muy por delante, si señor!
Pero ¿acaso la guerra que se libra a diario en las calles entre la policía y los habitantes de las favelas, descendientes de "cabroxos e cabroxas" que fueron traídos caminando desde Canudos, interior de Bahía, hasta Rio de Janeiro, no es una guerra civil sin final?

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Sobre el autor

es periodista y escritor traducido en diez idiomas. Fue corresponsal de EL PAIS 18 años en Italia y en el Vaticano, director de BABELIA y Ombudsman del diario. Recibió en Italia el premio a la Cultura del Gobierno. En España fue condecorado con la Cruz al Mérito Civil por el rey Juan Carlos por el conjunto de su obra. Desde hace 12 años informa desde Brasil para este diario donde colabora tambien en la sección de Opinión.

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