Juan Arias

Sobre el autor

es periodista y escritor traducido en diez idiomas. Fue corresponsal de EL PAIS 18 años en Italia y en el Vaticano, director de BABELIA y Ombudsman del diario. Recibió en Italia el premio a la Cultura del Gobierno. En España fue condecorado con la Cruz al Mérito Civil por el rey Juan Carlos por el conjunto de su obra. Desde hace 12 años informa desde Brasil para este diario donde colabora tambien en la sección de Opinión.

Eskup

¿Para qué sirven hoy los cardenales y sus colas de seda?

Por: | 27 de febrero de 2013

Capa magna
Con Pío XII la cola de seda púrpura de la capa magna de los cardenales era de 12 metros
. Los papas fueron acortándolas hasta llegar a cinco metros con Pablo VI, quien hubo de soportar rebeldía de muchos de los purpurados. “Es como si le cortaran las plumas al pavo real”, llegó a decirle, irritado, uno de ellos. Sedas, encajes, sombreros de 30 borlas, anillos de oro con escudos (por cierto, todo ello muy femenino) acompañarán también esta vez a los 115 cardenales que se encerrarán en el cónclave para elegir al nuevo pontífice.

Siempre con fuerte sabor medieval y renacentista.

Lo peor, sin embargo, no es toda esa parafernalia de vestiduras fuera del tiempo, sino su misma finalidad. Hay quién asegura que podría ser la última vez que sean los cardenales los que elijan al papa, dado el desprestigio en el que está cayendo dicha institución. Lo veo difícil, aunque no imposible. Sin duda, el cardenalato ha perdido su finalidad original. Ha pasado de ser una función a ser una "dignidad", tanto personal como la de la sede que se le adjudica al purpurado.

Capa magna (2)

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Ese demonio que asusta al Papa

Por: | 25 de febrero de 2013

Benedicto XVI (3)
El papa dimisionario, Benedicto XVI, días antes de salir de escena, ha desempolvado a un misterioso “demonio”
del que, afirma que “ trabaja sin descanso para ensuciar la obra de Dios”.Y añade: "Es como si el demonio quisiese contaminar permanentemente la creación para contradecir a Dios"

Su afirmación es una de las más graves por él proferidas durante todo su pontificado. Pronunciada a la hora de despojarse del simbólico anillo del Pescador adquiere un peso del todo especial.

Los cardenales que empiezan a llegar a Roma para nombrar a su sucesor se van a encontrar con la sorpresa de ese “misterioso demonio”, que está trabajando con ahínco para ensuciar a la Iglesia.

Es posible que ellos lleguen queriendo saber, antes del cónclave, los nombres y apellidos de los que están ensuciando la credibilidad de la Iglesia con sus escándalos de corrupción económica y de costumbres, que nos remontan a los tiempos más oscuros y disolutos del papado de la Edad Media.

En efecto, esos nombres y apellidos existen. Figuran en los documentos secretos que fueron vendidos hasta por el mayordomo del Papa. Los está barajando hasta la prensa. A algunos el mismo Papa los ha alejado de Roma o les ha impedido de participar al cónclave.

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Twitter con excomunión

Por: | 24 de febrero de 2013

Cardenales en la Capilla Sixtina
La amenaza la ha dado a conocer el Vaticano
: será condenado con la pena máxima de la excomunión, el cardenal que estuviera tentado de llevar al cónclave, escondido entre la seda de su hábito púrpura, un móvil con el que pudiera anunciar el nombramiento del nuevo papa a través de un Twitter, antes de la fumata bianca de la chimenea de la Capilla Sixtina.

Desde hace 742 años, los fieles de Roma han siempre conocido que un nuevo papa ha sido elegido, a través del humo blanco que aparece en lo alto de la pequeña chimenea cilíndrica de la capilla Sixtina.

Asistí varias veces en la plaza de San Pedro a ese momento mágico. De desconsuelo de los miles de fieles y curiosos allí reunidos, cuando la fumata es negra, que significa que la votación ha sido negativa. De júbilo, cuando la pequeña hebra de humo blanco empieza a revolotear sobre lo alto de los Palacios Vaticanos.

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¿Y si los cardenales optaran por nombrar papa a un seglar?

Por: | 23 de febrero de 2013

No es una broma. Ya ha acontecido dos veces en la historia del Papado. Los cardenales reunidos en cónclave podrían decidir escoger como obispo de Roma a un seglar. Lo prevé la Constitución de la Iglesia.

LLeón XEl último papa seglar fue León X en 1513. Fue elegido papa con 37 años. Fue ordenado sacerdote el día 9 de marzo, consagrado obispo el dia 15 y papa el 17 del mismo mes.

Si eso aconteciera, el elegido debería ser consultado sobre si acepta o no. Si estuviera de acuerdo, antes debería ser consagrado sacerdote y después obispo.

Dado que hoy la Iglesia exige el celibato obligatorio, al revés de los primeros siglos cuando los papas estaban casados y tenían familia, en caso de estar unido en matrimonio y con hijos, debería dejarlos para poder ser consagrado.

Es difícil que hoy día los cardenales piensen en un seglar para substituir al papa Benedicto XVI, pero como acaba de escribir aquí en Brasil, Fray Betto, teólogo y escritor, la posibilidad no puede excluirse.

Debería, sin duda, tratarse de una situación límite.

Podría acontecer de dos maneras: una que los cardenales no encontraran entre los purpurados la figura de papa que creen necesitaría la Iglesia, y otra que alguno de ello presentara un candidato muy especial, seglar, que podría suponer una novedad para la Iglesia.

Supongamos, por ejemplo, que un cardenal de gran prestigio propusiera de repente un nombre ilustre de seglar con unas cualidades del todo especiales para dirigir a la Iglesia, considerado capaz de llevar a cabo una renovación a fondo de la institución.

Lo cierto es que este cónclave se va a celebrar en un momento del todo particular e inédito: con el papa bajo renuncia, pero aún vivo y con tres cardenales por lo menos bajo graves sospechas de haber ocultado cientos de casos de pederastas en sus diócesis, como lo son cardenales de Estados Unidos, Irlanda y Bélgica. Más los escándalos de corrupción económica de la banca vaticana y las tramas de explotación sexual que zarandean a la Iglesia.

Si los tres cardenales en entredicho, entraran en el cónclave y participaran a la elección del Papa ello podría suponer un escándalo, no sólo para las comunidades cristianas de esos tres países, sino también para de toda la catolicidad.

Podría haber hasta quién llegara a impugnar dicha elección papal en un momento ya tan crítico para la Iglesia.

En una situación de excepción como esta, ¿sería descartable la idea de que algún cardenal con fuerza moral pudiera proponer la candidatura de alguien fuera del colegio cardenalicio, incluso un seglar, de innegable moralidad personal?

No es de excluir, aunque todo parece pensar que los actuales cardenales no llegarán a ese extremo.

Es importante, sin embargo, que exista en la Iglesia esa posibilidad de poder convocar a un bautizado seglar para colocar en sus manos la diócesis de Roma que conlleva el gobierno de la Iglesia universal.

Mayores sorpresas incluso se han visto en la atormentada historia del papado en sus dos mil años de historia. Hasta un muchacho de 12 años fue en una ocasión elegido papa.

Habrá que ver, de cualquier modo, si este cónclave del todo especial nos reservará aún algún tipo de sorpresa inesperada, o si volverá a ser más de lo mismo.

Si todo se limitase a elegir a un Ratzinger II, aunque más joven, más sano y mejor comunicador, sería muy poco. Y es eso lo que se sospecha ya que varios cardenales lo están dejando intuir. Y la Iglesia, en este momento de infierno astral está necesitada de soluciones excepcionales, so pena de arrastrar un declino que parece inexorable.

Propongo a los lectores, que indiquen nombres de personas seglares que podrían presidir la Iglesia en crisis con fuerza moral e intelectual y prestigio mundial.

Imagen de una reunion de cardenales en San Pedro

Los cardenales que deberán buscar una solución creativa y profética al gobierno de una Iglesia zarandeada por los escándalos. 

La noche del próximo día 28, el aún Papa Benedicto XVI, será especial para el aún papa Bnedicto XVI. Será una noche sin el anillo del Pescador encima de su mesilla de noche.

Anillo del Pescador
Ese anillo, símbolo de uno de los mayores poderes que se le otorga a un ser humano sobre la tierra, como el de la infalibilidad pontificia, deberá ser destruido esa misma tarde, a partir de las 20 horas, cuando Ratzinger ya no será papa y volverá a ser cardenal.

Existe hasta una Constitución Apostólica, llamada, Universi Dominici Gregis,que rige el rito antiguo de destruir el anillo del Pescador a la muerte del papa.

Tras haber el Camarlengo de la Santa Sede dado tres golpes en la frente del papa y anunciar “está verdaderamente muerto”, se le quita al papa difunto el anillo que es destruido con un martillo de plata y marfil. Con ese material se crea el nuevo anillo que servirá al sucesor del papa fallecido y que llevará grabado su nombre.

Se discute aún en el Vaticano qué hacer con el anillo del papa Benedicto XVI ya que sigue vivo. Con el agravante que fue el papa Ratzinger el que desenterró parte de la tradición del anillo del Pescador y se hizo labrar uno especial por el orfebre, Claudio Franchi, como un homenaje a la vieja tradición.

Anillo del  pescador (2)
La práctica antigua de destruir el anillo del Pescador,
se remonta a los tiempos en que los papas sellaban con el anillo, los documentos papales. Se temía que alguien pudiera seguir usandolo para falsificar documentos pontificios.

Hoy se destruye el anillo junto con el sello de plomo con el que en la actualidad se sellan las bulas y documentos importantes del papa.

El orfebre que labró el anillo del papa Ratzinger ha pedido que no se destruya y se conserve en el museo Vaticano.

De cualquier modo, el papa ya no tendrá en su mano derecha el anillo del pescador la noche del día 28 decidan o no destruirlo.

El anillo que en la Iglesia llevan obispos y cardenales además del papa, ha sido objeto de discusiones y polémicas en el pasado. Simboliza el matrimonio del eclesiástico con la Iglesia.

Cuando llegó al papado Pablo VI, empezó a querer liberar a la Iglesia de las acusaciones de excesiva riqueza en sus atuendos. Se libró él personalmente de la tiara pontificia que simbolizaba los tres poderes y estaba hecha de piedras preciosas.

Anillo conciliar
Viendo que obispos y cardenales usaban anillos a veces ostentosos, según sus posibilidades económicas, llevando incrustradas piedras preciosas que daban la idea de que se casaban con una esposa rica, y no con la Iglesia pobre de Cristo, decidió crear durante el Concilio Vaticano II, cuya segunda parte presidió,  un anillo, no de oro sino de plata, sencillo, igual para para todos los obispos.

Èl mismo, colocó su anillo de oro en un estuche y pasó a usar el mismo que había regalado a los obispos.

Los papas posteriores pasaron a usar el anillo conciliar. Fue el papa Ratzinger el que quiso volver a la tradición de los papas que usaban su anillo personal que ahora tendrá que dejar.

Anillos eclesiásticos
El papa Benedicto XVI, tendrá que acostumbrarse ahora a una soledad inédita:
la de ver, desde su ventana, actuar al nuevo papa. Tendrá que acostumbrarse a leer las homilías y discursos de su sucesor, sus nuevas encíclicas y verlo a través de la televisión recorrer el mundo vestido del blanco papal, mientras él volverá al rojo de la púrpura cardenalicia que simboliza la sangre del martirio.

Tendrá, quizás que acostumbrarse a ver al nuevo papa tomar decisiones que él podría haber tomado y no quiso, o no se atrevió, como el abolir el celibato obligatorio o abrir las puertas del sacerdocio a la mujer o dejarla libre de decidir sobre el fruto de su vientre o sobre el ejercicio de su sexualidad.

Como me decía un amigo psicólogo, sería interesante conocer los sentimientos del papa ahora que ya no lo será, pues tendrá que vivir dos momentos muy especiales: el luto de haber muerto al poder, siguiendo vivo,  y la novedad de que para él desde la tarde del 28 todo será “la primera vez”, a pesar de que cuando fue elegido papa pensaba que lo sería hasta la muerte.

Será la primera vez, por ejemplo, que cuando lea en los periódicos los escándalos de la pederastia que azota a una parte del clero mundial, no sentirá el peso de su responsabilidad última como cuando era papa. No tendrá que sufrir el dilema que ya soportó de si esconder o mimetizar ese pecado del clero, por amor a la Institución, o si entregar a los verdugos de tantas víctimas inocentes a los juzgados.

Quizás hasta se sienta más libre sin el peso del anillo en su mano y sin tener que juzgar y ser juzgado. Vuelve a ser libre de la terrible soledad que comporta el papado.

Y una curiosidad: en el dormitorio en el que dormirá la primera noche sin ser papa en el Castillo de Castelgandolfo, a las afueras de Roma, la finca de veraneo de los papas, mayor que el Estado del Vaticano, nacieron ya 50 niños durante la Segunda Guerra Mundial.

Fue cuando entre enero y junio de 1943 se refugiaron en aquellos palacios hasta 10.000 personas. En aquellos meses nacieron 50 niños, en el dormitorio ahora del papa, que se convirtió entonces en una guardería infantil.

Dormitorio del papa en CastelgandolfoDormitorio del papa en Castelgandolfo donde pasará la primera noche sin ser ya papa y donde nacieron 50 niños durante la segunda Guerra Mundial.

Así son los misterios de los papas, hijos de una Institución milenaria, llena de símbolos, anclada casi en la prehistoria, mientras el papa usa ya el Twitter y viaja en avión.

Yoani escoltada
La disidente cubana, Yoani Sánchez, está en Brasil escoltada por 14 policías militares, según informan los diarios O Estado de São Paulo y  O Globo de Rio.

Salió de su Cuba en busca de libertad. Escogió Brasil para su primera escala. Debía venir con el corazón sangrando de felicidad. Finalmente podía respirar los aires de la libertad de expresión a pleno pulmón, en un país democrático.

Yoani en Brasil (2)
No fue así. A Yoani Sánchez, nada más poner pie en este país, un grupo de fanáticos pro Cuba le hizo masticar una comida que ella ya conocía y sufría desde hace 15 años en su lucha por la libertad en Cuba: la de la intolerancia.

Fue recibida con silbidos, empujones e insultos y le impidieron presentar en su primer acto de encuentro con los brasileños, en Bahía, el film que había venido a proyectar sobre sus experiencias en Cuba. Preocupadas las autoridades ante otras posibles agresiones han preferido ponerle una fuerte escolta.

Yoani acaba de escribvir en su blog: "Ellos querían lincharme, yo conversar", Y añade: "Gritaban consignas que ya no se escuchan ni en Cuba".

La víspera de su llegada, la revista Veja había destapado que los servicios secretos cubanos habían distribuido en Brasil, con la complicidad de grupos extremistas de izquierdas, informaciones falsas sobre Yoani.

Avezada en estas lides de luchar contra la intolerancia fascista, la disidente fue elegante. Se refugió en una sala con sus seguidores y comentó que “ya quisiera para Cuba esa libertad de poder ser contestada”, esa libertad de poder expresar en público la protesta sin que pase nada.

Yoani en Brasil (3)
Quizás para desagraviarla de la desagradable sorpresa recibida a su llegada a Brasil, al parecer, el Congreso la va a convidar para encontrarse con diputados y senadores.

He querido traer a este blog hoy esta noticia desagradable sobre la llegada de la disidente cubana a Brasil, en homenaje a su coraje y a su dedicación a la causa de una Cuba finalmente libre de la opresión de ideologías.

Y para recordar que el virus de la ideología, de cualquier signo, nos acecha hasta donde menos nos lo imaginamos. Crecen en nuestra Europa los ultras nazis y fascistas, y en Brasil y en Latinoamérica no se han apagado las cenizas aún calientes del populismo y de los socialismos trasnochados que acaban desfigurando no sólo las modernas socialdemocracias sino también las izquierdas modernas que han aceptado en su programa la total libertad de expresión.

Yoani llega de Cuba de alguna forma virgen en busca del paraíso de la libertad que debería reinar en las democracias. Quizás tendrá que acostumbrarse a que también en los campos de trigo maduro de los países que se dicen libres y democráticos sigue al acecho la cizaña de la intolerancia y de las nostalgias fascistas.

¡Bienvenida, Yoani, a la democracia que, por incompleta, deberás seguir defendiendo también aquí, fuera de Cuba!

Yoani (4)

¿Sería Jesús elegido papa en el cónclave?

Por: | 18 de febrero de 2013

Hagamos una ficción literaria. Imaginemos que Jesús de Nazaret, aquel profeta curioso e incómodo, se hubiese mimetizado en uno de los cardenales que entrarán en el silencio de la Capilla Sixtina para la elección del nuevo Pontífice.

Imaginemos que ese cardenal, sin saber los demás que es Jesús, tuviese un currículum parecido al del nazareno. ¿Creen que sería elegido papa? Me temo que no.

Estos días los medios mundiales de comunicación barajan en la elección del nuevo papa términos manidos y carcomidos por la semántica como conservador, progresista, renovador, conformista, moderno, tradicionalista, innovador, y mil otros adjetivos que al final significan muy poco.

En programa de la Globo News Painel, en un debate sobre la sucesión del papa, yo lancé días atrás la pregunta:”?Qué significa un papa progresista?” Hubo consenso en admitir que podía significar muchas cosas incluso opuestas y contradictorias.

¿Fue Jesús de Nazaret un progresista o un conservador?

Si resucitase Pedro, el apóstol, primer obispo de Roma, crucificado boca abajo por el poder romano que debió considerarlo poco amigo, ¿sería elegido de nuevo obispo de los romanos que es lo que en verdad es el papa?
Me temo que no.

Se dice que el papa Ratzinger querría como sucesor a un teólogo que defienda los principios de la fe; que la Curia Romana prefiere a uno de ellos, un burócrata y diplomático que no permita que se desmorone el castillo de poder levantado dentro de los muros vaticanos y que el mundo no europeo o norteamericano, el de la periferia del Planeta, donde los pobres lo son de verdad, preferirían un pastor, sin que tampoco sea muy claro que significa ser pastor. Jesús decía que hay lobos que se visten con piel de cordero para engañar al pastor.

Volvamos a Jesús.
¿Sería elegido un cardenal que como Jesús, en vez de tratar con bendiciones, concordatos de favor, halagos diplomáticos a los gobiernos y dictadores de turno les dijese, cuando pretenden intervenir en los asuntos de la Iglesia o cuando intentasen reprimir la libertad de expresión en el mundo, “Id y decid a esa zorra que yo seguiré predicando”?. Fue así como Jesús respondió al rey Herodes que pretendía condenarle al silencio.

O un cardenal que tuviese el coraje de decir: “Dadle a Dios lo que es de Dios y al Cesar lo que es del Cesar”. El Banco del Vaticano y sus transacciones bancarias en paraísos fiscales y las maniobras de la Curia para influenciar los parlamentos, ?son cosas del César, o de Dios?

¿Sería capaz ese cardenal, como Jesús, de sentenciar: “Dejad que los muertos entierren a los muertos”?

O actuar en las luchas de poder interno de la Iglesia, como cuando dos apóstoles se disputaban el mejor puesto en el nuevo Reino que Jesús anunciaba, y que ellos creían que iba a ser terrenal. Jesús les amonestó diciendo que en su Reino, la única medalla, el único título era tomar la cruz de los otros y servir a los más humillados, y no la búsqueda de cargos y prebendas.

¿Sería un cardenal capaz de desempolvar aquel pasaje terrible de Jesús contra los abusadores de niños, para los que pidió “pena de muerte” (“Mejor le sería que le colocasen una rueda de molino al cuello y lo arrojaran al mar”), en vez de tentar esconder o minimizar los escándalos de pedofilia en la Iglesia que sigue cerrando hipócritamente filas en la defensa del celibato obligatorio?

¿Sería ese cardenal capaz de abrir las puertas de la Iglesia para que entraran en ella fieles e infieles, católicos y no, todas las tribus de fe o de ateísmo del mundo porque, como decía Jesús, en su reino cabían todos y todos eran igualmente dignos de ser considerados hijos de Dios?

¿Sería finalmente capaz de anunciar, en su primer discurso, que todos aquellos teólogos que fueron condenados al ostracismo por sus antecesores, todas las víctimas de la Congregación para la Doctrina de la fe, quedarían libres para seguir investigando con libertad de espíritu en el pozo inagotable de la verdad revelada?

Y por fin, sería capaz de derribar las mesas del Templo, de arrojar de él a los que hacen de la Iglesia un juego de negocios, a veces tan sucios que han llevado hasta a suicidios y asesinatos?

La Iglesia suele tener miedo de cardenales jóvenes. Los nombra a la mayoría casi ancianos. Se ha olvidado que Jesús era “papa”, es decir, profeta y evangelizador con apenas 30 años. Y que lo mataron en la flor de su vida. Y el poder, tanto el religioso como el civil, tembló ante él.

Cuando Pilatos escuchó de Jesús que su misión era anunciar la verdad, Pilatos le pregunta:"?Y qué es la verdad? Y sin darle tiempo para que respondiera lo condenó a muerte de cruz tras haber confesado: “No encuentro culpa en este hombre”.

La verdad asusta al poder y asusta a la Iglesia en la medida en que ella  se mezcla y confunde con el poder mundano.

Definitivamente, Jesús tendría muy pocos votos en el cónclave. Para él la fumata sería negra.

Ojalá me equivoque dentro de unas semanas. Juro que lo festejaría.

 

Boff (teólogo de la Tierra)
Recibí anoche una carta de Leonardo Boff en la que agradece a este blog el haber querido recordar a los lectores “aquella oscura y terrible noche” que vivió la víspera de ser juzgado en el Vaticano.

Algunos comentaristas del post anterior de este blog, en el que conté la historia vivida en primera persona en 1958, del proceso contra el teólogo brasileño, Leonardo Boff, llevado a cabo por el entonces Prefecto de la Congregación de la Fe, el cardenal Ratzinger, hoy papa dimisionario, llegaron a poner en tela de juicio la veracidad del mismo.

En su carta, Boff me escribe: “Tu reportaje en EL PAÍS, querido amigo y hermano Juan Arias, me trasladó a aquella noche oscura y tremenda que viví un día antes de ser juzgado en el ex Santo Oficio, estando allí en tu casa, rodeado de amigos”.

Aquella noche, recuerda el teólogo de la liberación “me diste calor, amistad y coraje para enfrentar un juicio en el que estaba en juego la teología de la liberación. Jamás olvidaré aquella noche y el ambiente sereno, casi espiritual, que creaste dándome ánimo”.

Y me tranquiliza al responder, indirectamente, a aquellos lectores incrédulos sobre mi relato.
“Lo que contaste es todo verdad hasta en los detalles. Me admira que hayas recordado todo, algo natural, por otra parte, para un periodista experimentado como tu. Me acuerdo que también te dije que aquel proceso era además una oportunidad de evangelizar al Papa sobre la causa de los pobres y los oprimidos”.

Boff agradece el que este blog haya traído a la actualidad aquella experiencia ya que, afirma “ayudó a muchos lectores y lectoras a comprender la atmósfera tensa y difícil de aquellos días y, como por un momento, la teología se hizo cosa pública, asunto de conversación en las casas, en los cafés y en las calles”.

Añade el teólogo brasileño que colocó en su blog  mi relato "de lo que vivimos juntos aquella noche" y que recomendó su lectura en su twitter, con casi cien mil seguidores que dice, "es una especie de púlpito de mis ideas e intervenciones" (twitter.com/leonardoboff)

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Así Ratzinger condenó a Boff al silencio

Por: | 13 de febrero de 2013

Boff (4)
Entiendo que el teólogo Leonardo Boff, tenga un cierto pudor en contar como se produjo, en 1985, el proceso
en el que entonces el cardenal Ratzinger, Prefecto de la Congregación de la Fe, heredera de la vieja Santa Inquisición, le condenó al silencio. Ratzinger sería el próximo papa, Benedicto XVI.

Yo, aquel día, estaba con Boff en Roma. Cenó la noche anterior en mi casa, donde había convidado a un puñado de periodistas amigos míos para arroparle. Boff, que tenía, 47 años, estaba nervioso y preocupado. No sabía como se iba a desarrollar el proceso contra él en el Vaticano. No le habían informado de nada. Sólo que estuviera allí a las nueve de la mañana. El teólogo, siempre amable, parecía un niño entre temeroso y emocionado. Nos enseñó una carpeta con miles de firmas en apoyo suyo. Nos preguntó si sería oportuno entregárselas a Ratzinger. Indagamos sobe aquellas firmas y nos dijo con candor: “De prostitutas cristianas brasileñas”.

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Si Dios es brasileño, ¿por qué el papa no?

Por: | 12 de febrero de 2013

Mientras Brasil, el país con mayor número de católicos del mundo y con más cardenales que los otros países de América Latina (5), sueña con un papa brasileño, la renuncia al papado de Benedicto XVI, llegó aquí con fuerza en medio del bullicio de los carnavales.

¿Qué hicieron por ejemplo los cariocas que organizan uno de los carnavales más de rompe y rasga del mundo en los que mezclan sexo, biblia y política y a los que no desbanca ni la noticia más sensacional?

Algo muy sencillo: la metabolizaron juntándola en los medios de comunicación y en las redes sociales con los desfiles carnavalescos. Y trataron a la vez con respeto y humor la imprevisible decisión papal.

Y así, se iban mezclando las imágenes de las sambistas en traje casi de Adán con las del papa Benedicto XVI, y todos en paz.

Y es que no existe, dicen los cariocas, ninguna noticia del mundo, por grande que sea, capaz de paralizar la fiesta de los carnavales. Cualquier otra noticia puede sólo mezclarse con ellos, salir del brazo de los blocos de la calle, algunos, como los de la playa de Copacabana con casi medio millón de personas.

Mendes Fradique, autor del libro Historia de Brasil por el método confuso, escribió que el carnaval “es la esencia de Brasil”, que puede acontecer lo que sea que él no pierde su gracia.

El Papa en los carnavales de Rio
Tanto se mezclaron las imágenes del carnaval con la noticia de la renuncia del papa Ratzinger, que enseguida aparecieron en la calle humoristas disfrazados de papa, del dimisionario y de otros como Juan Pablo II.

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El País

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