Juan Arias

Sobre el autor

es periodista y escritor traducido en diez idiomas. Fue corresponsal de EL PAIS 18 años en Italia y en el Vaticano, director de BABELIA y Ombudsman del diario. Recibió en Italia el premio a la Cultura del Gobierno. En España fue condecorado con la Cruz al Mérito Civil por el rey Juan Carlos por el conjunto de su obra. Desde hace 12 años informa desde Brasil para este diario donde colabora tambien en la sección de Opinión.

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El rey David también pecaba. Nos falta un profeta Natán

Por: | 05 de abril de 2013

El rey David y el profeta NatanEl rey David y el profeta Natan

Nuestro mundo está necesitando de muchas cosas, pero sobretodo de profetas con agallas. Como las que demostraron los profetas de la Biblia que se iban a los palacios de los reyes a reprocharles sus adulterios y sus patrañas. Como lo hizo el profeta Natán con el rey David.

Los profetas acabaron casi todos muertos, pero no mudos.

En la antigüedad fue tal la fuerza de los profetas, tal el malestar que creaban entre los poderosos, que pronto se puso en marcha una campaña para desprestigiarlos. Se llegó a diferenciar a los verdaderos de los falsos profetas.

Cuando algún profeta desagradaba a los reyes y sus cortes, se le calificaba de “falso profeta”, que significaba que su voz no gozaba de la benevolencia de Jahvé y podía ser desoída

Hubo sí, falsos profetas. Hasta Jesús, que fue uno de los verdaderos alertaba a sus apóstoles contra los falsos. Eran sin embargo ellos, los falsos, los que el poder usaba para desprestigiar a los verdaderos, los de la lengua afilada como una espada.

Hoy los profetas no necesitarían hablar en nombre de ningún dios. Les bastaría apelar a la justicia, a la escrita y a la oral, a la del hombre sencillo de la calle. El que piensa y dice que ante la ley no hay reyes ni vasallos. Todos somos iguales. Cuando un cristiano anónimo le dijo a un arzobispo español “desnudos los dos somos iguales”, estaba expresando una gran verdad.

Ante la justicia todos deberíamos estar desnudos, sin títulos, sin ropajes de poder, sin credenciales de favor, sin miedo a lo que pueda ocurrir si a un juez se le mete en la cabeza ver a los imputados desnudos, sin estrellas en la manga, todos iguales.

Los profetas bíblicos fueron la salvación de Israel, porque eran los voceros de Dios contra la corrupción del poder. Eran los que obligaban a los reyes de oscuras biografías a ponerse de rodillas y pedir perdón a Jahvé. Lo recodaba el papa Francisco conversando con el rabino judío argentino, Skorka.

Los verdaderos profetas no conocían la impunidad frente a los poderosos, si acaso eran comprensivos con los de abajo de la escala social, los llamados pecadores. Al contrario de los jueces de hoy que tantas veces se muestran delicados y preocupados con los crímenes de los de arriba y exigentes profetas con la mujer que roba una pastilla de jabón en el supermercado.

Un mundo sin profetas capaces de advertir a los que tienen en sus manos las riendas del Planeta y muchas veces las conciencias y la vida misma de las personas, acaba arrodillado y humillado, incapaz de levantar su voz, que hoy no sería la voz de Jahvé, sino la voz de la conciencia, la de todos los perjudicados por los pecados de los que tienen en sus manos nuestra misma vida.

El rey David, violento, adúltero, orgulloso, acabó salvándose porque un simple profeta como Natán tuvo el coraje de presentarse ante él para echarle en cara, uno de sus pecados más deleznables. Lo hizo con la fuerza literaria que solían tener los profetas. Y con el coraje que les llevaba tantas veces a perder la vida en defensa de la verdad.

David, mujeriego empedernido, se había enamorado de la mujer del pobre soldado Urías, a quién mandó a su general que lo enviara a primera fila del frente para que lo mataran cuanto antes y así poder quedarse definitivamente con su mujer. Y así lo hizo. Y ensució sus manos de sangre.

Natán se presenta ante el rey y le cuenta esta historia, narrada en el segundo Libro de Samuel, en la Biblia: “Había en la ciudad dos hombres, uno rico y otro pobre. El rico tenía ovejas y vacas en gran cantidad. El pobre no tenía nada; sólo una corderita que había comprado. La había criado y había crecido con él y con sus hijos; comía de su pan, bebía de su vaso y dormía en su seno.

Llegó un huésped a casa del rico y éste no quiso matar una de sus muchas ovejas para darle de comer, robó la corderita del hombre pobre y se la sirvió a su huésped”.

David, al escuchar la historia se enfureció y le dijo al profeta Natan que aquel rico “era digno de muerte”. En ese momento, Natán, firme, sin miedo al rey y a sus consecuencias le dijo: “!Tú eres ese hombre”! Y le anuncia la venganza y la sentencia: “Así dice Jahvé: Yo haré surgir el mal de tu propia casa; tomaré ante tus propios ojos a tus mujeres y se las daré a tu prójimo, que se acostará con ellas en plena luz del sol. Tú lo has hecho en secreto, pero yo lo haré a la vista de todo Israel”.

David reconoce su pecado ante el profeta y Dios, acaba perdonándole, pero no se va sin castigo: le hace morir al hijo que había nacido de su amor adúltero con Betsabé, la mujer del soldado al que mandó matar para apoderarse de ella.

Hoy son otros tiempos, nuestra Biblia son los códigos de justicia; nuestro dios es la ley igual para todos, al igual que el castigo a quién la quebranta.

Lo que nos faltan son los profetas capaces de hacer justicia contra los poderosos, contra los que poseyendo más que todos, acaban matando la oveja, el sueldo, el empleo del pobre que no tiene más que eso.

Ellos, los de arriba nunca pierden. La justicia les es siempre benévola. Pierden siempre los que carecen de rebaños de bueyes y ovejas, los que tienen que cerrar los ojos cuando el que ostenta el poder acaba adueñándose de lo que más ama, de lo poco que le ha quedado.

Si para ello hay que matar, se mata; si hay que recortar, se recorta; si hay que deshauciar se deshaucia, si hy que mentir, se miente.

Ahí deberían entrar los profetas de hoy, dispuestos a enfrentarse a los que abusan del poder, a los que les parece normal adueñarse de lo que no es suyo, y a los que, en nombre de la justicia, dictan sentencia mirando a las personas no desnudas, iguales, sino con los ojos puestos en sus galones.

¿Y si volvieran los profetas con agallas como los de entonces?
¿Volveríamos a matarles?
Juzguen ustedes.

Hospital Albert Einstein en São Paulo
Por primera vez en Brasil, un hospital, el Albert Einstein, de São Paulo, ha abierto oficialmente sus puertas a los animales para que puedan visitar a sus amos enfermos

Se trata de uno de los hospitales más famosos y de mayor excelencia del país, el 35 del mundo y el primero de América Latina que ha recibido el sello de prestigio concedido por la organización americana Planatree.

Han sido ya 40 los pacientes, incluso en repartos semi intensivos, que han tenido la felicidad de poder abrazar en el hospital a sus animales de compañía y lo han hecho en muchas ocasiones, dicen los médicos, sin poder retener las lágrimas.

El hospital, que cuenta con 6.000 médicos y 8.450 funcionarios, ha justificado su decisión por las reiteradas peticiones de los enfermos. Reconoce al mismo tiempo, como lo ha expresado, Rita Grotto, que las visitas de los animales a los enfermos “son terapéuticas” y ayudan a su recuperación ya que fortalecen sus defensas, disminuyen los índices de colesterol, combaten el estrés y alivian el dolor.

El abogado de 71 años, Ennio de Paula Araujo, hospitalizado en el Einstein donde se trata de un cáncer de vejiga, ha contado su experiencia al poder recibir a su perra Clara.

Le ha contado a Jairo Marques, del diario Folha que sus hijos viven fuera de São Paulo, están muy ocupados y no pueden ir a visitarlo y que la presencia de Clara, “que hace parte de mi familia”, dice, le está ayudando, a tener “otra disposición de ánimo”, dentro de su drama, y que lo ayuda a ver su futuro “con otra disposición”.

Hospital EinsteinEl abogado Ennio de Paulo con Clara en el hospital

El hospital, que fue fundado en 1955 por la comunidad judía de São Paulo, y que constituye hoy un centro piloto en enfermedades de alta complejidad en Brasil y en América Latina, sobretodo en cardiología, oncología, neurología y cirugía, ofrece un servicio gratuito médico a la favela próxima de Paraisopolis.

La experiencia de permitir a los animales visitar a sus amos, aseguran los médicos, ha sido hasta ahora bien recibida por los demás enfermos. Cuando alguno manifiesta extrañeza, al presentarles las razones que han movido al hospital a tomar la decisión, “se tranquilizan”, explican.

Sobretodo, porque las exigencias para que los animales puedan visitar a los enfermos son severas. Por ahora, sólo pueden entrar perros, gatos y pájaros.

Debe hacerse con el permiso escrito del médico de cabecera del enfermo y el animal debe estar al día con sus vacunas y haber sido bañado 24 horas antes. Y debe presentar certificado veterinario de buena salud.

Hospital  Solca contra el cáncer en QuitoHospital Solca contra el cáncer en Quito (Ecuador)

Algunos enfermos, como Menachem Mukasiesy de 67 años ha expresado públicamente su agradecimiento a los médicos del Einstein por haberle dejado entrar a su poodle Bolinha. “Ya he pasado por varios hospitales y jamás me permitieron ver a mi Bolinha que mientras estoy internado se niega a comer y cae en depresión”, afirma.

Paulo de Tarso Lima, coordinador del área responsable de las medidas de humanización del hospital, ha sido explícito: “El encuentro con el animal al que se ama ayuda a relajar al enfermo y retomar la preocupación por su cuerpo, algo que a veces acaban perdiendo, sobretodo los que sufren enfermedades crónicas”.

Una vez más, el Estado de São Paulo, corazón económico y financiero del país, vuelve a ser pionero en la preocupación por los animales y sus amos. Antes de la experiencia piloto del hospital Einstein, la alcaldía de la capital paulistana, había creado un hospital veterinario gratis para asistir a los animales enfermos de familias pobres que no podrían pagar una visita médica ni comprar medicinas y menos operar a uno de sus animales a los que consideran como parte de la familia.

El centro médico para animales, del que ya nos hicimos eco el año pasado en este mismo blog, podría parecer unhospital privado de lujo pues funciona como un centro médico moderno y completo.

Brasil acaba siempre sorprendiendo con sus paradojas, de país que se presenta al mismo tiempo moderno y piloto en muchos campos, y de gran atraso en otros.

Quizás sea reflejo de nuestra propia vida, compleja, de luces y sombras, poblada por ángeles y demonios.

Einstein( 2)

Bergoglio y SkorkaEl cardenal Jorge Bergoglio y el rabino A.Skorka

Se da por seguro que el papa Francisco abrirá los archivos secretos vaticanos sobre el Holocausto, y con ellos la participación que la Iglesia tuvo en el bien y en la tragedia nazi.

Representantes de las comunidades judías, también aquí en Brasil, fundan esta esperanza en las afirmaciones que el entonces cardenal arzobispo de Buenos Aires, Bergoglio, hizo al rabino argentino Skorka en la obra Entre el cielo y la tierra.

A la pregunta explícita del rabino sobre si estaría de acuerdo en que el Vaticano abriera los archivos que más escuecen a la Iglesia, como los relativos al Holocausto, el entonces cardenal, en vísperas ya de ser papa, responde categóricamente:

“Me parece perfecto lo que usted propone de abrir los archivos de la Shoá (Holocausto). Que se abran y se conozca todo y que se vea si se puede hacer algo. Y si nos equivocamos tendremos que decir: “Erramos” A eso no hay que tenerle miedo. La verdad tiene que ser el objetivo. Cuando uno empieza a ocultar la verdad está eliminando la Biblia.”.

Holocausto (3)
Y añade: “HAY QUE CONOCER LA VERDAD E IR A LOS ARCHIVOS”.

Aquel cardenal que defendió con énfasis la apertura de los secretos vaticanos sobre el Holocausto judío tiene hoy el poder de hacerlo. ¿Podría echarse atrás ahora que tiene en sus manos las llaves para que “se conozca toda la verdad”?

El papa Francisco ha dado pruebas inequívocas, desde antes de ser papa de la importancia que para él y la Iglesia tienen el pueblo judío y la religión de Jahvé en la fundación del cristianismo. Para la Iglesia y para el mundo.

Ya papa, el primer documento que firmó fue una carta enviada el primer día de su pontificado, al rabino jefe de Roma. Después le felicitó la Pascua judía que tuvo lugar días antes de la cristiana.

En Buenos Aires, invitaba al rabino Skorka a hablar a los seminaristas sobre el tema de los” valores”. Y en el libro de conversaciones con él, llega a afirmar que lo más “corajudo” que aprobó el Concilio Vaticano II, fue que “Dios rescató en primer lugar al pueblo depositario de las promesas”.

Y explica: “La Iglesia defendió oficialmente (en el Concilio Vaticano II), que el pueblo de Israel sigue siendo el depositario de las promesas”. Y lo traduce con un lenguaje popular: “En ningún momento dice (el Concilio), “perdió el partido, ahora nos toca a nosotros”.

Por ello, afirma, “al pueblo judío no se le puede acusar de deicidio como sucedió durante mucho tiempo”.

El papa Francisco afirmó antes de serlo que : “cada judío que se mataba durante el nazismo, era una bofetada a Dios en nombre de los ídolos”.

Glosando el Holocausto, el cardenal, después de reconocer que ha habido y siguen existiendo “muchos otros holocaustos en el mundo”, reconoce que el judío fue diferente: “Tuvo una particularidad, una construcción idolátrica contra aquel pueblo. La raza pura, el ser superior eran idolatrados sobre la base en que se forjó el nazismo. No es un hecho sólo geopolítico. Es una cuestión religioso cultural”, escribe.

Archivos secretos del VaticanoLos archivos vaticanos

El rabino Skorka, llega a decirle al cardenal Bergoglio: “En los campos de muerte no se asesinaron sólo a seis millones de judíos, sino que se asesinó a seis millones de Jesús, porque mucho de la concepción y el mensaje de Jesús es judío, porque lleva lo mejor de los profetas”.

La posición del papa de los católicos contra el antisemitismo, es de excepcional importancia en este momento de resurgimiento de los fundamentalismos políticos y religiosos de extrema derecha, muchos de ellos teñidos de antisemitismo,

 Y ello tanto en el campo político como en el religioso, ya que no es posible olvidar que buena parte de la persecución a los judíos se basó en la falsedad de que ellos habían matado a Cristo, cuando hoy sabemos que lo condenó a muerte el romano Poncio Pilatos con la pena de la crucifixión, desconocida a los judíos y que los romanos infligían a los revoltosos, como le recuerda el rabino Skorka al cardenal Bergoglio en sus conversaciones con él.

El papa Juan XXIII, había hecho borrar del texto de la liturgia del viernes santo las palabras recemos por los pérfidos judíos”. El papa alemán Benedicto XVI permitió que volviese a usarse aquella expresión en la liturgia de algunos movimientos católicos ultraconservadores.

Hoy, su sucesor, el papa Francisco puede que acabe abriendo los archivos vaticanos sobre el Holocausto y reconoce, con su máxima autoridad, que la Iglesia “nunca ha negado” que el Dios cristiano “rescató al pueblo judío, depositario de las promesas”.

En el campo de la teología, el énfasis que el papa pone en la búsqueda de las raíces del cristianismo primitivo, nacido del Antiguo y del Nuevo Testamento, más que de la filosofía aristotélica, es otra de las revoluciones puestas en marcha por Francisco.

Estamos, quizás, ante un cambio copernicano en el convulso y complejo mundo de la Iglesia. Como han afirmado algunos católicos franceses, el papa Francisco “está dando la vuelta a la tortilla”.

Y acaba sólo de empezar. Aún no lleva un mes de pontificado.

Papa Francisco en una cárcel de RomaPapa Francisco en una cárcel de Roma

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