Juan Arias

Sobre el autor

es periodista y escritor traducido en diez idiomas. Fue corresponsal de EL PAIS 18 años en Italia y en el Vaticano, director de BABELIA y Ombudsman del diario. Recibió en Italia el premio a la Cultura del Gobierno. En España fue condecorado con la Cruz al Mérito Civil por el rey Juan Carlos por el conjunto de su obra. Desde hace 12 años informa desde Brasil para este diario donde colabora tambien en la sección de Opinión.

Eskup

La importancia en Brasil de los años terminados en 4.

Por: | 31 de agosto de 2013

Numero 4
Existe una curiosa coincidencia en Brasil entre los años terminados en 4, y los grandes acontecimientos del país. Y eso desde hace por lo menos medio siglo.

Ese número cabalístico recubre hoy especial importancia, porque uno de esos años terminados en 4 lo será el año próximo, el 2014. ¿Será también uno de los años que podrán hacer historia? No lo sabemos, pero la atención está puesta en ese 4.

Quién ha sacado esa conclusión de la importancia de los años terminados en 4 en Brasil no ha sido ningún mago ni adivino. Ha sido uno de los mayores investigadores del país, Marcelo Neri, presidente del Instituto de Investigacion Económica Aplicada (Ipea), uno de los puntales de la Fundación Getulio Vargas y ministro interino de Asuntos Estratégicos (SAE).

Neri participó días atrás en un ciclo de conferencias de la Academia Brasileña de Letras (ABL) bajo el sugestivo título Futuros del presente: el Brasil imaginario, objeto de comentario en su prestigiosa columna del diario O Globo del periodista y académico de la lengua, Merval Pereira.

Al analizar cada década de los últimos cincuenta años de historia brasileña, Neri puso de relieve la curiosidad de que todas las grandes transformaciones se dieron en los años acabados en 4.

En 1964, tuvo lugar el golpe militar, que inauguró un periodo de crecimiento con aumento de la desigualdad social y de la falta de libertades.

En 1974, después del golpe del petroleo del año anterior, se inicia la apertura política con un lento camino que culmina justo en 1984, con la marcha de las Directas Ya, que sacó a la calle a un millón de personas, iniciando allí la década de la vuelta a la redemocratización y también de la instabilidad económica y política.

En 1994 tuvo lugar con el sociólogo Henrique Cardoso la revolución del Plan real, que puso fin a la inflación galopante de tres cifras y llevó al cambio de moneda, del antiguo peso, al actual real.

En 2004, con el sindicalista Lula da Silva en el poder, nace la nueva clase media, Brasil se alza en el candelero del mundo y los pobres pierden su atávica invisibilidad para aparecer como verdaderos sujetos de valor y derechos.

¿Y en el 2014 del año que viene? Es aún una incógnita, pero ya aparecen señales de que posdría ser un año especial. Ha sido precedido y preparado por las manifestaciones populares de protestas que, según los analistas políticos y sociales, se volverán a recrudecer en las elecciones presidenciales de octubre de ese año que también termina en 4. Y será el año del Mundial de Futbol en Brasil.

Serán unas elecciones incógnitas, porque desconocemos aún los efectos que en ellas podrán tener las protestas ciudadanas. En esas elecciones, el Partido de los Trabajadores (PT), que cumplirá entre los gonbiernos populares de Lula y Dilma Rousseff, 12 años en el poder, se jugará su permanencia en el Planalto o su vuelta a la oposición.

Podría surgir también la incógnita y sorpresa de la ecologista Marina Silva cuyo nuevo partido, que, en sintonía con los humores de la calle, no se llamará partido sino Red, que recuerdan la fuerza de las redes sociales que convocaron las protestas de la calle.

Podría haber aún la sorpresa, en el último momento, de una vuelta de Lula, y el país, que se encuentra en un momento de efervescencia, balanceado entre la esperanza y el pesimismo, entra una corrupción política que condujo al proceso del mensalâo que hizo perder la virginidad ética al Partido de los Trabajadores, y la confianza en un futuro mejor, que se revela aún alto en las encuestas nacionales. Será, sin duda, un año terminado en 4, llamado de nuevo a dejar huella en la historia del país.

La magia de los números ha estado siempre viva desde que ellos existen. Hay quien dice que los números son filosofía más que matemáticas. E incluso teología. En verdad, son lo que nosotros construyamos con ellos y en ellos. Nosotros, con nuestro privilegio de la libertad, somos la entraña de los números y su mejor atracción.

"Dios me lo dijo", revela Ratzinger

Por: | 24 de agosto de 2013

La revista brasileña Zenit ha publicado que el papa emérito Benedicto XVI habría revelado a algunos amigos íntimos con quién conversa a veces a pesar de su “voto de silencio”, los  motivos de su renuncia al papado.

Se trató, al parecer, de una revelación divina. Ratzinger quiso subrayar, sin embargo, que no se trató de una “visión” celeste. Simplemente, explica, “Dios me lo dijo”. Dios habría colocado en el corazón del papa dimisionario una “voluntad absoluta” de dimitir de su cargo.

Benedicto XVI aprovechó también para elogiar el carisma de su sucesor Francisco y se dijo satisfecho con “las maravillas que el Espíritu Santo está haciendo con el ".

Mejor, sin embargo que Francisco se siga creyendo que fueron los “lobos” quienes le obligaron a dimitir. Sería grave si lo olvidara.

Difícil saber la impresión que esas confidencias habrá podido hacer en el papa verdadero. Aún respetando la experiencia mística revelada por Benedicto XVI, lo mejor sería que el papa Francisco siguiera creyendo la primera versión de la renuncia.

Él la conoce mejor que nadie, por haber sido el único depositario del documento que contenía todos los escándalos del Vaticano que el papa dimisionario no quiso entregar ni a los cardenales antes del cónclave.

Fueron esos documentos, esos escándalos de la Curia y del Banco Vaticano donde se había incrustado hasta la mafia italiana, el verdadero motivo que llevó a Benedicto XVI a renunciar al papado, algo inédito desde hace más de mil años.

Eso, y las amenazas de muerte que había recibido y que fueron reveladas por un cardenal italiano.
Fue el diario del Vaticano, “L’ Osservatore Romano” el que llegó a hablar de “lobos” infiltrados en la Curia contra Ratzinger al que consideraban aún poco conservador ya que el papado lo había ablandado en algunos temas.

Mejor que Francisco se quede con la primera versión de las verdaderas razones que llevaron a Benedicto XVI a una renuncia que fue hasta criticada por el actual cardenal y arzobispo de Cracovia, exsecrertario de Juan Pablo II, Stanislaw Dziwissz, que le recordó al papa que “de la cruz no se baja”. Ratzinger prefirió bajar del madero o le obligaron a bajar, no lo sabemos.

Francisco sabe muy bien que fueron los cardenales de la periferia pobre de la Iglesia y no los del centro curial y romano, quienes lo escogieron como papa para que intentara acabar con los “lobos” anidados en el seno del poder del Vaticano y de la misma Iglesia. No puede, pues, Francisco olvidarse, que sin haberse descubierto que existían aquellos lobos, no hubiese llegado a la sede de Pedro.

Se tratara o no al mismo tiempo de una iluminación mística, los verdaderos e iniciales motivos que llevaron a Ratzinger a tirar la toalla fueron las intrigas curiales que lo estaban asfixiando y que habían quebrado hasta su propia salud.

Francisco tiene que empezar ahuyentando a esos lobos. Jesús en el evangelio habla de los lobos “disfrazados de piel de oveja”. Los que Francisco tendrá que tratar de alejar y combatir son de varias especies: los lobos, lobos, como las mafias financieras; los labos disfrazados de deseos de reformar a la Iglesia pero para que todo quede igual, en la linea del Gattopardo de Lampedusa.

Tendrá que lidiar también con los lobos convertidos a él, ahora que ostenta el poder, pero que lo siguen siendo dentro de ellos a la espera de poder volver a morder.

Francisco necesita a su lado, si quiere regenerar a la Iglesia,  de los no-lobos, de los que tengan el coraje de no negarle la verdad, de disentir de él. Los sinceros de corazón. Sí, mejor que Franisco no se crea que lo de los lobos es una fábula de niños. No lo es.

Se trata de una realidad triste y peligrosa a la vez. Conseguir hacer huir a los lobos de la selva vaticana será el gran reto de un papa que les ha alertado a obispos y cardenales sobre el peligro de seguir cultivando la "psicología de príncipes", mientras la Iglesia se desangra, alejada de la vida de las gentes, escandalizadas con la conducta de muchos de sus príncipes. Y de sus proverbiales intrigas de palacio.

Las mujeres empiezan a dominar la medicina en Brasil

Por: | 19 de agosto de 2013

Medica
La medicina en Brasil está llevando a cabo un cambio histórico jamás vivido en el pasado. Un planeta que había estado fundamentalmente en manos de los varones, empieza a ser poblado por el mundo femenino.

Hoy, entre los médicos con menos de 29 años las mujeres son ya mayoría, un 54%  y según los especialistas, el fenómeno está llamado a aumentar rápidamente. Entre esa mayoría de médicos mujeres ellas dominan áreas como dermatología (72%); pediatría (70%), endocrinología y genética (64%). Son aún minoría por ejemplo en urología, ortopedia y cirugía en general

Estos datos que indican una tendencia a la feminización de la medicina en este país son el resultado de dos trabajos inéditos de la Universidad de Sâo Paulo (USP) que analizaron bancos de datos del Consejo Federal de Medicina (CFM) y del Censo de Educación Superior del Instituro Nacional de Estudios e Investigaciones Educacionales (Inep), dados a conocer por Folha de Sâo Paulo.

Al mismo tiempo  que la mujer empieza a dominar numéricamente el campo de la medicina en Brasil, se advierte sin embargo que son las mujeres médicas las que presentan peor calidad de vida en su trabajo, como mayor cansancio, tristeza y desánimo e insatisfacción con la vida afectiva y sexual, quizás, afirman los expertos, porque tienen que conciliar el trabajo con exigencias familiares.

Otro hecho importante y ambivalente en el trabajo de las médicas cada vez más numerosas en en este país, es que por una parte son más propensas a escuchar mejor al enfermo, a involucrarse más con su historia, algo que, al mismo tiempo se convierte en un factor psicológico de estrés afectivo.

Según la pediatra, Patricia Tempski, ante los problemas de un enfermo, el médico varón puede más fácilmente “minimizar”, “no ver”. La mujer, al revés, se identifica más fácilmente con el dolor ajeno.
Una de las ventajas de las mujeres actuando en la medicina es que ellas “trabajan mejor en equipo”, algo que se revela cada vez más productivo en todos los campos del trabajo.

El hecho de que la mujer se incline cada vez más por la medicina que los varones se debe también, según el anestesista brasileño, José Otávio Auler Junior, tiene razones “culturales y de mercado”. Los hombres, en efecto, al escoger una facultad se inclinan cada vez más por profesiones que “den más dinero”, por ejemplo en el campo de los negocios, mientras que la mujer “que tiene una vocación natural a cuidar de las personas", no tiene esa preocupación financiera inmediata.

A pesar de todo, en Brasil, como en casi el resto del mundo, también las mujeres médicos, en igualdad de trabajo, siguen ganado cerca de un 30% menos que los hombres.

En Brasil, los médicos son hoy cerca de 400.000. En total, la mayoría sigue siendo masculina (58,7%), pero como la tendecia de los jóvenes a escoger la facultad de medicina es ya mayoritariamente femnina se calcula que en pocos años, la medicina pueda estar mayoritariamente en manos de las mujeres.

En este momento, Brasil sufre una falta grave de médicos en las zonas más pobres periféricas del país donde los médicos se resisten a trasladarse, según ellos porque en dichos lugares no existen infraestructuras médicas mínimas para ejercer la profesión..

Ello ha llevado al gobierno de la presidenta Dilma Rousseff a lanzar el programa "Más médicos", ofreciendo un sueldo de 10.000 reales (unos 5.000 dólares) a los médicos que escojan ir a ejercer a esos lugares más alejados y czarentes.

Fueron convocados para el programa médicos brasileños y extranjeros, pero por ahora las adhesiones llegadas al gobierno  apenas su cubren un 10% de las peticiones de los alcaldes de las ciudades con necesidad de médicos. El gobierno, sin embargo, continuará insitiendo.

Los médicos extranjeros que se inscriven en el programa tienen que comprometerse, además, a trabajar tres años en esos lugares más pobres.

Médicos

La magia verde y la salud

Por: | 14 de agosto de 2013

Magia verde en brasil
A pesar de que Brasil es aún una especie de paraíso natural por su grandes espacios de bellezas entre bosques vírgenes y playas aún incontaminadas, el hacinarse de la gran mayoría de los cerca de 200 millones de personas en ciudades de cemento, empieza a preocupar a los responsables por la salud pública.

Vuelve así a ser estudiada la llamada “magia verde” como terapia de medicina preventiva. Se multiplican los estudios científicos sobre los efectos favorables para la salud física y metal del contacto con el verde, que produce, al parece, efectos directos sobre una serie de índices de nuestro organismo, como disminución del estrés; aumento de los glóbulos blancos,  y por tanto aumento de la inmunidad , mayor oxigenación; regulación de la presión arterial y disminución del colesterol entre otras cosas.

Esta semana, en Amanhâ, el suplemento del diario O Globo, Manuela Andreoni, analiza los resultados de toda una serie de estudios que desde 1984 se están realizando en el mundo sobre la influencia  que el contacto con la naturaleza verde tiene en nuestra salud.

La última investigación fue realizada por Mathew White, de la Universidad de Exeter, en el Reino Unido. El estudio, que acompañó el comportamiento de diez mil personas durante 17 años,  demostró, por ejemplo, que quién vive rodeado de verde, presenta menos problemas psíquicos que los que pasan la vida entre el cemento, a veces sin tener contacto con un árbol o una simple flor.

Ciudades sin magia verde (2)
Aún no existen, es cierto, resultados completamente científicos sobre el efecto de la magia verde sobre nuestro organismo, ni se sabe si esas ventajas que van apareciendo en los primeros estudios al respecto son debidos a un factor cultural o genético.

Cada vez más, sin embargo, se camina en la dirección de que el contacto con lo verde está relacionado con nuestra genética, ya que el  Homo sapiens, vivió como primado millones de años adaptándose a la naturaleza en la que estaba siempre sumergido.

Lo que cada vez aparece más claro a los empeñados en los estudios de la medicina preventiva es que la aparición, en nuestro camino, de un pedazo de magia verde produce efectos positivos en nuestro bienestar y, al revés, su ausencia, aporta un plus de estrés y malestar físico

Magia verde (2)
Ha sido probado que en un hospital, un simple ramo de flores que recibe un enfermo aumenta su bienestar general. Que los que pasan el día encerrados en un cuarto sin ventanas y sin ver ni una flor ni una rama verde, acaban más estresados que el que tiene a su lado un simple vaso de geranios.

El tema es tan importante que ya hay gobiernos que incluyen en sus programas de salud elementos de la magia verde. Por ejemplo, en Japón, desde hace ocho años existen locales donde se puede practicar una especie de terapia floral, es decir un simple paseo por áreas verdes para disminuir los índices de estrés.

Ha sido probada que existe una gran diferencia en el organismo entre pasear por la calle o avenida de una gran ciudad en medio del tráfico y del cemento y el hacerlo en un parque verde.

Ciudades sin magia verde
Los primeros revelaron una disminución de un 16% de cortisol, un indicador del estrés, además de una disminución de un 5% de los latidos cardiacos y de una disminución de la presión arterial.

Mientras en Brasil, en las calles, la gente presenta sus protestas por la falta de servicios en la atención a la salud pública, empieza a sentirse al mismo tiempo la necesidad de la búsqueda de nuevas terapias de medicina preventiva contra el estrés, entre ellas la aplicación diaria de la magia verde.

Si hasta ayer el encuentro con la naturaleza verde producía una simple sensación de bienestar físico, a veces con sólo ver imágenes de esa naturaleza virgen, hoy se está llegando científicamente a la conclusión de que el ser humano, que fue proyectado para vivir rodeado de verde, recupera parte de su salud perdida en el cemento y en el asfalto con la vuelta a sus raíces, a sus bosque, ríos y mares aún no prostituidos por nuestra civilización plastificada

Al revés, perdemos aquellas raíces cuando, por ejemplo, nuestros niños, enclaustrados en la dureza gris de las ciudades, ya no conocen la sensación de placer del olor que produce, por ejemplo, la hierba recién cortada. O la sensación de paz y bienestar que nos brinda la música producida por las agua de un río de montaña al danzar sobre las piedras limpias de su cauce.

Magia verde (5)

Sacrificio de animales
La propuesta llevada a la Cámara Municipal de Sâo Paulo que pretende la legitimización del uso de animales en ritos religiosos, está causando polémica.

En dicha Cámara Municipal se ha abierto una discusión entre dos concejales que defienden posiciones opuestas. Laércio Benko, que pretende candidatarse como gobernador del Estado de Sâo Paulo, es un concejal seguidor de la religión de origen africano Candomblé y de Ubanda y ha propuesto que sea aprobado el uso de animales en los ritos de dichos cultos.

Contra dicha iniciativa se ha manifestado otro concejal, Roberto Tripoli, el más votado en Sâo Paulo por ser defensor acérrimo de los animales y sus derechos. Él ha defendido que “debe ser respetado cualquier tipo de vida y todo animal tiene derecho a vivir”. Por tanto no podrían ser sacrificados pormotivos religiosos.

Benko rechaza que el uso de animales en los ritos del Candomblé pueda calificarse de “sacrificio” de los mismos. Prefiere llamarlo “inmolación”. Ha explicado que los seguidores de los orixás, una especie de dioses del candomblé, “buscan el axé del animal, que es la sangre y sus vísceras que ofrecemos a nuestros orixás y guías”.

Defiende el concejal que el animal cuya sangre será ofrecida en los ritos, no puede nunca ser maltratado antes. Más aún “debe recibir un tipo de alimentación adecuada y un tratamiento con hierbas”. Después, explico, “se le cortan las venas como en cualquier tipo de matanza de animales”.
Por último, según el concejal, los que usan animales para esos ritos religiosos “deben ser vegetarianos” ya que de lo contrario “sería una hipocresía”.

Sacrificio-de-animais no candomblé
La propuesta de Benko, que no se sabe si acabará siendo aprobada, de permitir legalmente el sacrificio de animales, sobretodo cabras y gallinas, en los ritos del candomblé, ha levantado una discusión compleja.

Por una parte, existe el respeto a todas las confesiones religiosas y en dicho caso deberìan respetarse también sus ritos. Y el candomblé permite ofrecer a los orixás la sangre y las vísceras de
los animales sacrificados al respecto.

Por otra existe también por ley el respeto a los derechos de los animales que supone que no sean gratuitamente sacrificados por ningún motivo religioso.

Uno de los concejales de la Cámara Municipal, en respuesta a su colega Benko,  se preguntó qué habría que hacer si se presentara alguna secta o confesión religiosa diciendo que sus ritos exigen, por ejemplo, el sacrificio de personas humanas.

Una reflexión nada banal y compleja.

Curiosamente Sâo Paulo está a la vanguardia en la defensa de los derechos de los animales. El ayuntamiento ha creado un hospital moderno al que las familias pobres podrán llevar a sus animales de compañía enfermos que serán tratados gratuitamente incluso con operaciones complicadas.

Es también el municipìo donde la Cámara Municipal ha aprobado que los animales de compañía puedan ser enterrados en la misma tumba de sus dueños. Y ahora podría permitir el sacrificio de animales en ritos religiosos. Así de compleja es a veces la vida.


   

El contraespionaje del que va a necesitar el papa Francisco

Por: | 07 de agosto de 2013

Ratzinger dimite
Me han contado que el papa Francisco cuando estuvo aquí en Brasil, confió que su decisión de prescindir de los aposentos pontificios para seguir viviendo en la residencia de Santa Marta, además de los aludidos motivos por él apellidados de “siquiátricos”, ya que no resistiría vivir sólo, se debió también al miedo de ser víctima de los servicios secretos del Vaticano.

Todas las cancillerías del mundo saben muy bien que los servicios informativos de la Santa Sede son, sin duda, los más eficaces del mundo, más incluso que los del Mosad. Me lo explicó una vez el jefe de los servicios secretos militares de Italia. Según él, ningún otro país goza de una capilaridad de información como el Vaticano a través de las Nunciaturas Apostólicas, que a su vez están relacionadas con todos los obispos y sacerdotes del país en que actúan. Cuenta además el Vaticano con las informaciones del más de un millón de religiosos y del medio millón de religiosas, esparcidas por los cinco continentes.

Sin contar, me decía el militar italiano, con la información privilegiada recibida en cientos de miles de confesionarios del mundo. Fue así que la Iglesia supo antes que nadie, cuando eligió en el cónclave al papa polaco Karol Wojtyla, que el comunismo soviético se estaba desmoronando.

El pequeño Estado Vaticano, mientras cuenta, seguramente, con unos formidables servicios secretos de información, es el menor del mundo, con sólo 44 hectáreas de superficie y poco más de mil habitantes. Al mismo tiempo es el territorio más espiado del mundo. “Allí, son espiadas hasta las piedras”, me decía un monseñor romano.

Yo mismo fui testigo de ello cuando, durante la dictadura franquista, la embajada española en Roma de Sánchez Bella, tenía colocados espias en los palacios pontificios. Era entonces substituto de la Secretaría papal- el número tres de la alta jerarquía vaticana- Mons. Giovanni Benelli, que había trabajado en la Nunciatura de Madrid, donde yo lo había conocido.

Era Benelli gran amigo del entonces papa Pablo VI. Siendo yo corresponsal del desaparecido vespertino PUEBLO de Madrid, me convidaba a veces a comer en su pequeño aposento de la Secretaría de Estado, a pocos metros de los despachos del papa.

Me invitaba a comer tarde. “A esta hora, los espías de su embajada ya se han ido a almorzar”, me decía en voz baja como con miedo a que escucharan hasta las paredes.

La eficacia de los servicios secretos vaticanos es un arma de doble filo para los papas, ya que están en manos de la jerarquía vaticana, sobretodo de la Secretaría de estado del Vaticano y en los personajes más influyentes de la Curia. Y lo van a ser de modo especial para el rebelde papa Francisco que tiene atemorizada a la Curia.

Si esas jerarquías comulgan con el papa de turno, también él puede beneficiarse de dichos servicios secretos. Si, al revés, el papa entra en conflicto con ellas, los servicios secretos de información pueden revolverse contra él como un boomerang.

Es lo que aconteció seguramente con el fallecido Juan XXIII, que cuando a sorpresa convocó el Concilio Vaticano II, y la Curia vio que deseaba darle un carácter progresista, hasta intentaron declararlo mentalmente inepto para continuar en el cargo. Quién condujo la operación fue el entonces cardenal arzobispo de Génova, Giuseppe Siri, líder de los cardenales conservadores italianos.

La fuerza de esos secretos vaticanos, la ha sufrido recientemente en su carne el papa emérito, Benedicto XVI, que confió a su sucesor Francisco, que le habían declarado la guerra internamente. Acabó secuestrado él y hasta sus documentos más personales por sus mismos servicios secretos.

Cuando un papa, en el pasado, se encerraba en los aposentos pontificios que Francisco ha rechazado, entraba en una cárcel de oro cuya llave quedaba en manos de las jerarquías  que tenían el control de la información. Ellos decidían a quién el papa podía ver o no. El arzobispo de El Salvador, Mons.Oscar Romero, por ejemplo, esperó tres meses para poder tener una audiencia con el entonces papa Juan Pablo II.

Al ver que no conseguía llegar hasta el papa, Mons. Romero se colocó un día en primera fila de una audiencia general del papa Wojtyla en la plaza de San Pedro y cuando pasó a su lado se presentó y le dijo: “Necesito hablarle, y no me dejan llegar hasta su Santidad”.

El papa, encerrado en sus aposentos pontificios se convierte en un huésped de lujo, en manos de la media docena de personas que lo rodean. Sabiendo eso, el papa Francisco, consciente de que la periferia de la Iglesia lo escogió precisamente para hacer una limpieza a fondo de la parte corrompida Curia Romana y de los mecanismos bancarios y financieros del Vaticano, quiso vivir fuera de aquella cárcel.

La única forma de ponerse a salvo de los tiros de sus propios servicios secretos que podrían, como con el papa Ratzinger, ser usados contra él, se ha buscado la forma de rodearse de un servicio de contraespionaje, sirviéndose de la contrainformación que en el hotel donde
vive le brindan los eclesasticos, obispos o sacerdotes llegados a Roma de la periferia de la Iglesia a quienes la Curia nunca les hubiera dado acceso si viviera en los aposentos vaticanos.

En el hotel donde ha decidido vivir, el papa Francisco puede encontrarse con quién desee sin pasar por las horcas caudinas de la Secretaría de Estado poblada de espías y micrófonos ocultos.
Francisco ha escogido la única libertad que podrá salvarle de las intrigas, las zancadillas y las ratoneras que hicieron imposible poder continuar en su puesto al intelectual papa alemán.

Un botón de muestra de cómo necesitará, en lo posible, sentirse libre de la vieja guardia vaticana lo fue la inesperada entrevista televisiva concedida aquí en Río al periodista brasileño, Gerson Camarotti de Globo News.

La decisión inédita de conceder aquella entrevista la tomó el papa personalmente sin consultar con nadie de su séquito vaticano. “Me avisaron de la entrevista y me pidieron que no lo comentara con nadie, del séquito papal que lo acompañaba desde Roma en su avión”, me contó Camarotti, porque no había sido informado ni siquiera el jefe de prensa de la Santa Sede, el jesuita padre Ricardo Lombardi.

De hecho, algo también insólito en cualquier jefe de Estado o Presidente de la República, y más en un papa, la entrevista tuvo lugar a puertas cerradas, sin testigos. Estuvieron solos el papa y el periodista.
Puesto que los papas anteriores nunca habían dado entrevistas individuales, Francisco debió temer que si lo consultaba con los de su séquito se lo hubieran desaconsejado.

Francisco decidió en libertad algo que deberá seguir haciendo si de verdad quiere poder responder a los deseos de los cristianos que están aplaudiendo su espíritu de libertad y su pulso para imponerse a las cadenas que la Curia suele colocar en manos y pies de los papas.

Más que de sus servicios secretos, Francisco tendrá que hacer uso cotidianamente de la contrainformación que él necesitará irse construyendo. Ha sido esa una de las confidencias que hizo aquí en Brasil con religiosos de su confianza.

Su mejor escudo contra las intrigas del poder interno que lo rodea son esas manos de la gente levantadas a su favor que aparecen visiblemente simbólicas, como para protegerlo, en la foto que sigue.

Francisco entre lagente

  Francisco abrazado por los jovenes
Nunca se ha hablado tanto de que el catolicismo,
para salvarse de la sangría mundial que lo azota, necesita volver a sus raíces, a sus orígenes, que arrancan en Palestina con las enseñanzas del profeta judío Jesús de Nazaret.

Ha sido con el papa Francisco, cuando más se ha vuelto a hablar de la urgencia de la Iglesia de recuperar sus esencias cuando nació como un ensanchamiento del judaísmo que Jesús imaginó abierto a otros grupos no judíos en nombre de un Dios que era padre de toda la humanidad.

Cuando se habla de que el cristianismo debe desprenderse de la influencia que recibió en el siglo IV del imperio romano y de la contaminación platónica de la filosofía griega con San Agustin, poco se habla de algo que es fundamental: recuperar la teología del cuerpo, la idea de que, como defendió siempre el judaísmo que influenció a las primeras comunidades cristianas, no existe diferencia entre cuerpo y alma, entre basar y ruaj.

Hasta Pablo de Tarso, la dignidad del cuerpo es inseparable de la del alma o espíritu. Sólo con la influencia helénica, el cristianismo se contamina y empieza a ver al cuerpo como “cárcel” del espíritu y por tanto “territorio de pecado” influenciando fuertemente toda la ética sexual.

Para San Agustin, influido ya por la filosofía griega, el hombre es “un alma racional que tiene un cuerpo mortal”. El cuerpo pasa a ser secundario y peligroso para la santidad.

Al revés, la cultura judía, en la que bebió el primer cristianismo, fue diametralmente opuesta a la de la Iglesia de hoy. En el judaísmo no existe la vergüenza por el cuerpo y por tanto de la sexualidad.

Para el judaísmo el pecado original no es el sexo.

Ese divorcio entre el cuerpo y el alma acabó contaminando todo el mundo de la sexualidad en la Iglesia y acabó cayendo sobre la mujer, considerada objeto de tentación sexual y por tanto alejada del sacerdocio que le había sido connatural en las primeras comunidades cristianas, cuando aún ni el cuerpo ni el sexo eran vistos como territorio del mal.

Y así la mujer sigue sin poder ser dueña de su cuerpo con todas las consecuencias que ello conclleva.

Ese dualismo entre cuerpo y alma, llegado al cristianismo a partir del siglo II, cuando se aleja de sus raices judías, ha acabado condicionando toda la ética sexual de la Iglesia hasta hoy.

Sólo en el Concilio Vaticano II llegó a defenderse, por ejemplo, que la sexualidad además de un instrumento apto a la procreación puede ser un nuevo modo de comunicación humana.

El papa Inocencio III llegó a sostener que el Espíritu Santo se ausentaba de la habitación cuando dos casados mantenían relaciones sexuales ya que, según él, el acto sexual, aún lícito, “avergüenza a Dios”.

Se dice que Francisco es el papa “del cuerpo”, que no teme el contacto físico. En sus cuatro meses de pontificado ha besado más personas, niños y mayores, que otros papas durante toda su vida.

Quizás sea esa falta de miedo de Francisco al tacto, a la corporeidad, lo que le hace ser amigo de muchos judíos para los que el cuerpo no puede ser nunca enemigo del alma sino el gran compañero de las relaciones verdaderamente humanas y no sólo espirituales o sublimadas.

Si analizamos los sacramentos de la Iglesia, en su originalidad, son todos ellos sacramentos “del cuerpo”. Son realidades que se transmiten a través del cuerpo, desde la Eucaristía al bautismo, o la extrema unción.

La gracia atraviesa siempre el cuerpo que es “obra de Dios” y no “instrumento del demonio” como han sostenido tantos teólogos conservadores.

Francisco, a una devota que se jactaba de dar siempre limosna a un mendigo, le pregunto: “Cuando le entrega la moneda al hermano mendigo, ¿se la arroja o se la coloca en las manos tocándoselas?"

El papa que se ha despojado de todos los símbolos de poder de una Iglesia que se avergüenza del cuerpo y coloca a la virginidad por encima del matrimonio, busca el contacto corporal con la gente. Ha pedido a los sacerdotes que desempolven la práctica antigua cristiana de “imponer las manos” a los fieles, para bendecirles.

Francisco ha entendido que la Iglesia para hacerse creíble y para dar respuestas a los nuevos desafíos que la ciencia y la ética moderna plantean, no puede seguir refugiándose en el miedo a la corporeidad, ni seguir defendiendo que el cuerpo es la fuente del pecado y debe abrir nuevos caminos de lo que él llama la “teología del encuentro”.

Cuando se refiere al ecumenismo, a las diferencias que separan incluso a los que se profesan hijos de un mismo Dios, Francisco pone el ejemplo de que por las venas de creyentes y no creyentes “corre la misma sangre” y por eso todos debemos sentirnos una misma “familia”. Todo el resto, para él, es ideología.

Su fuente de inspiración, en realidad es la de Jesús de Nazaret que llegó a escandalizar a sus mismos apóstoles por el poco miedo que tenía al tacto, a la corporalidad, como cuando se dejaba lavar los pies por la prostituta, o curaba a los enfermos “tocándoles” físicamente. Y hasta usaba su saliva para curar a los ciegos.

El miedo al cuerpo, a la sexualidad, al abrazo físico con el hermano, llevó a la Iglesia a convertirse en un religión “aséptica”, con vocación más de ángel que humana. Ahora bien, la esencia del cristianismo ,?no es la “encarnación” y la “resurrección”- no sólo de las almas sino también de los cuerpos- ? Y los cuerpos están atravesados por la sexualidad y el disfrute del encuentro. Juntos, cuerpo y alma, se salvan o se condenan.

Papa-francisco========

(Artículo de Juan Arias, publicado el 27 de julio, en el diario O Globo, en su cuaderno literario PROSA-VERSO con el título "A carne não é territorio do pecado")

Versión portuguesa:

A carne não é território do pecado

Para se reinventar, a Igreja precisa voltar às suas origens e abandonar o dualismo entre corpo e espírito, que segrega as mulheres e dita uma ética sexual incompatível com o presente

Por Juan Arias*

Nunca se disse tanto que o catolicismo, para se salvar da sangria que o assola, precisa voltar a suas raízes, a suas origens, que começam na Palestina com os ensinamentos do profeta judeu Jesus de Nazaré.

 Com o Papa Francisco voltou-se a falar ainda mais sobre a urgente necessidade de a Igreja recuperar suas essências. Ela nasceu, na visão de Jesus, como uma abertura do judaísmo a outros grupos não judeus em nome de um Deus que era pai de toda a Humanidade.

 Quando se diz que o cristianismo deve se desprender da influência que recebeu no século IV do Império Romano e da contaminação platônica da filosofia grega com Santo Agostinho, pouco se fala de um ponto fundamental: recuperar a teologia do corpo, a ideia de que, como sempre defendeu o judaísmo que influenciou as primeiras comunidades cristãs, não existe diferença entre corpo e alma.

 Até Paulo de Tarso, a dignidade do corpo é inseparável da atribuída à alma ou ao espírito. Só com a influência helênica o cristianismo se contamina e começa a ver o corpo como a “prisão” do espírito e, portanto, “território do pecado”, influenciando fortemente toda a ética sexual.

Para Santo Agostinho, já influenciado pela filosofia grega, o homem é “uma alma racional que tem um corpo mortal”. O corpo passa a ser secundário e perigoso para a santidade.

 Por sua vez, a cultura judaica, na qual bebeu o primeiro cristianismo, foi diametralmente oposta à da Igreja de hoje. No judaísmo não existe a vergonha pelo corpo e, em consequência, pela sexualidade. Para o judaísmo, o pecado original não é o sexo.

 

Esse divórcio entre corpo e alma contaminou todo o universo da sexualidade na Igreja e acabou caindo sobre a mulher, considerada objeto de tentação sexual e, por isso, afastada do sacerdócio que lhe havia sido inato nas primeiras comunidades cristãs, quando nem o corpo nem o sexo eram vistos como território do mal.

 E assim a mulher continua sem poder ser dona de seu corpo, com todas as consequências que isso traz.

O dualismo entre corpo e alma, introduzido no cristianismo a partir do século II, quando se distancia de suas raízes judaicas, acabou condicionando toda a ética sexual da Igreja até hoje.

 

Só no Concílio Vaticano II defendeu-se, por exemplo, que a sexualidade, além de um instrumento de procriação, pode ser um novo modo de comunicação humana.

 O Papa Inocêncio III chegou a sustentar que o Espírito Santo se ausentava do quarto quando um casal mantinha relações sexuais, já que, segundo ele, o ato sexual, ainda que lícito, “envergonha Deus”.

 Diz-se que Francisco é o Papa “do corpo”, que não teme o contato físico. Em seus quatro meses de pontificado, beijou mais pessoas, crianças e adultos, do que outros Papas em toda sua vida.

 Talvez seja essa falta de medo do tato, da corporeidade, que faz Francisco ser amigo de muitos judeus, para os quais o corpo não é inimigo da alma, e sim o grande companheiro das relações verdadeiramente humanas e não só espirituais ou sublimadas.

 Se analisamos os sacramentos da Igreja, em sua origem, são todos sacramentos “do corpo”. São realidades que se transmitem por meio do corpo, desde a eucaristia até o batismo ou a extrema-unção. A graça sempre atravessa o corpo, que é “obra de Deus”, e não “instrumento do demônio”, como defenderam tantos teólogos conservadores. Falando a uma devota que se gabava de dar sempre esmolas a um mendigo, Francisco perguntou: “Quando entrega a moeda ao irmão mendigo, você a joga ou a coloca nas mãos dele, tocando nelas?”

 O Papa que se despojou de todos os símbolos de poder de uma Igreja que se envergonha do corpo e coloca a virgindade acima do matrimônio busca o contato corporal com as pessoas. Ele pediu aos sacerdotes que tirem a poeira da antiga prática cristã de pousar as mãos sobre a cabeça dos fiéis para abençoá-los. Francisco entendeu que, para ter credibilidade e responder aos novos desafios apresentados pela ciência e a ética modernas, a Igreja não pode continuar a se refugiar no medo da corporeidade, nem continuar a defender que o corpo é a fonte do pecado. Ela deve abrir novos caminhos do que ele chama de “teologia do encontro”.

 Quando se refere ao ecumenismo, às diferenças que separam até os que se professam filhos de um mesmo Deus, Francisco dá o exemplo de que nas veias de crentes e não crentes “corre o mesmo sangue” e, por isso, devemos nos sentir parte de uma mesma “família”. Todo o resto, para ele, é ideologia.

 Sua fonte de inspiração, na verdade, é Jesus de Nazaré, que escandalizou os próprios apóstolos pelo pouco medo que tinha do tato, da corporalidade. Ele se deixava lavar os pés por uma prostituta e curava os doentes “tocando-os” fisicamente. E até usava sua saliva para curar os cegos.

 O medo do corpo, da sexualidade, do abraço com o irmão, levou a Igreja a se converter em uma religião “asséptica”, com vocação mais para anjos do que para humanos. Pois bem, a essência do cristianismo não é a “encarnação” e a “ressurreição”, esta última não só das almas mas também dos corpos? E os corpos estão atravessados pela sexualidade e o prazer do encontro. Juntos, corpo e alma se salvam ou se condenam.

 Juan Arias é jornalista e escritor, correspondente do “El País” no Brasil, autor de “Jesus, esse grande desconhecido” e “A Bíblia e seus segredos”.

El País

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