Casas blindadas en el centro rico de Río
El periodista Ancelmo Gois en su columna del diario O Globo, una de las más leídas de la prensa, daba días atrás una noticia que él mismo calificaba de “maravilla”.
Se refiere a que en los suburbios de Río, apartados del centro turístico de fama mundial como los barrios nobles de Leblón, Ipanema o Gavia, ya no viven sólo personas pobres sino también gente que gana hasta 15.000 reales (5.000 euros) y que además allí se encuentran muy a gusto.
Y ofrece una explicación: “Para esas personas el calor humano es fundamental”. Y ese calor humano los ricos lo encuentran cada vez menos en sus casas de los barrios famosos pero blindados fuera y dentro, por miedo a la violencia.
Esos lugares considerados privilegiados, meta de los extranjeros que llegan a visitar a la “Ciudad maravillosa”, aparecen en sus edificios de precios millonarios, enrejados como cárceles, protegidos por ojos invisibles y protegidos por hombres armados, donde cualquier desconocido es visto como un potencial asaltador.
Ahora los “no pobres”, los que podrían vivir incluso en un barrio noble se sienten bien viviendo, sin rejas, en el bullicio de los barrios de los suburbios donde nunca llegan los turistas y donde ellos, aseguran, encuentrran “más humanidad”, porque allí, a pesar de que la violencia sigue estando presente, el miedo queda compensado por el hecho de que todos se conocen, todos se ayudan y allí nadie se siente solo.
Renata Frisson Melão en un suburbio de Río
Incluso artistas conocidos se están trasladando a los suburbios. Es el caso, por ejemplo, de la joven funkera, Renata Frisson Melão, que pagaba una fortuna por el alquiler de un piso de lujo en el barrio rico de Barra da Tijuca y que se ha ido a vivir al suburbio pobre de Vila Valqueire a las afueras de Río. “Se ha tratado de un cambio de vida” explica la joven artista que cuenta así su nueva experiencia: “Estoy viendo que aquí es una maravilla, hago amistad con todos los del mercado, palpo el cariño del público hasta en la panadería”. Y añade la funkera: “Además en el suburbio se aprecia más el sexo. Los ricos sólo piensan en dinero”.
Huele peor en los suburbios pobres que en los lugares nobles históricos, hay más ruido, se escuchan de noche más los tiros de las ametralladoras de los traficantes de droga, pero corre más la alegría y de cierta forma te sientes más protegido.
Es una experiencia que ya viví tres años con mi familia a las faldas de la favela de Turano. Los que viviamos allí nos sentiamos más seguros que en el centro. Podíamos dormir con las puertas abiertas. Los traficantes daban órdenes para que nadie tocara a los moradores del lugar porque no querían que tuviera que ir la policía si ocurría algo.
Y es verdad que allí nos conociamos todos. Un guardador de coches venía cada mañana a ayudarme a sacar en brazos desde el tercer piso en que vivía a mi perro Rex ya viejecito con una artrosis que le impedía caminar con sus propias piernas.
Y los vecinos nos intercambiamos algún plato gustoso o llamábamos a la puerta de uno de ellos cuando nos faltaba una cebolla o un ramillete de peregil, como ocurría en mi Andalucía cuando era niño.
¿Se imaginan algo semejante en el barrio de Leblón o Ipanema, en el barrio de São Corrado antes de llegar a Barra, en cuyos edificios para visitar a un amigo hay que pasar por varios controles?
Lleva razón, Gois, en calificar de “maravillosa” esa novedad de que gentes de la clase media bien quieran vivir en el suburbio para sentirse más arropados humanamente.
Y si eso acontece ya en los suburbios apartados del centro es aún más evidente dentro de las favelas, y más hoy en las ya pacificadas. Allí la vida de aquellas gentes, se parecen mucho a los viejos pueblos del sur de España en los tiempos de la guerra, donde la convivencia y la solidariedad eran algo natural.
Como era natural que cuando aterrizaba una familia de turistas extranjeros en vez de tratar de esaquilmarles como ocurre hoy con tanta frecuencia, se volvían cargados de regalos y golosinas que los mismos tenderos les regalaban para que pudieran decir “en el extranjero”, que los españoles eran gente acogedora y generosa.
De eso no han pasado siglos, sólo un puñado de años. Y hoy, con toda la modernidad, con toda la tecnología, con tanto derroche de comunicación, la gente en las grandes urbes, aún las con dinero, empiezan a entender que el calor humano, la amistad y la solidariedad es más fácil encontrarla codo a codo con los más desposeidos.
En las casas de los pobres, en efecto, hay siempre lugar para dormir uno más o un plato más de sopa que en las de tanta gente bien donde nunca hay sitio para los otros.
Recuerdo, hace ya muchos años, cuando en Barcelona existía la favela de la Bomba, cerca del aeropuerto, donde solía ir los domingos con un grupo de jóvenes universitarios de familias bien para dar clases a los niños. Cuando nos encontrábamos con alguien que no tenía donde dormir, nunca encontrábamos una cama en las casas del centro. Y entonces nos íbamos de noche a la favela y en alguna familia, generalmente numerosa, se estrechaban un poco para que cupiera el desconocido al que ni le preguntaban quién era.
El mundo da muchas vueltas, pero al final, ciertos valores y ciertos sentimientos acaban siendo eternos y universales y son la verdadera sal de la vida.
Bueno es recordarlo, como ha hecho mi amigo periodista brasileño Gois, al iniciar un año nuevo.
Hay 7 Comentarios
Juan,
Muito interessante que vc ache interessante que Ancelmo goes ache que descobriu uma "maravilha" morar no "subúrbio" (talvez "periferia"- em relação a bairros "nobres"- seja o termo mais adequado e ainda temos as favelas). Lógico que algo está "alterando a ordem" e pondo em movimento a "maravilha". Maravilha não explica nada, muito menos se estiver ligada a "calor humano" sem as teias capitais se enveredando sobre o "ser", "estar" e sentir-se como "Nova classe média Brazil Cde". Por que favela, subúrbio antes desprezíveis agora é Cult ou "a bola da vez" no Brasil? Escrevi algumas observações sobre o fenômeno e dias atrás publiquei um: Favela é a salvação do mundo...turismo em favela. Se tiver um tempinho ficarei honradíssima com uma visita ao blog www.marinasdasilva.blogspot.com
Abraço. Um super mega plus 2014 pra você! Marina
Publicado por: Marina da Silva | 08/01/2014 22:36:38
Tal ves no han sentido lo que es ser tocados por la violencia ya sea víctimas de asalto en cualquier lugar de la ciudad o robos en su domicilio.Es algo romántico afirmar que existe una especie de complicidad en la vecindad,creo que es una afirmación un poco fuera de la realidad,Rio de Janeiro es una ciudad de contrastes y muy violenta.
Publicado por: Sonsoles | 08/01/2014 4:01:55
en Brasil quien mora en edificios tiene un convivencia un poco enferma o una no convivencia absoluta con sus vecinos (a punto de a veces ni conocer, no saber quien es o siquiera conocer el nombre de la persona) pero no es una regla y hay varias excepciones tanto en medio de los ricos, cuanto de los pobres y tb entre los more or less
Publicado por: Rafael, BH | 08/01/2014 0:31:03
Vamos a contar mentiras,tra,la,la Vamos a contar mentiras tralala.Dicen que el mitico y carismatico Lula y su amante se van a ir a vivir a una favela,eso si comer comer cordero en Vizconde de Maua pagando 100 euros esta dificil para los habitantes felices de las favelas.
Publicado por: lazaro | 08/01/2014 0:03:07
¿Para los brasileños suburbio significa barrios pobres?. En Argentina suburbio son barrios alejados del centro, pero muchos de ellos son barrios de gente acomodada.
Publicado por: Susan Barth | 07/01/2014 23:57:08
Quizas algo se este moviendo ahi. Normalmente una sociedad unida es una sociedad mas justa. Maravilloso; que palabra tan brasileña!
Publicado por: Israel | 07/01/2014 22:44:15
O calor humano, a empatia pelo sofrimento alheio, a solidariedade não são prerrogativas apenas dos pobres. Isto é tão preconceito como dizer que rico não precisa trabalhar e acordar cedo. Existem ricos generosos e empáticos. Na Rússia, talvez não. Mas no Brasil, com certeza sim!
Publicado por: Paula | 07/01/2014 18:20:21