En Brasil, acabada la gran fiesta del Mundial de Fútbol y con el nudo en la garganta de los aficionados por la ausencia de Neymar, comenzará la otra gran fiesta de las elecciones presidenciales y regionales.
Brasil es un país festivo y todo acontecimiento nacional acaba siendo revestido con tonos de samba. Son dos meses de caravanas de políticos por todo el territorio con tríos eléctricos, fiestas, discursos y promesas sin parar.
Con este motivo, los candidatos a las elecciones, desde los que disputan la Presidencia de la República a los gobernadores, senadores y diputados deben presentar sus declaraciones de renta oficialmente. Y en ellas deben declarar si tienen dinero vivo en sus casas.
Esta vez, según ha informado el diario O Globo, de las dclaraciones que empiezan a ser conocidas, destaca el detalle curioso de que desde la candidata y actual Presidenta, Dilma Rousseff a por lo menos otros dos candidatos a la presidencia y 14 candidatos a senadores de la República han declarado tener dinero bajo el colchón en vez de entregarlo al banco o colocarlo en alguna aplicación.
Van de de cifras desde 651.900 reales declarados por el candidato al gobierno de Acre, diputado Márcio Bittar (PSDB) a los 147.000 reales de Dilma. En ninguno de los casos se trata de calderilla y algunos además de cantidades de reales que llegan a medio millón, afirman tener hasta 30.000 euros.
La pregunta que se hace la gente de a pie es por qué a esos políticos les gusta tanto tener dinero escondido en casa cuando Brasil es uno de los países donde el dinero en bancos y aplicaciones rinda más del mundo.
A ello hay que añadir que un país con el alto nivel de violencia de Brasil donde se entra a mano armada en las casas para robar un ordenador o unos teléfonos móviles, declarar que se tiene todo ese dinero escondido debajo del colchón ¿no debería dar miedo a los políticos?
Sérgio Bessa, profesor de Fianzas de la Fundación Getulio Vargas (FGV) se pregunta como es que esos candidatos a los más altos cargos del Estado “no confían en el sistemo financiero nacional” y prefieren tener sus ahorros en dinero vivo escondido en casa.
¿Misterios de Brasil?