Expresidentes en campaña

Por: Luis Barbero | 09 nov 2011

Psoe09

Un elemento llamativo de esta campaña electoral es el papel que PSOE y PP están dando a los expresidentes Felipe González y José María Aznar. Dos políticos que son iconos entre sus incondicionales y que abandonaron estigmatizados La Moncloa: González, por los escándalos de corrupción que acosaron a su Gobierno; Aznar, por su terquedad con la guerra de Irak y la nefasta gestión tras el atentado del 11-M.

En el caso del PSOE, Rubalcaba ha querido que González tenga protagonismo en esta campaña y, de hecho, ha compartido con él el mitin más importante que ha celebrado hasta ahora, el pasado sábado en Dos Hermanas (Sevilla). So pena de quedar eclipsado, Rubalcaba piensa que González suma, que puede ser clave para movilizar a esos miles de votantes indecisos que están dando la espalda al PSOE.

Esta estrategia ya ha dado lugar a momentos que muchos veían imposibles (por morbosos) no hace mucho: González ha compartido escenario con Alfonso Guerra, con el que no coincidía desde 1996, y con Rosa Aguilar, una de sus más feroces críticas cuando era presidente del Gobierno (¿recuerdan aquello de que “Felipe González lleva al país a una situación de alerta roja para la democracia”?). Ya puestos, ¿para cuándo un mitin conjunto de Alfonso Guerra y José Bono?

En el PP, por contra, el papel de Aznar esta siendo muy secundario hasta el momento. El equipo de Rajoy debe pensar que Aznar no va a dar ni un voto más al PP el próximo 20-N (probablemente tampoco se lo quite), pero que una irrupción brusca suya en campaña, con ese peculiar estilo ofensivo que tiene, sí puede estimular a ir a las urnas a los votantes socialistas desmovilizados.

Rajoy sabe que con una campaña sin estridencias, como la que hay hasta hora, lo tiene todo ganado y que el único escollo le puede venir desde dentro. Si por el PSOE fuera, seguro que Aznar tendría un papel estelar de aquí al 20-N. Y a ser posible, que el PP diese más protagonismo a Jaime Mayor Oreja y rescatase a Eduardo Zaplana y Ángel Acebes.

Mención aparte para Zapatero, todavía presidente del Gobierno, pero al que en esta campaña ni se le nota, ni se le siente (de hecho hasta los suyos olvidan mentarle). El paso del tiempo permite hacer juicios más atemperados sobre la gestión de los políticos y los estigmas van quedando en el olvido.

Cuando lleguen las elecciones de 2015, o las de 2019, Zapatero podrá resarcirse de estos momentos y volverá a tener peticiones para acudir a mítines y actos de partido. Pocos se acordarán de la crisis (que esperemos superada) y recordarán, por ejemplo, las leyes sobre nuevos derechos que ha promovido en su mandato. Cuando empiece a sonar el teléfono con estas peticiones, comprenderá que ha dejado de ser un pasivo en el PSOE y volverá a ser considerado un activo.

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Un aspecto interesante de la reivindicación de González, Felipe, es que la derecha también ha participado en el proceso: una manera habitual de atacar a Zapatero ha sido señalar que tal o cual dislate ni González ni Guerra lo hubieran cometido nunca, dando a entender que los de la vieja guardia del PSOE podían ser 'malos', pero de ningún modo tontos. 'Otros vendrán que bueno te harán' resume bastante bien el proceso.

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Sobre el autor

Luis Barbero

(Madrid, 1970) es licenciado en Ciencias Políticas y periodista. Desde 1995 trabaja en la delegación de EL PAÍS en Andalucía. Desde 2008 es el delegado en esta comunidad

Sobre el blog

Una mirada de lo que ocurre en España (y si se tercia un poco más allá) alejada de Madrid, epicentro de casi todo, pero no de todo. Punto de partida: el sur.

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