Algunos de los acusados por el asesinato del hospital Doce de Octubre de Madrid.
El asesinato en 2009 en el hospital Doce de Octubre de Madrid del capo del narcotrafico colombiano Leónidas Vargas, a manos de un grupo de sicarios, puede quedar impune. El Tribunal Supremo habría decidido ya absolver a las siete personas que un jurado popular de la Audiencia de Madrid consideró culpables y condenó a penas de hasta 25 años de cárcel. El principal condenado, 25 años de prisión, es Jonathan Andrés Ortiz, el sicario supuestamente contratado por otros narcos colombianos para ajustarle las cuentas a Leónidas.
Según la sentencia de la Audiencia de Madrid, Andrés Ortiz entró la tarde del 8 de enero de 2009 en la habitación 543 del hospital 12 de Octubre y descerrajó varios disparos con una pistola semiautomática a Leónidas. El pistolero, con un pulso escalofriante, subió hasta una de las plantas del centro sanitario, entró en la citada habitación y preguntó a un enfermo si se llamaba Leónidas. El paciente dijo que no y señaló a su compañero de habitación. "Date la vuelta y no digas nada", le dijo el sicario. Sin más, sacó la pistola y tiroteó a Leónidas, que estaba en la cama de al lado. Murió en el acto, al sufrir un shock hipovolémico y una hemorragia aguda masiva, según la sentencia.
El fallo del jurado popular fue revisado más tarde, y confirmada la culpabilidad, por la Sala de lo Penal del Tribunal Superior de Justicia de Madrid. Sin embargo, el Tribunal Supremo habría decidido ya absolver, no sólo a Ortiz, sino a los seis condenados, con lo que este crimen quedaría impune, según fuentes del alto tribunal. Uno de los motivos que arguye el Supremo, siempre según los mismos medios, es que la investigación policial tiene muchas lagunas y no está claro quiénes cometieron y tramaron el crimen. El implicado llegó al hospital con el rostro semitapado, por lo que las imágenes de las cámaras de seguridad del centro, junto con otras pruebas de la instrucción, despiertan dudas en los jueces sobre la identidad real de los siete criminales, la mayoría de ellos ahora encarcelados.
La sentencia condenatoria de la Audiencia de Madrid que previsiblemente va a tumbar la Sala de lo Penal del Tribunal Supremo está basada en el veredicto del jurado. La Audiencia de Madrid declaró probado que José Jonathan Fajardo Ospina era el jefe de una oficina de cobros, encargada de ejecutar crímenes por encargo. Y que fue este quien recibió la solicitud de matar al narcotraficante Leónidas Vargas por parte de terceras personas no identificadas. Fajardo Ospina contactó con su lugarteniente, Edgar Andrés Ortega Flores, y con Yuli Carolina Oliveros Rojas. Esta vecina de Torrejón de Ardoz fue quien telefoneó a Ortiz y le compró el billete de avión para que viajara hasta Madrid.
La víctima, de 59 años, sabía que antiguos colegas suyos habían puesto precio a su cabeza. Él también había pertenecido tiempo atrás a la cúpula del narcotráfico colombianos. Sus jefes del cartel de Medellín eran Pablo Escobar y Gonzalo Rodríguez Gacha.