Sí, esta entrada va de moda. Y sí, el largo de la falda es una de las "señales" que algunos economistas y analistas utilizan para intentar adivinar el porvenir, como pasa también con las ventas de cosméticos, accesorios, corbatas y calzoncillos. Este se le conoce como el índice Hemline. Lo creó en 1926 el profesor George Taylor, economista en la escuela de negocios Wharton en la Universidad de Pennsylvania. Se fija en la medida que va desde la cintura hasta el corte de la prenda en la pierna.
Hace pocos días se celebró la semana de la moda en Nueva York. Y la conclusión es que las faldas y vestidos para la próxima temporada otoño-invierno son más cortos. Eso parece que es una buena señal, de acuerdo con la teoría de Taylor. Más alto es el hemline, mejor debería rendir la economía y por tanto sube la Bolsa. En el caso de los cosméticos o de los accesorios, sin embargo, coincide con un corte más cercado al tobillo que a la rodilla. Es signo de que se busca combinar lo que se tiene en casa.
Hay opiniones para todos los gustos. Los vendedores de ropa dicen que todo esto es un mito. Pero si uno recuerda el largo de la faldas y vestidos que se llevaban durante la crisis financiera que estalló en otoño de 2008, o el de las prendas que vestían las neoyorquinas en el verano de 2010, es posible que ese medidor no esté tan desafinado. Llegaban hasta el suelo. En el primer caso, se vivió la peor recesión desde la Gran Depresión. En el segundo, el ansiado repunte no terminó de cobrar forma.
Smith Barney realizó hace unos años un gráfico en el que indicaba la evolución del Dow Jones y lo relacionaba con el largo de la falda, para comprobar si se cumplía la regla. Hay analistas que si creen que la moda pudo ser en el pasado un indicador de las tendencia económicas. Los diseñadores de la época de Taylor tendían a crear prendas más cortas en periodos de expansión económica, porque los productores de las telas subían los precios y para reducir costes hacían las faldas más cortas.
Pero ahora se va al trabajo con ropa más informal, lo que en principio le resta importancia al indicador. Las telas ya no son de tanta calidad y hay más variedad de estilos. Como en casi todo, hay argumentos que justifican y tumban la teoría de Taylor. Y se comparta o no, lo que nadie puede negar es que las tiendas y las marcas de ropa fueron de las que más sufrieron el golpe de la recesión. Es decir, visto al revés, la marcha de la economía si que afecta a la moda. En crisis, se va a lo básico.
Y si ahora las faldas cortas se venden bien, será bueno para el comercio y para la economía, porque querrá decir que ya no se consume en lo esencial y que no se compra ropa para reemplazar la que se rompe, si no porque el estado de ánimo ha cambiado y se quiere invertir en el armario. Por cierto, hablando de indicadores y modelos. Si es una extranjera la que ocupa la portada de bañadores de Sport Illustrated, en Wall Street ese año irán bastante despistados. La de esta edición es rusa.
Hay 2 Comentarios
Como ya esta hacienda calor, y ademas me gusta estar a la moda, por eso mis prendas preferidas son las minifaldas , mis favoritas son las de animal print porque nunca pasa de moda ese estampado y se ve super elegante y fashion.
Publicado por: Dion | 10/03/2012 1:39:48
Sin Palabras!!! Cómo pueden colgar ésto?
Publicado por: Kruzbell | 27/02/2012 16:53:25