Ben Bernanke insiste que la inflación se mueve en el margen que rige la política monetaria. Lo dijo tras la última reunión de la Reserva Federal y lo certifica su Libro Beige. Eso, en los papeles. Pero que pregunte a los que buscan apartamento para alquilar en la ciudad de los rascacielos. El precio medio en la isla de Manhattan estaba a final de marzo a 3.418 dólares al mes. Eso significa que supera ya los 3.394 dólares que se alcanzó en mayo de 2007, el máximo que marcó antes de que los hedge funds de Bear Stearns empezaran a colapsar por el fiasco de las hipotecas subprime.
El alza fue del 6,5% durante el último año, de acuerdo con los datos de las agencias inmobiliarias que operan en Nueva York, como Citi Habitats y Prudential Douglas. Un buen pellizco al bolsillo. Y es posible que el coste del alquiler siga subiendo. Hay dos motivos. El primero, y más inmediato, es que suele ser en la primavera y el verano cuando el mercado inmobiliario es más activo, porque la gente se lanza a buscar. El segundo, es que el crédito sigue escaseando cuando se trata de dar con financiación para comprar una vivienda y los espacios vacantes escasean, lo que obliga a moverse aún más rápido.
Dicen que es un mercado de compradores. Eso si se tiene mucho efectivo para la entrada. Porque aunque el precio medio de la vivienda en las 20 mayores ciudades de EE UU esté a nivel de comienzos de 2003 y los tipos de interés en mínimos, el grifo de los préstamos parece más bien un cuenta gotas. Así que los propietarios juegan su mano. El alza del alquiler no se limita a Manhattan. En toda la ciudad, los precios subieron un 7% en el primer trimestre. Pero hay también zonas que hasta ahora eran "trendy" y que están perdiendo su gracia, como el East Village, Gramercy y Central Park South.