La polvareda que hace cinco años levantó Bear Stearns con el fiasco de las hipotecas subprima sigue sin asentarse. Al contrario, cada vez hay más polvo flotando y eso impide saber por donde hay que moverse. Para evitar una situación similar en el futuro, la Reserva Federal acaba de acordar forzar a los mayores bancos que operaran en EE UU reforzar sus colchones de capital para así poder soportar pérdidas imprevistas en el futuro, en base al acuerdo internacional conocido como Basilea III. La aplicación de la normativa comienza en enero de 2013 y el sector tendrá seis años para adaptarse.
La adopción del borrador fue unánime y se justifica como uno de los pasos más importantes que se pueden dar para salvaguardar el sistema financiero. Eso, en dinero, se traduce en que los 19 mayores bancos del país necesitan 50.000 millones de dólares más para que sus márgenes de liquidez cumplan las reglas acordadas en septiembre de 2010, si estas se aplicaran hoy mismo. La Reserva Federal calcula que esas instituciones cuentan en la actualidad con un colchón de 791.000 millones. En el caso de los bancos de tamaño medio y pequeño, necesitarían dotarse de 10.000 millones más.
Un paso importante, sí. Pero no todos los bancos están en la misma situación y las pérdidas recientes de JPMorgan Chase en una cartera de derivados gestionada en Londres reveló que hasta la entidades más seguras puede cometer errores multimillonarios. Y preocupa, sobre todo, la complejidad que están tomando los modelos y la estructura de estas instituciones. Por eso los gobernadores de la Fed señalan que con estas reglas no puede declararse misión cumplida. Hay que verlo más bien como una "guía imperfecta". Porque al final, el riesgo aparece por donde menos te lo esperas.
Y luego está el debate sobre cómo la crisis que se vive en Europa podría acabar retrasando la aplicación del acuerdo internacional en las grandes instituciones que operan en el Viejo Continente. Eso, como señalan los ejecutivos de los guardianes de Wall Street, crearía una desventaja competitiva para las firmas de EE UU, sujetas a reglas más estrictas. Está también por ver cómo este reforzamiento del colchón de capital afecta a la capacidad de los bancos para prestar dinero, en un momento en el que la economía sigue débil y el clima de negocio sigue dominado por la incertidumbre.
Hay 1 Comentarios
Primero fue el trueque, después un animal o cosa convertida en unidad de cambio, mas adelante los metales preciosos (oro, plata y cobre), a lo que siguió el papel moneda, y por último, la invención de los documentos (letras de cambio, bonos, etc.) transformados en objetos de valor, es decir, en mercancías. Es así que se llega al sistema financiero cuyas instituciones, bancos y bolsas de valores, han devenido en verdaderos monstruos económicos sin el debido control político. La esclavitud con cadenas, de siglos pasados, ha mutado a una nueva esclavitud. Lo que le espera al homo sapien es un verdadero tsunami social... Espero que no funcione la guillotina.
Publicado por: RAMÓN | 09/06/2012 13:24:44