Las mujeres al volante en EE UU superan ya en número a los hombres. Es la primera vez que pasa en la historia de la automoción y este cambio demográfico sobre el asfalto tendrá sin duda implicaciones importantes para el conjunto de la industria, desde el diseño de los coches hasta cómo se publicitan los vehículos en los medios. Las estadísticas forman parte de un estudio realizado por el departamento de transporte la Universidad de Michigan a partir de los permisos de conducir concedidos entre 1995 y 2010. Los relatores señalan que las mujeres tienden a comprar, por ejemplo, coches más pequeños y más eficientes. Además, conducen menos. Eso también afectará a la economía.
En 1995, los hombres con permiso para conducir eran 89,2 millones frente a 87,4 millones de mujeres. Pasados 15 años, las estadísticas son 104,3 millones frente a 105,7 millones. Michael Sivak, el profesor a cargo del estudio, no anticipa solo un cambio en la demanda de vehículos y en el consumo energético. Habla además de un impacto relevante en la seguridad vial, porque las mujeres tienen menos accidentes mortales por distancia recorrida. Otro detalle relevante sobre esta evolución de género al volante es que durante ese periodo, las proporción de hombres al volante de entre 25 y 29 años de edad bajó un 10,9%, mientras que en el caso de las mujeres lo hizo un 4,7%.
Hay otro factor determinante que explica este vuelco demográfico en la carretera. Los jóvenes adultos siguen superando a las jóvenes en número. Pero los hombres que superan los 45 años de edad tienden a conducir menos que las mujeres. Eso significa que en pocos años crecerá aún más la brecha de género hacia las mujeres. De hecho, el cambio de tendencia empezó en la parte alta de la tabla, cuando los hombres mayores de 70 años perdieron el liderazgo en número frente a las mujeres. Eso se atribuye en parte a que las mujeres tienen una esperanza de vida mayor. En la parta baja, las cosas no parece que se vayan a mover mucho por las dificultades económicas de los jóvenes y porque el efecto de Internet en sus interacciones sociales, que le hacen depender menos del coche.