Wall$treet Report

Sobre el blog

“El dinero no duerme”- Gordon Gekko. La actividad en la plaza neoyorquina no cesa con el toque de campana y desborda como una crecida la calle del muro.

Sobre el autor

Sandro Pozzi

, italosevillano, loco por el kimchi. Sobrevivió siete años en Bruselas y desde hace ocho, en Nueva York.

Eskup

El arma gana, de momento

Por: | 06 de marzo de 2013

Si se esperaba que la masacre de Newtown fuera a cambiar las cosas en EE UU, de momento los que sacan tajada son justamente los fabricantes de armas. Y como. Smith & Wesson acaba de presentar resultados. Triplicó la ganancia en el trimestre, hasta los 17,5 millones de dólares. De lado de la ventas crecieron un 40% comparadas con el mismo periodo de 2011, a 136,2 millones. La segunda compañía por capitalización bursátil del negocio revisó ademñas al alza su previsión de beneficios para 2013. Resultado también robusto para Sturm Ruger, su gran rival. Pero en su caso no refleja tanto el repunte de las ventas visto desde enero, porque cerró el trimestre en diciembre mientras que Smith & Wesson lo hizo en enero.

Arma

     La tendencia está clara. La reelección de Barack Obama como presidente el pasado noviembre alimentó el debate sobre los límites a la posesión en EE UU y la matanza en la localidad de Connecticut provocó a su vez un sentimiento de autoprotección que causó que las armerías no tuvieran material suficiente para cubrir la demanda. Walmart, uno de los principales vendedores de armamento en EE UU, ya dijo también al presentar resultados hace unas semanas que estaba teniendo problemas para hacerse con algunos modelos. No dijo cuales, aunque todo apunta a que se trata de rifles semiautomáticos y a cargadores de gran capacidad, precisamente los productos que podrían ser objeto de una futura prohibición.

"Me han despedido"

Por: | 01 de marzo de 2013

Andrew Mason, el cofundador de Groupon, ya no está al mando de la compañía. Lo más interesante en el desenlace final es la carta que mandó a los empleados, comunicándoles el cese inmediato. No tiene desperdicio. "He decidido que quiero pasar más tiempo con mi familia". Así es como lo habría hecho cualquier otro ejecutivo para justificar su salida. Pero no en su caso. "Es broma", dice, para después continuar con un rotundo "he sido despedido". En ese arrebato de sinceridad, concluye el primer párrafo admitiendo su responsabilidad por el pobre rendimiento de la sociedad, cuyo valor bursátil está por los suelos. Empezó a cotizar a 20 dólares el título. Antes del anuncio se pagaba a 4,5 la unidad. Y pide a los que hasta ahora eran sus fieles que no desaprovechen la oportunidad y rompan con los malos hábitos que llevaron a descuidar al cliente.

Mason

    Nadie duda del ingenio de Andrew Mason. Pero como gestor, no funcionó. El miércoles Groupon presentó resultados de cierre de ejercicio. El portal de ofertas diarias redujo un 82% las pérdidas, a 67 millones. Los ingresos fueron de 2.330 millones, un 45% más que en 2011. Las cuentas del cuarto trimestre, sin embargo, no cuadraban y eso fue acompañado de un desplome en su cotización del 24%. De nuevo, volvió a surgir la pregunta de si debía seguir al frente. Al final aceptó lo evidente. "Os merecéis que os den una segunda oportunidad. Un nuevo consejero delegado os la dará", afirma en la misiva. "Para los que se preocupen por mi ... voy a tomarme un tiempo para descomprimir -estoy buscando un buen centro de adelgazamiento, por si alguien tiene alguna sugerencia". No necesitará un cupón, porque se calcula se va con una compensación de unos 380 millones. Ahora, dice, utilizará la experiencia -y el dinero- para algo productivo.

Groupon

     Suerte para el sucesor, porque aunque Andrew Mason da toda una lección de honestidad en su carta de despedida al admitir que es el problema, lo que dice en su carta es también una verdad a medias. La vulnerabilidad de Groupon es que fue un modelo de negocio muy fácil de replicar. El ejecutivo saliente ya advirtió antes de empezar a cotizar de lo que llamó como el "ataque de los clones". Un modelo de negocio que además alzó las espadas de sus socios, que no terminaron de atraer nuevos clientes con las ofertas como esperaban y vieron que los más leales se apuntaban a la fiebre del cupón. El sistema funcionó al inicio. Ahora hasta el restaurante de la esquina manda ofertas por email antes. Así que está por ver si su salida realmente servirá para resucitar la compañía, y no solo la acción el día después de su despido. 

El País

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