Ben Bernanke lamentaba hace una semana que el repunte en Wall Street no sea un reflejo plenamente certero de que las cosas también van mejor en Main Street, la economía real. La Reserva Federal pone una nueva cifra la brecha. Mientras el índice Dow Jones o el S&P 500 han subido más de un 125% tras la recesión, las familias han recuperado solo el 45% de la riqueza perdida durante las crisis. Es decir, los hogares no han recorrido aún ni la mitad del túnel, de acuerdo con un informe técnico de la Fed de S. Louis, que cifra en 16 billones de dólares la riqueza perdida tras el colapso del mercado financiero y el inmobiliario. Eso, en esencia, significa que el consumidor no puede ejercer aún todo el poder de compra necesario para que la economía se expanda con más vigor.
El indicador de PIB del primer trimestre lo refleja en gran medida. EE UU creció al inicio del año a una tasa anualizada del 2,4%, por debajo de su potencial. El consumo privado alimenta dos terceras partes del crecimiento. Sin embargo, el análisis sí señala que buena parte de la riqueza recuperada desde la primavera de 2009 se atribuye a la buena marcha de Wall Street. Eso no quiere decir que todos los hogares en EE UU se estén beneficiando por igual del récord tras récord que marchan las índices bursátiles: es cosa de las familias más ricas, mientras que los jóvenes y las comunidades negras e hispanas siguen sufriendo. Por eso, señalan los relatores, “no se justifica” decir que el daño de la crisis y de la recesión esté plenamente reparado.
El estudio es técnicamente mucho más completo que los realizados en el pasado, porque junto a la evolución de los ingresos y el paro se tiene en cuenta el valor de los ahorros, de la vivienda, de las acciones así como el nivel de endeudamiento de los hogares estadounidenses. La cifra que da ahora la Fed, además, está ajustada a la inflación y al crecimiento de la población. De hecho, el informe contradice a otro publicado hace solo dos meses por la Reserva Federal en el que calculaba que los hogares recuperaron el 91% de lo perdido entre el tercer trimestre de 2007 y los primos tres meses de 2009. La cifra de 14,7 billones que volvió al balanza de los hogares no luce tanto en las tablas cuando se tienen en cuenta muchos más elementos para el cálculo.
El análisis, por tanto, pone en cuestión el impacto de la estrategia de la Reserva Federal en la economía real. Bernanke defendió la semana pasada ante el Congreso el curso de su política. Citó, por ejemplo, el hecho de que el sector inmobiliario tocara fondo hace un año y que ahora esté contribuyendo al crecimiento. Pero los precios siguen un 28% por debajo del pico de hace siete años. Ben Bernanke, aunque es cauto y prefiere mantener esta línea de acción dos o tres reuniones más, si cree que se está cerca de un punto en el que las cosas irán claramente a mejor. Lo que está por ver aún, como señalan los analistas, es si este optimismo es también percibido por los hogares y potencian más el gasto, en lugar de pensárselo dos veces antes de realizar grandes compras.
Los últimos datos refleja esta contención. El consumidor recortó un 0,2% el gasto en abril, tras subir un tímido 0,1% en marzo. Es el primer descenso mensual desde mayo de 2012. Los ingresos a su vez están estancados. La tasa de ahorro, entre tanto, mantuvo en el 2,5% aunque sigue cerca del mínimo en cinco años. De hecho, la Fed dice ahora que espera que el gasto personal siga siendo modesto porque la gran mayoría de los 115 millones de hogares que integran la economía de EE UU prefieren en este momento ahorrar o a reducir deuda. Esto, como señala el análisis, afecta además a la movilidad laboral y a las oportunidades para completar la educación superior.