Wall$treet Report

Sobre el blog

“El dinero no duerme”- Gordon Gekko. La actividad en la plaza neoyorquina no cesa con el toque de campana y desborda como una crecida la calle del muro.

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Sandro Pozzi

, italosevillano, loco por el kimchi. Sobrevivió siete años en Bruselas y desde hace ocho, en Nueva York.

Eskup

Gross lee la cartilla al 1%

Por: | 31 de octubre de 2013

Bill Gross, el rey de los bonos, salta a la palestra para leerle la cartilla a los miembros más tacaños del exclusivo club de los multimillonarios. Les viene a decir que no sean como el Tío Gilito y que paguen más impuestos, que es lo que les corresponde para que el conjunto de la economía crezca. No es la primera vez que el gestor de Pimco expresa públicamente esta especie de vergüenza agena. Ni tampoco es el único; esta es una campaña que lidera desde hace tiempo el inversor Warren Buffett, tras reconocer que paga al Tío Sam menos que su secretaria. Lo que creó sorpresa es que Gross, integrante de la iniciativa filantrópica Giving Pledge, utilizara como caja de resonancia la carta que publica cada mes con su visión sobre cómo van a ir las cosas en el mercado de deuda. "Siento pena", llega a decir en el arranque de la misiva.

Bill_gross

     Como las de Buffett, las cartas de Gross son una especie de texto de culto en Wall Street. En el parqué se le ve como uno de sus gurús, pese a que a veces no acierte con su bola de cristal. "Ha llegado el momento de compartir vuestra fortuna pagando más impuestos y de una reforma más equitativa", insiste. La creación de empleo, en su opinión, debe ir por delante al ansia de amasar riqueza personal y el beneficio. Bill Gross, que unos días atrás tuvo en serio encontronazo con Carl Icahn por su agresividad como inversor, tiene una fortuna estimada en 2.200 millones de dólares. Eso le sitúa en los más alto del grupo del 1%, los contribuyentes que en EE UU tiene la mayor renta. En su caso hay que añadirle un dos ceros por delante 1 y una coma. Se considera por ello un privilegiado.

Gross

     Para defender su posición en este debate, asegura que un sistema impositivo más equitativo hará de EE UU una economía más competitiva y productiva que la de Canadá o Alemania. "Las economías desarrolladas funcionan mejor cuando la desigualdad de ingresos se reduce", argumenta. Gross no se fija solo en los individuos. Insiste que los consejos de administración de las grandes sociedades deben reinvertir sus beneficios en nuevas instalaciones y equipamiento, en lugar de dedicarse a elevar las ganancias para los accionistas con planes de recompra y destruyendo empleo. Otra afirmación que se interpreta como un ataque a Icahn, por la presión que está haciendo a la ejecutiva de Apple para elevar el premio a los inversores. "Usa tu tiempo a ayudar a la gente, no ti mismo".

Color para los Benjamin

Por: | 08 de octubre de 2013

Nada más tocar el nuevo billete de 100 dólares, se nota la diferencia. La textura es diferente, con un relieve que se siente por toda la superficie. Aunque lo primero que salta a la vista nada más verlo son los colores y su nuevo estilo. La última generación de los Benjamin, como se conoce a la denominación con el perfil del sexto presidente de Pensilvania, llegan finalmente a las manos de los estadounidense tras una larga espera de dos años y medio. La Reserva Federal sudó tintan para producirlos. Y no deja de ser irónico que su puesta en circulación coincida en el tiempo con Estados Unidos asomándose de nuevo al precipicio del impago de su deuda, por el circo político en Washington.

100pavos

     El objetivo del nuevo diseño es hacer más difícil la falsificación de uno de los billetes de mayor circulación en el mundo. Entre las medidas de seguridad, incorpora ahora una banda azulada 3D justo sobre el hombro izquierdo de Benjamin Franklin. La denominación el billete aparece en cobre, como el tintero. Ahí se encuentra la campana de la libertad en verde, el otro elemento de seguridad distintivo. Al moverlo, da la sensación de que cambia de color, como sucede con el número 100 en la esquina derecha al mirar el billete. Además, en el nuevo diseño aparece una pluma, que representa la que usaron los padres fundadores para firmar la Declaración de la Independencia.

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     Hay otras características que ya se utilizan en otros billetes en EE UU, como el hilo de seguridad que aparece a la derecha del presidente y la marca de agua con la cara de Franklin, aunque en este caso el retrato es ahora más simple. Llevó más de una década desarrollarlo y su introducción estuvo plagada de problemas técnicos por su complejidad, que según la Reserva Federal ya están resueltos. El cese que desde hace una semana afecta a las actividades administrativas del Gobierno federal no parece que vaya a tener un impacto mayor en el día del estreno del nuevo billete de 100 dólares. Hay 3.500 millones de billetes con esta denominación listos para ser repartidos, también fuera de EE UU. 

Billetes

     El incremento de la seguridad en los billetes contra la falsificación comenzó en 2003 con el de 20 dólares. La última vez que se cambió el diseño del de 100 dólares fue en marzo de 1996. Se calcula que hay billetes circulando con esta denominación por valor de 900.000 millones. Los viejos se irán destruyendo y sustituyendo por los nuevos conforme vayan llegando a las instalaciones de la Reserva Federal. Por cierto, el nuevo billete tiene un elemento que se les ha quedado viejo antes de subirse a los blindados para su reparto entre las instituciones financieras: la firma es del secretario del Tesoro. Es la de Timothy Geithner. La de Jack Lew, su sucesor, no aparecerá estampada hasta que todos los billetes que ya fueron impresos en la primera remesa estén en circulación. 

 

 

Tesla está que arde

Por: | 03 de octubre de 2013

El que compró acciones de Tesla hace un año, debe estar que no se lo cree. Los títulos del fabricante de coches eléctricos de gama alta están disparados. En los últimos 12 meses se apreciaron más de un 560%, de un mínimo anual de 26,8 dólares a un máximo de 194,5 dólares la unidad. A ese precio, la compañía de Elon Musk vale cerca de 22.000 millones de dólares. Echando cuentas, es la mitad de la capitalización bursátil que tiene General Motors y un tercio de la de Ford Motor. Pero lo que pasó el miércoles en Wall Street muestra que la ley de la gravedad también se aplica en el parqué. Las acciones de Tesla se desplomaron de golpe un 12%. En un principio se pensó que fue por una valoración negativa de R.W. Baird. Hasta que emergió en Youtube este vídeo de un flamanet Model S ardiendo por el morro en Seattle.

 

     El incendio, de acuerdo con Tesla, fue provocado por un accidente. Un objeto metálico en la carretera impactó directamente contra una de las baterías del coche y prendió fuego. El incidente sucede unos meses después de recibir la máxima calificación posible en las pruebas de choque que realiza la National Highway Traffic Safety Administration. También tuvo la nota más alta de la revista Consumer Reports. Pero los inversores son muy sensibles a este tipo de eventos, como se vió con el Volt de Chevrolet y con las baterías de B787 Dreamliner. El incidente del Model S, un coche que cuesta unos 70.000 dólares, podría ser por tanto el detonante para que los inversores se replanteen el valor real de la compañía, sobre todo si ven que el incendio afecta a la reputación del coche y a las ventas, como le pasó a General Motors.

Tesla

     El incidente va a invitar sin duda a examinar muy bien las cifras de Tesla y ponerlas en contexto. Tesla es uno de los valores más mimados hasta ahora en Wall Street, donde han convertido a Elon Musk en uno de los grandes héroes del mundo corporativo. El fabricante de coches eléctricos, que aún debe demostrar que es rentable, cotiza diez veces por encima a los ingresos que se esperan para 2013 y siete veces más si lo que se toma como referencia son los 2.860 millones que se auguran para 2014. En el caso de Ford Motor, lo hace solo a la mitad de las ventas que tendrá el año próximo, de 146.000 millones. Para General Motors, con una proyección de ingresos de 166.000 millones en 2014, el ratio entre el precio de la acción y las ventas que se esperan queda reducido a menos de un tercio. Es decir, en Tesla juegan otros factores al alza que pueden tornarse en su contra si cambia de golpe la percepción del mercado.

El País

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