Amores Imaginarios

Sobre el blog

El componente humano primordial debería ser el del reconocimiento del otro. Sin los demás no podríamos existir. Por lo tanto, disfrutemos de “otros mundos” y que esa diferencia –en vez de aislarnos- sea el camino para conseguir un mundo más justo, menos convencional y más libre. En este blog rendimos homenaje a algunas de las más significativas creaciones humanas que han marcado nuestra existencia: libros, películas, autores, canciones, etc. y que han estimulado nuestra (mi) necesidad de pensar, sentir y gozar. Al mismo tiempo, es un espacio que indaga sobre la realidad humana e intenta contribuir a la reflexión y al aprendizaje.

Sobre el autor

Josep Giralt Josep Giralt. Trabajó en Canal Plus, en el Congreso de los Diputados y como fotoperiodista en América Latina, África y Asia. Coautor del libro Sentir Etiopía, (RBA), compatibiliza su trabajo como periodista en una Fundación con el de colaborador en tertulias de actualidad en Ràdio Barcelona-Cadena Ser. Anteriormente dirigió durante cuatro años el espacio Películas incómodas en Com Ràdio. Ha publicado artículos y entrevistas en El País, Avui, y El Mundo, entre otros. Su frase: "No sirvo ni para seguir ni para conducir", de Nietzsche; su película: Rocco y sus hermanos, de Visconti. Sus libros: Los ensayos, de Montaigne y Conversaciones, de Cioran.

El resplandor de la nada

Por: | 08 de marzo de 2021

A menudo, necesito regresar a la seguridad de la infancia. Ahora comprendo que toda existencia desarmada de sus mistificaciones tradicionales, es insostenible e injustificable. Sólo es posible como acto de fe. No sé encontrar respuestas al porqué de tanto sufrimiento, provocado por las injusticias y desigualdades de un mundo en perpetúo desorden. Llegados a este punto, es cuando intento analizar que parte de responsabilidad es nuestra y cómo podríamos empezar a cambiar lo que equivocadamente entendemos como “El orden natural de las cosas”. Debemos exigir un análisis profundo del sistema, pero sobretodo de nosotros mismos. El destino se cumple a medida que se escribe, no antes.

Jmes Franco 1
James Franco-Palo Alto,1978 

He llegado al convencimiento de que la mayoría de errores, dificultades e injusticias con las que nos encontramos, están relacionada con la cuestión intrínseca de los egos. ¿Son inevitables para asumir la carga del poder? ¿Se puede triunfar sin ellos? ¿Una persona con valores de justicia y dignidad podría sobrevivir entre lobos? ¿Podrían Sampedro, Sábato o Lledó haber sido presidentes de una multinacional, o haber ejercido cargos políticos de responsabilidad? ¿Pueden los egos oscurecer la parte más humana de las personas? ¿Cuántas hambrunas y guerras no habrán sido causadas por sus efectos? ¿Cuántas equivocaciones sobre las personas no se habrán cometido por su culpa?

 

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El desencanto (II)

Por: | 08 de marzo de 2021

"En las fiestas patrióticas también los espectadores forman parte de los comediantes". Friedrich Nietzsche

"Ganamos justicia más rápidamente si hacemos justicia a la parte contraria". M. Gandhi 

Me encontré una y otra vez dándome cabezazos contra la pared. ¿Cómo puede existir gente a la que el dolor ajeno le resbale como si llevase puesto permanentemente un impermeable? ¿porqué la brutalidad de los que ostentan el poder es habitualmente amparada por el sistema? 

Son la derecha de oro e ignorancia. Mi ex suegro, el banquero tenía una casa-castillo con piscina, cancha de tenis y capilla. En el salón habia una escalinata con dos gigantescos colmillos de márfil y un enorme elefante de ébano comprado en algún resort de África. Una ostentosa biblioteca de nogal oscuro cubría el salon de punta a punta; best-sellers de Vízcaino Casas, Alfonso Ussía, César Vidal  y Pío Moa daban al lugar un aspecto todavía mucho más siniestro. En el dormitorio principal dos camas separadas y en el cabezal de la madre un sinfín de tallas de madera, representaciones  y cruces con la imagen de Jesucristo retorciéndose de dolor y aburrimiento. En definitiva, el obscurantismo y mal gusto como categoría estética.

En un lateral del jardín y tras unos tupidos y simétricos setos se encontraba la caseta del perro. Un schnauzer negro que sufrió la brutalidad y abandono de sus amos hasta el último minuto de su dolorida existencia. La garita del animal estaba cercada por una verja altísima para que no tuviese ni la más mínima posibilidad de escaparse.  

Como a nadie le importaba su cuidado, la mierda iba amontonándose en  la jaula hasta la náusea. El hedor que se desprendía en aquella zona hubiese provocado las arcadas del hombre más curtido del mayor vertedero de México. Cada vez que yo visitaba aquella finca (cuando no se encontraban sus propietarios) mi ex mujer y yo nos arremangábamos y nos poníamos guantes de goma y con escobas, paletas y detergente dejábamos aquel  lugar irreconocible. Y así hasta la siguiente visita. 

Si me dieran un euro por todas las veces que sentí el impulso de arragar por el pescuezo al banquero -con el  mismo collar de descarga eléctrica que él había comprado para adiestrarlo- hoy tendría la fortuna de los Trump y Amancio Ortega juntos.

En El Desencanto, los hermanos Panero reprochan a su madre que diese muerte -en su presencia- a una camada de cachorros ahogándolos en el  río.  Ella replica que antes de meterlos en el agua tuvo la consideración de hacer unos pequeños agujeritos en la caja pensado que así dulzificaba sus últimos minutos de vida. ¿Hasta que punto puede influir la frialdad de una madre provinciana y burguesa en la interpretación que puedan tener esos niños del mundo? ¿A quién puede sorprender el resultado de semejante influencia?. 

Poster

 

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