El Palomero

Y el Barça multó a sus jugadores

Por: Juanma Iturriaga

12 feb 2017

Supongo que desesperados, impotentes, cabreados, y todos los adjetivos que se quieran poner, el Barcelona decidió multar a sus jugadores por bajo rendimiento. 5.000 euros, dicen algunos medios. Leyendo diversas informaciones, no se sabe muy bien si la idea partió de la directiva o del entrenador, que también tiene que soltar la panoja, lo que salvo a efectos de hacia donde dirigirá su cabreo el vestuario, tampoco tiene mayor importancia. La medida, al menos a efectos inmediatos, no ha servido para mucho, pues 24 horas después de que supiese la sanción, el Barça volvió a dar una pésima imagen perdiendo de nuevo en su campo ante el Galatasaray, el último clasificado de la Euroliga.

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Nunca he sido muy fan de este tipo de medidas, pues no veo por ningún lado su utilidad y sobre todo porque deja a los jugadores a los pies de los caballos. Hasta ahora, la mala temporada culé tenía que ver con lesiones, falta de acoplamiento, deficiente puntería, nervios ante la incapacidad de revertir la situación o errores humanos. La multa introduce un nuevo factor que tiene que ver con otras cosas que tanto irritan a la afición, actitudes, compromisos, esfuerzos, etc. La sanción viene a decir que algo hay de esto.

Supongamos que la directiva y el entrenador tienen razón, y los jugadores no están dando todo lo que deberían ¿creen de verdad que esto va servir de revulsivo?. ¿La solución es una multa pública, un claro señalamiento de falta profesionalidad hacia los que no olvidemos, son los únicos que pueden sacar al equipo del fango? ¿Y la reacción que no ha podido conseguir un montón de derrotas y abucheos públicos la va a lograr unos miles euros a gente que gana unos cientos de miles? 

Yo lo veo más como un claro fracaso tanto de Bartzokas como de la directiva. Tomar este tipo de decisiones hace suponer que el resto de acciones que se supone previas a algo de tanto calado, han fracasado. El liderazgo, la convicción, el manejo psicológico, las tácticas deportivas, los remedios para paliar las lesiones, incluso las amenazas (en privado) ante los primeros síntomas de desidia (siempre supuesta) no han funcionado.

Hay más cosas que me invitan a rechazar estas acciones. Imagínate que eres un jugador del Barcelona. En un determinado momento, el club te multa. Y puedes pensar. Joder, si ahora cambia el viento a mejor, pensarán que es por los efectos de la sanción. Y si no cambia la situación, casi peor aún pues seguiremos hundiéndonos cada vez más en el agujero. Total, es un lose, lose (perder/perder) Por no entrar en las arenas movedizas que supone el definir y delimitar lo que se considera “bajo rendimiento”. 

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No creo que el problema del Barcelona vaya por ahí. Lleva bastante tiempo dando síntomas de que las cosas no se están haciendo bien, incluso cuando todavía se abría la sala de trofeos de vez en cuando. El juego, por ejemplo. Hace una eternidad que el Barça no practica un estilo sugerente y atractivo, lo que da la sensación que le ha ido separando de la grada. Tampoco se atisba una idea sobre la que se sustentan las decisiones, los jugadores van y vienen, algunos jóvenes se han marchado antes de la cuenta quizás aburridos, y en general a los últimos equipos les ha faltado temperatura, pasión, calor…

Seguro que la causa de la crisis no será debido a una sola cosa, sino más bien la mezcla de muchas, pero lo que está ocurriendo ahora se lleva gestando desde hace unos cuantos años. Y no se soluciona multando a los jugadores. Eso seguro.

Postdata. Dicho esto, creo que el Barcelona va a ganar la Copa del Rey de este fin de semana. Ya lo explicaré otro día.

Sobre el blog

El palomerismo es toda una filosofía de vida que se basa, como la termodinámica, en tres principios. El de la eficiencia: “Mínimo esfuerzo, máximo rendimiento”. El del aprovechamiento. “Si alguien quiere hacer tu trabajo, hacerte un regalo o invitarte a comer, dejale”. Y el de la duda: “Desconfía de los que no dudan. La certeza es el principio de la tiranía”. A partir de ahí, a divertirse, que la seriedad es algo que ahora mismo, no nos podemos permitir.

Sobre el autor

Juanma López Iturriaga

Básicamente me considero un impostor. Engañé durante 14 años haciendo creer que era un buen jugador de baloncesto y llevo más de 30 años logrando que este periódico piense que merece la pena que escriba sobre lo que me dé la gana. Canales de televisión, emisoras de radio y publicaciones varias se cuentan entre mis víctimas, he logrado convencer a muchos lectores para que comprasen mis libros y a un montón de empresas que me llaman para impartir conferencias. Sé que algún día me descubrirán, pero mientras tanto, ¡que siga la fiesta!

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