De ser cierta la noticia, el Gobierno francés se ha encontrado con un tesoro.
La segunda versión de Judith y Holofernes (1599) ha estado perdida desde el siglo XVII. Se conocía que Caravaggio la había pintado en Nápoles. Pero su certeza era incierta. Una carta fechada en 1607 del pintor Frans Pourbus El Joven la menciona como parte de la colección del caravaggista flamenco Louis Finson. Un artista de mano limitada que había sido responsable, años antes, de una de las varias copias que existen de la María Magdalena en éxtasis del genio barroco.
El cuadro original cuelga desde hace años en la Galería de Arte Antiguo de Roma, en el Palacio Barberini. La escena muestra con una crudeza única la decapitación, el tránsito entre la vida y la muerte, del general Holofernes a manos, y a espada, de la heroína bíblica Judith. Un acto con el que consigue librar a su ciudad del asedio de las tropas del gigante.
Pues bien, nada se conocía del paradero de esta obra hasta que sus propietarios, una colección privada francesa, han intentado exportarla. Así lo cuenta el periódico Le Figaro. Al parecer con vistas a acabar en las paredes de un museo estadounidense. Pero el Gobierno francés ha prohibido, a través de un requerimiento del ministerio de Cultura y Comunicaciones, que salga del país hasta que “su atribución sea investigada”. Y esta es otra pelea distinta. Porque expertos como Mina Gregori sostienen que no se ve la mano del genio en la obra descubierta en Francia. Mientras que de otros pesos pesados (Maria Cristina Terzaghi y Giuseppe Porzio) se espera una opinión en las próximas semanas.
De ser cierta la atribución, la obra sería una joya para las colecciones públicas francesas y los dueños del cuadro se quedarían, al no poder vender la tela fuera del país, sin un negocio de más de 100 millones de euros.
Actualización (9 de abril). Según una nota de la agencia Bloomberg, la obra atribuida a Caravaggio habría sido descubierta en abril de 2014 oculta tras un muro del ático de un domicilio particular de la ciudad francesa de Tolouse. El cuadro ha sido examinado por el experto Eric Turquin, quien presentará la tela en una rueda de prensa el próximo martes. Veremos en qué concluye esta caravaggesca historia.
Fotografía de apertura: Primera versión conocida de Judith y Holofernes, que se expone en la Galería Nacional de Arte Antiguo de Roma /Reuters.