
Helado falso pero molón / EL COMIDISTA
Cuando llega el calor –sé que es pronto para ponerse en modo estival y que esto de ahora solo es un simulacro, pero ya me llega– vivo en un munchie de helados constante. Me alimentaría solo de cosas frescas-frías-congeladas, y me pone más un granizado o un trozo de sandía recién sacada de la nevera que Fassbender sin camiseta.