Inauguración de una colmena en Madrid. / ¡LA COLMENA QUE DICE SÍ!
Comprar directamente al pequeño productor es el sueño húmedo de todo aficionado a la comida: no hay mejor forma de conseguir alimentos de calidad a un precio asequible, y de recompensar justamente el esfuerzo de los que los elaboran. Sin embargo, en el mundo contemporáneo este tipo de intercambio sucede más o menos las mismas veces que las historias de amor de las princesas de Disney: salvo contadísimas excepciones, casi toda la población compra comida facturada a escala industrial y vendida a través de intermediarios.