Días complicados para los periodistas ante la dificultad de contar a los ciudadanos qué pasa en el PP y en el Gobierno. Nos dicen que paciencia. En el primer caso, el tiempo está tasado, aunque no sirva de consuelo. El debate de investidura de Mariano Rajoy será el próximo 19 de diciembre y en ese acto solemne se conocerán sus planes a corto, medio y largo plazo. Y una vez que tome posesión el 22 de diciembre habrá un torrente incontenible de información con las primeras medidas, casi todas ellas de carácter económico. En estos días de silencio, el futuro presidente del Gobierno consulta, se reúne, medita... que sea para bien.
En el caso del PSOE también se está en período de consulta y meditación. En ese trance se encuentra Alfredo Pérez Rubalcaba, Carme Chacón y ... otros. Al menos otros dos dirigentes socialistas también están en fase de consultas, según nos cuentan quienes han sido informados directamente de estos movimientos. No quieren desvelar sus nombres, pero existir existen. Al menos uno de ellos estaría preparado para dar el salto en el supuesto de que la ministra de Defensa en funciones, finalmente, no diera el paso. En todo caso hay un sector del PSOE que hará todo lo imposible para que Rubalcaba tenga con quien competir. Este sector cree que los delegados que acudan al congreso del PSOE del mes de febrero no obedecerán consigna alguna por lo que aunque la mayoría de los secretarios generales, o barones, estarían con Rubalcaba, no tiene garantizado el apoyo de sus respectivas federaciones.
Así paso en el congreso de Zapatero por quien nadie apostó al tener como competidor a un aparentemente invencible José Bono.Y ganó porque los delegados le prefirieron aunque fuera por poco margen. Quienes no quieren que Rubalcaba gane, a pesar del reconocimiento unánime de su valía, para dar paso a un tiempo nuevo consideran que Carme Chacón podría encarnar el cambio. Sí parece que quiere asumir el reto y por si titubea son muchos quienes la animan a que compita por la secretaría general del PSOE. Y si no, habrá otros, seguro.
Del lado de Rubalcaba también son muchos - de todas las edades y generaciones - que le presionan con apelaciones a la responsabilidad de no dejar al partido en su peor momento desde la recuperación de la democracia en manos de personas sin experiencia. En los primeros días postelectorales su estado anímico no era muy bueno ante la rotundidad de la derrota. Después, se ha ido animando, aseguran en su entorno.
Pero nada se sabe directamente de Mariano Rajoy ni de Rubalcaba, de los que han aparecido brevemente en público pero no se han sometido a las preguntas de los informadores para no verse en la embarazosa situación de dar la callada por respuesta. Están en proceso de consulta, nos dicen