La recuperación y el incremento del consumo de podcast en todo el mundo abre nuevas oportunidades para la política y su comunicación. Los medios han reaccionado a la demanda de los usuarios con una variada y sugerente oferta. En Estados Unidos, por ejemplo, The New York Times se ha asociado con la emisora de radio pública de Boston, WBUR, para lanzar una serie de podcast semanales. USA Today cuenta ya con 18 canales basados en sus columnas más exitosas. Mientras, medios nativos digitales como FiveThirtyEight, BuzzFeed y Quartz han creado su propia oferta, contagiados por la fiebre del podcasting que atrae a millones de personas. En el Reino Unido, The Sun y The Times aceleran sus planes y The Guardian sorprende semanalmente con su magnífico canal The Guardian Books. Mientras, Financial Times lleva una década produciendo contenidos en audio y solo el año pasado consiguió 45 millones de descargas.
Pero, ¿por qué, de nuevo, este éxito? Estas podrían ser algunas de las razones:
1. La libertad. La movilidad de las personas y la portabilidad de los dispositivos favorecen el consumo on demand de los contenidos. Deseamos ver y escuchar nuestros programas favoritos cuando y como queramos, en lugar de estar sometidos al dictado de programadores y canales. El podcast se adapta perfectamente a esta cultura de la autonomía y la libertad. Es un medio perfecto para una demanda constante de libertad e individualidad en el consumo informativo. Un medio que atrae, especialmente a los millennials, a un público urbano con recursos, educado, joven y con un alto nivel de compromiso.
2. La intimidad. El consumo íntimo (en mi dispositivo, con mis auriculares, a mi hora, en mi lugar, sin explicaciones y sin testigos) de cualquier contenido establece un fuerte vínculo. Lo hemos visto, por ejemplo, en el extraordinario incremento del Facebook Live de Donald Trump que multiplicó por cuatro las audiencias frente a Hillary Clinton. Se trata de un momento personal, autónomo y discreto. Kerry Donahue, director del programa de radio en la Escuela de Periodismo de Columbia, se refiere al podcast como «la llamada telefónica de un amigo». Esta intimidad genera espacios de protección y liberación, estableciendo vínculos profundos, ajenos a la observación de los demás. Este consumo, protegido del escrutinio público (nadie ve y escucha lo que yo sí hago), permite al usuario explorar y curiosear, desde el anonimato y la autonomía. Es un hilo de nylon. Fuerte e invisible.