"Don't believe the hype" ("no te creas el mito") es, además del título de una canción de Public Enemy, una popular consigna iconoclasta que suele lanzarse contra todo fenómeno comercial o artístico que huela a chamusquina de promoción exagerada. En los últimos años, en el periodismo musical, se ha popularizado el término 'hype' para denominar el éxito repentino de algunos grupos que no se consideran merecedores del bombo y platillo y el confeti que se propaga a su alrededor.
Hoy queremos hablaros de Phil Ek, un prolífico y relativamente anónimo productor de Seattle que está detrás de muchos de nuestros discos favoritos y sobre cuya pista nos puso nuestro admirado Fernando Navarro. Paste Magazine, esa página que tanto nos gusta porque satisface nuestro trastorno obsesivo compulsivo de hacer listas, incluyó a Ek en su lista de los diez mejores productores de la pasada década. En el artículo le apodaban (traducción libre) el "todavía no sabemos cómo no se ha convertido en productor de moda". Solo por citar algunos trabajos de su extenso currículum, Ek ha producido a bandas como Built to spill, Band of horses, Modest Mouse, The Shins, Mudhoney o Les Savy Fav.